Única parte.

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Los finos dedos del pelirrosa acariciaban cada centímetro del torso contrario, haciendo que suelte suspiros por cada beso que dejaba sobre su piel. Kaoru disfrutaba de esa vista, su novio sin ropa sobre la cama, siendo sumiso y débil por aquella noche especial de ambos.

Dos años habían pasado, festejaban el hecho de haber logrado convivir juntos, claro, sin contar las pequeñas discusiones.

Soltó una risa, amaba aquellos abdominales bien marcados, y tenerlos solo para él lo hacía sentirse genial. Kojiro pidió poder tocarse, Kaoru negó.

– ¿Recuerdas lo que dije?, nada de tocarse hasta que yo esté sin ropa, sweetie. – Su voz sonó gruesa, como siempre, pero tan cálida que no parecía que acababa de soltar una frase tan dominante.

Finalmente pasaron las horas, el peliverde gimió, Cherry Blossom ya estaba totalmente desnudo.
Las ventanas de la habitación estaban empañadas, y lo único que se escuchaba eran los gemidos del de cabello largo mientras daba saltitos encima de Joe, sintiendo entrar y salir el gran miembro del morocho.

– Por favor, Kaoru, déjame correrme de una vez... – Rogó, cerrando fuertemente los ojos y frunciendo el ceño, aguantando inhumanamente las ganas de correrse que tenía hace una hora.

Besó los labios del morocho y al separarse asintió.

– Bien, pero quiero que lo hagas en mi boca. – Sonrió de lado.

Lentamente sacó el miembro de dentro suya y gateó sobre la cama hasta quedar frente al pene de Kojiro. Lamió el glande y tan solo eso bastó para sentir el líquido blanco caer sobre su lengua y parte de su rostro, se lo tragó todo.

– Ah! Cherry, maldita sea! – gruñó.

– ¿Qué sucede, cariño? ¿Acaso no te gusta tenerlo dentro? Lo siento.

Sakurayashiki había introducido un dígito en la apretada entrada de su pareja, adoraba verlo sonrojado a la vez que movía disimuladamente sus caderas en busca de más. Se mordió el labio inferior mientras introducía un dedo más y comenzó a dejar besitos en el muslo del morocho.

– Mierda, Kaoru.... M-mételo.

– Shh... Koji~ tranquilo... ¿tan desesperado estás por que te folle? – Habló mientras acariciaba el cabello de su amante.

Luego de aquel juego previo que para Joe era interminable, finalmente Nanjo sintió cómo su acompañante metía su pene dentro suya.
El pelirrosa empezó a moverse lentamente y poco a poco fue aumentando la velocidad del vaivén.

Cuando ambos se corrieron por tercera vez, ya estaban agotados.

– Feliz aniversario, amor. – Susurró Kojiro en el oído de su novio que ya estaba durmiendo tranquilamente, lo tapó y besó su mejilla luego de limpiar un poco ambos cuerpos con toallitaa húmedas. Ya mañana tendrían tiempo de bañarse y cambiar las sábanas.

Y así finalizó su segundo aniversario. ‹𝟹

segundo aniversario ‹𝟹 matchablossom Donde viven las historias. Descúbrelo ahora