Capitulo 4.

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20 votos para seguirla! espero que les guste tanto como 'the wrong alpha '

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—¿Sales antes de tiempo? —______ se dejó caer en el sofá, permitiendo caer sus pies en una vieja silla de plástico, los cuales la estaban matando, siempre era así. No me jodas bombas eran geniales para el show, pero para una noche de estar en tus pies, eran demonios. —Sí. Mack dijo que podía. Tengo una cita, quizá podría conseguir algo al menos antes de que la barra cierre, tal vez ponerme un poco borracha con el dinero de otra persona. —La regla de Mack de una bebida gratis por turno era para poner un freno en el disfrute de Lori. Ella había reclamado que bailaba mejor borracha, pero él siguió firme con su regla. Dijo que estaba cansado de ir a recogerla del suelo a lo largo de la noche. —¿Alguien que conozco o alguien nuevo? — ______ nunca estaba segura de a quien Lori estaba viendo en estos días. Ella parecía tener una serie de novios, ninguno de los cuales duró más de un par de semanas. —Dunno. ¿El nombre Mark hace sonar una campana? Su amiga frunció el ceño, apretando los labios. ______ negó, echándose hacia atrás y cerrando los ojos. —¿Viste a la chica nueva? Me perdí su baile. ¿Y Neón? ¿Qué pasa con el nombre? —¿Qué no viste su baile? realmente te pasó algo entonces. Ella tiene estos tatuajes de culo loco que únicamente aparecen bajo una luz negra. Mack puso la iluminación especial, sólo para ella. Una extraña manera de ver mierda, si me preguntas. —Me pregunto cuánto tiempo será antes de que ella salte del escenario a la oscuridad. —Rió en voz baja, para sí misma. —Hey, yo te vi con el hombre misterioso. Tenías que darle un show privado. ¿Cómo fue? ¿Se obtiene una buena propina? —Lori se sentó ante el espejo iluminado, a retocar su maquillaje. —Oh, mierda. ¡Él nunca me pagó! —Golpeó la cabeza contra la pared por la frustración. Lori se dio la vuelta para mirarla por un largo momento. —Guao. Debe haber sido un tipo, si se te olvidó pedir el dinero en efectivo. Eso es un verdadero error de novato, ______, no es algo que tu harías. Espero que hayas hecho lo suficiente en propinas para cumplir con Mack. —Sí, lo hice. —______ negó. Había sido estúpida, tan absorta en el tipo con el que estaba que se olvidó por completo que era un cliente que paga. Y ella ni siquiera llegó a terminar el baile. Pero lo que había sucedido con Justin aún estaba jugando en su mente. Todavía podía sentir sus labios debajo de ella... todavía podía sentir el sentido de la pasión apenas contenida, poder o lo que sea que estaba al acecho bajo esa calma exterior. Además de la excitación sexual obvia que se desprendió de él en oleadas, había irradiado puro magnetismo animal. La risa de Lori interrumpió sus pensamientos. —Que lo tienes mal, ¿verdad? —Se había dado la vuelta, encendiendo un cigarrillo. Dejó escapar una bocanada de humo azul, agitando la colilla en un cenicero rebosante. —No te he visto así desde aquel tipo.... ¿Cómo se llamaba? ¿El chico de Francia o Alemania o de algún lugar? Tenía un acento y lo juro, el momento en que dijo tu nombre, te convertiste en un gran charco de papilla. Era un cretino. Y olía mal, a esos horribles pequeños cigarrillos negros que fumaba todo el tiempo. —Agitó su propio cigarrillo, repentinamente animada. —¡E incluso has dicho que el sexo fue horrible! ¿Te acuerdas? me dijiste que él era como... ______ levantó la mano. —Sí... Lori, lo recuerdo. Yo estaba allí, fui la que tuvo relaciones sexuales con él. No necesito un recuento golpe por golpe de mi propia vida sexual. —Se empujó fuera del sofá. —Escucha, pasa un buen rato en tu cita. Y ten cuidado en el callejón. Edén contó que vio a un chico pasar el rato en el contenedor de basura, él dijo algunas cosas muy groseras hacia ella. —Sí. Lo sé. Es el drogado ex novio de China. La está acechando de nuevo o algo así. Tendré cuidado... como siempre. —Y entonces se había ido, dejando tras de sí una nube de humo. Justin se dio la vuelta, con el brazo en la cara. El sol estaba alto y se mostró reacio a abandonar la cama. Había logrado colarse en la casa sin notar a Bec y quería evitar a su hermano por el mayor tiempo posible. La chica de ayer por la noche... ______. Lo perseguía. Tomó una ducha, pero su olor todavía se aferraba a él. Había algo profundamente satisfactorio y muy excitante en él cuando se movió en la cama, su olor y la memoria que tenía un efecto físico definido en su cuerpo esta mañana. Pero no importa lo excitante, el olor y los recuerdos se unían a la chica equivocada. No había manera de que la manada, y sobre todo, Bec aceptarán a una stripper como hembra alfa. En estos momentos, el orgullo no le permitió llevarla a su casa, el orgullo de su manada, de su historia y patrimonio. Justin y Bec habían tenido ese patrimonio infundido en ellos durante todo el tiempo que pudiese recordar. Eran la primera manada del nuevo mundo, sus antepasados fueron polizones en barcos que cruzaban el Atlántico, con la colonia de Roanoke condenada en carolina del norte. Él sabía la verdad que los libros de historia no tenían. Los colonos no se murieron de hambre el primer invierno o buscando refugio con las tribus nativas. Fueron los primeros asesinatos realizados por sus antepasados, el primero en esta nueva tierra para ser la sangre en la manada. Desde allí, se habían extendido por todo el país, dividiendo, creando nuevas manadas mientras las antiguas crecían demasiado o en peleas, lo que llevaba a un grupo para actuar por su propia cuenta. La manada de Justin y Bec había estado en el área de Filadelfia durante más de doscientos años, antes de que este país siquiera existiera. Estaban orgullosos de su patrimonio y, si la verdad fuera conocida, habiéndose vuelto algo elitista en los años en que decidieron añadir su manada. No estaba seguro de cómo había sucedido, pero el quid de la cuestión era que, en estos momentos, traer de regreso una stripper nunca sería aceptada por la manada, incluso si él la eligiera como su compañera. Los números de la manada estaban disminuyendo debido a esta actitud, combinada con una mayor conciencia de sus números por mortales. Siempre habían estado recluidos, pero ahora casi eran conducidos bajo tierra. Sabía que dependía de él romper con la tradición, pero también sabía que podría dividir a su familia, y posiblemente costarle la vida. —¿Todavía en la cama? ¿Una noche dura? —Bec estaba en la puerta de su habitación, sus brazos cruzados sobre el masivo pecho. Se deslizó fuera de la cama, plantando los pies firmemente en el suelo. —No estoy de humor para tus comentarios en este momento. Si no tienes nada bueno que decir, entonces cállate. —Así que, ¿la búsqueda de una compañera no fue tan bien? —Dio un paso dentro de la habitación, oliendo fuertemente. —La huelo... y ella huele a sexo. —Miró a su hermano—. ¿Estás tomándolas para una prueba de montar ahora? Justin se puso de pie al instante, con las manos en puños. —Bec, fuera. Fuera de mi habitación. Y mientras estés en ello, fuera de la manada. Ya he tenido suficiente de tu insolencia. Si estás tan seguro de lo que se necesita para ser alfa, por todos los medios, vete a ser uno. Su hermano resopló. —¿Lo dices en serio esta vez? ¿O es más una postura? Dio un paso más cerca de Bec. —Con todo mi corazón. Lo digo en serio. Fuera. —Date cuenta de que estás dividiendo la manada. Llevaré conmigo a aquellos que quieran irse. Y hay más de los que piensas. —Pareces olvidar que estoy dividiendo la familia también. ¿O es que eso no cuenta en tus planes? —¿Realmente me dejarías ir? —En serio. Soy alfa ahora. Y entiendo que es difícil para ti, que crees que por algún medio deberías haber sido tú. Pero no lo eres. Puedes luchar conmigo por ello, y voy a ganar. Tú lo sabes, y yo lo sé. —¿Realmente lucharías contra tu propio hermano? —El ceño de Bec se volvió una mirada de incredulidad. —¿Qué quieres de mí? No estás feliz con que sea alfa. Has dejado que todos sepan cómo te sientes. Te doy la oportunidad de irte... infiernos, te digo que te vayas, pero te quedas. Te digo que voy a luchar, no me crees. ¿Qué demonios quieres de mí? Bec negó. —Si no lo sabes, entonces creo que realmente es hora de irme. —Se dio la vuelta, deteniéndose en el umbral. Habló sin mirar atrás. —No vas a hacerlo sólo, Justin. Nos necesitas, como una manada. —No necesito a nadie. Cierra la puerta al salir. La puerta se cerró de golpe, el sonido haciendo eco en la habitación. Justin se sentó cansinamente en la cama, la cabeza entre las manos. Esto era mucho más duro que lo que su padre lo había hecho parecer. Pero su padre no había tenido un hermano pequeño siguiendo como perro todos sus movimientos. Se encontró perdido en un mar de recuerdos durante mucho tiempo, finalmente se levantó, se puso los jeans y una camiseta antes de que caminara a la planta baja, para ver exactamente con lo que se había quedado por manada, sabiendo que ahora no tenía familia.______ normalmente tenía los miércoles por la noche libre, pero pronto por la tarde se había encontrado o inquietamente deambulando por el apartamento o incansablementehaciendo zapping por los canales de televisión. Estaba distraída e irritable, y enfadada consigo misma. Con un frustrado suspiro, lanzó abajo el mando, agarró el bolso y se dirigió al club. —Hey, pensé que estabas libre esta noche. —Lori estaba en su lugar habitual en el sofá, fumando el habitual cigarrillo. —Lo era, pero la última noche fue lenta… mucho, ya sabes… —______ esperaba que Lori retrocediera, pero no estaba contando con eso. Lori la conocía mejor que nadie, y veía a través de ella como una hoja de vidrio. —Entonces, ¿vas a hacer horas extra de turno porque la última noche fue lenta? Sí… estuvieron llenos como sardinas ahí fuera. Tú, sin embargo, estuviste en una habitación privada con tu nuevo hombre.Lori se inclinó hacia adelante, apagando el cigarrillo, soplando el humo hacia el techo. —Pero, sabes, también está bien. Esa polluela Neón no apareció esta noche y Mack está a punto de romperse las pelotas. Estará contento de que estés aquí. —Así que ¿la polluela tatuada de show de luces empaquetó después de una noche? —______ sacudió la cabeza. Las chicas iban y venían aquí todo el tiempo, pero ella sabía si Mack invertía dinero enella en alguna forma, él debía haber pensado que tenía algún tipo de longevidad, al menos para estar alrededor el tiempo suficiente para hacer que las luces valgan la pena en su inversión. —Sí, bueno, se va del juego. —Lori bajó del sofá, estirándose. Sus animados pechos empujaron contra su lechosa bata aunque ______ sabía que ella estaba aquí por otras razones, ese pequeño destello de su amiga salía como un pequeño ruido sordo en el estómago de ______. Lori se acercó a la taquilla de ______, poniéndose detrás de ella, las manos sobre sus caderas, los dedos acariciándola suavemente, deslizándose debajo de su suéter. —Sé lo que significa la apariencia, princesa. —Levantó el abundante y negro pelo de ______, sus labios en su cuello y luego deslizándose arriba para mordisquearle la oreja. Antes de que ______ pudiese pensar, se giró en el abrazo de Lori, sus labios encontrando un familiar beso. Había una cruda necesidad en Lori esta noche, una vulnerabilidad que ______ sentía que era rara vez evidente. Dura como el acero Lori se dejó caer mientras su beso se profundizaba más. ______ sintió la elevada sensación de excitación estando con Lori que siempre traía, pero en la parte trasera de su mente imágenes de Justin se levantaban de su firme cuerpo bajo el de ella en el breve baile privado, su boca caliente y dura contra la suya. Se perdió por un momento en los recuerdos, pensamientos de Justin compitiendo con el beso de Lori por la atención de ______, con el tiempo ganando. No fue mucho antes que Lori se apartara, sacudiendo la cabeza. —Estás a un millón de millas de distancia, chica. Y no voy a ir tan lejos esta noche. —Dio un paso atrás, la cabeza ladeada a un lado, sus ojos entrecerrados. —Lori, yo… yo no… no eres tú. —______ titubeó por las palabras, pero sabía que no podía explicarlo. —Hey, no lo transpires. —Lori se acercó a su taquilla, dejó caer la bata y extendió la mano dentro por un oso de encaje, abrazándolo bruscamente sobre sus largas piernas, contoneándose en los retales de la tela. ______ observó a su amiga, dolorida por extender el brazo pero insegura de que decir. Lori miró arriba, su cara ahora situada en una cuidadosa mascara de indiferencia, pero ______ podía ver el dolor en sus ojos. —Oye, dije que lo dejases caer. Los chicos son chicos. Yo haría lo mismo si estuviese en tus zapatos. Es un chico caliente, incluso si es… lo que sea que es. —Cerró de un golpe la puerta de su taquilla, el sonido haciendo eco en la pequeña habitación. ______ brincó. Odiaba pelear con Lori. Y sabía que Lori nunca la arrojaría por encima de un hombre—. Te veré ahí fuera. —Lori estaba a través de la puerta, sus tacones clicando en el arañado suelo de linóleo, aun abrazando los restos de su oso de peluche antes de que ______ pudiese hablar. ______ dejó salir un suspiro, sacando un camisón rojo y un conjunto de medias que había planeado vestir. Los sostuvo durante un momento, tocando el material satinado. ¿Era un chico que realmente valía la pena como para perder a su mejor amiga? ______ sacudió la cabeza, enterrando la ropa en la parte trasera de la taquilla. —¡Hey! Estás aquí. Debes ser psíquica, esta noche estamos cortos. Eres la quinta. —Mack ya se fue para el momento que ______ miró arriba, la protesta en sus labios muriendo sin decir. —Mierda. —Se arrancó de un ritón la sudadera, tirando de la camiseta sobre su cabeza, inalterable chispeando a través de su pelo. Se quitó los pantalones, se puso las medias de satín rojo y los ridículamente altos tacones rojos que completaban el traje. El espejo iluminado lanza una cruda luz sobre su cara. La mayor parte de su maquillaje estaba en su lugar, hecho en casa, pero añadió otra capa de máscara y manchó el corte con un pintalabios rojo a través de la boca.

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