Our Song || HP. GW.

Girls&Boys

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Chicas que son chicos a los que les gustan chicos que son chicas,
que se ligan a chicos como si fueran chicas, que se ligan a chicas como si fueran chicos.
Siempre debería haber alguien a quien quieres de verdad.
-Girls&Boys. Blur.

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-¡Vamos, Harry, tú puedes!- alienta Hermione, unos escalones arriba. Harry resopla con cansancio y casi se cae al tratar de subir otro escalón.

Claro, ella no acarreaba un refrigerador sola. Ella iba fresca como una lechuga cargando un florero.

-Vete a la mierda, Granger- dice entre dientes y la maldita se echa a reír. Harry logra subir dos escalones más hasta llegar al descanso de las escaleras.

-Ya no puedo esperar a desempacar mis libros- Hermione baja unos pasos para llegar hasta él, Harry se permite sonreír por fin.

-Yo también estoy emocionado. ¿Viste la cocina? Es mi sueño húmedo.

-Qué asco, Harry. Allí cocinaremos.

Harry se ríe- ¿Cocinaremos? No sabes ni hacer café.

-Shh. ¿Ya descansaste?

-Si, ¿pero no puedes ayudarme, inútil?

Hermione lo mira, ofendida- Tengo una hernia, Harry, no puedo creer que la hayas olvidado.

Y sube, muy digna.

-¡Te operaron cuando tenías doce años, embustera!

Hermione siempre usaría esa excusa para no cargar nada pesado ni a ningún niño.

Harry sonrió para sí mismo y cargó el refrigerador, que al final no era tan grande ni pesado como hizo pensar a Hermione, solo quería hacerla sentir culpable. Pero si estaba cansado por subirlo tres pisos sin descansar.

Le faltaban diez escalones y los subió tan rápido, que ni respiró. Por fin, al estar junto a la puerta del nuevo departamento que él y su mejor amiga alquilaron para disfrutar de su vida adulta que se presentaba en el panorama.

-Ayúdame al menos a pasarlo por la puerta, idiota- gruñó, detrás de la caja, y luego asomó la cabeza. Hermione no estaba sola, había un chico pelirrojo y alto frente a ella.

-¡Harry!- se quejó ella, sonrojándose. Harry sonrió avergonzado.

-Lo siento, no sabía que estabas con alguien. Hola, soy Harry, Harry Potter- extendió su mano hacia el chico. El pelirrojo sonrió y aceptó el apretón de manos.

-Ron Weasley- Ron tenía pecas en el rostro y una larga nariz, su sonrisa era amable- Seré su vecino de en frente. Solo quería presentarme, vivo con mi hermana melliza.

A Hermione se le salió la risa tonta y Harry supo que de nuevo, su mejor amiga enamoradiza volvía a tener un flechazo. Puso los ojos en blanco y luego se dirigió a Ron.

-Genial. Al menos ya tenemos un amigo. ¿Viste, Herms? Somos sociables.

-Te dije que lo lograríamos- sonrió Hermione. Chocan los cinco.

Ella vuelve a sonreírle a Ron con todos sus dientes. Hermione tenía de esas sonrisas gigantes que se ven desagradables en todos, menos en ella.

-Me encantaría conocerla. A tu hermana, digo.

-Se estaba dando una ducha, es escultora y estaba llena de arcilla, probablemente ya viene. ¿Necesitan ayuda con el refrigerador?

-Por favor. Hermione vuelve a usar la carta de la hernia para no ayudarme.