Capitulo 3

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Capitulo 3

Lily se estremeció, cuando una brisa fresca sopló, levantando hojas secas sobre la acera. Se acomodó en la silla en la que estaba y cerró su abrigo tejido sobre su pecho, arrepintiéndose de haberse quitado la chaqueta de invierno.

Estuvo tentada a colocársela, pero el mesero se apresuró a cerrar la hoja del ventanal.

— Gracias— le dijo con una sonrisa suave.

Él asintió indulgente y continuó anotando el pedido de la mesa de al lado.

— Creo que debería haber usado medias más gruesas — comentó su hermana, igual de afectada por el frio que ella — Extraño los inviernos en california, no tenía que preocuparme mucho por el frio.

Asintió estando de acuerdo. Muchos argumentarían lo mismo, aunque también tenía sus desventajas. El verano podía ser un infierno a veces.

— Hablé con nuestros padres, antes de salir. Sentí envidia al verlos de mangas cortas.

— ¿Papá logró enfocar la cámara esta vez?

— Mejoró — respondió con una risita.

Al igual que la mayoría de los padres, los suyos no manejaban la tecnología expertamente. Podían ser investigadores de renombre, pero aún les costaba utilizar Whatsapp.

— Ahora que los mencionas — dijo antes de tomar un sorbo de café — la última vez que hablé con ellos preguntaron por tus solicitudes de universidad.

Lily volvió a estremecerse, esta vez no por el frio. Aunque sintió como se le helaba el cuerpo. La universidad era un tema del que evitaba pensar, aunque fuera la razón principal por la que se encontraba allí.

— No he tenido noticias — dijo sin querer dar pie para que continuaran hablando al respecto.

— ¿Recordaste cambiar la dirección?

— Seguro.

Se mordió la mejilla, un gesto que hacía a menudo.

Blake no la juzgaba, no se sentía presionada por ella en particular. Tampoco por sus padres, ellos eran indulgentes. Pero desde siempre habían dado por sentado que estudiaría una carrera universitaria.

No era estúpida, sabía que tenía que estar agradecida por tener la oportunidad de ir a la universidad. Muchos estudiantes matarían porque sus padres pudieran pagársela. Era consciente de lo competitivos que se volvían los adolescentes al momento de conseguir becas.

Si quisiera podría ir a la universidad en la que sus padres enseñaban. Incluso lejos de lo que se creería, tampoco la presionaban para que fuera a esa.

Pero de todas formas ahí estaba, la presión porque fuera a la universidad.

¿Sería tan malo si no fuera?

Desde que era pequeña habían dado por sentado que iría, así como otras personas daban por sentado lo contrario. Por lo que jamás hablaron de otras posibilidades.

Esquivó el tema, siempre que surgía. Pero ahora estaba cerca de graduarse y no podía huir de ello.

— Lily — escuchó que la llamaba su hermana. Apartó la vista de la mesa y se enfocó en ella — te colgaste por un segundo, niña.

— Es temprano — se excusó con una sonrisa tensa.

— Comprensible, siempre tuvimos que arrancarte de la cama para que madrugaras, cuando eras pequeña.

AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora