Don't blame me II

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Comenten este capítulo y el anterior, por favor :(

Este es es, por decirlo de una manera, el punto de vista de Ginny del OS anterior.

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Donde Harry se convierte en el hogar de Ginny y no tiene la más mínima idea de eso.

𝘗𝘰𝘳 𝘵𝘪, 𝘺𝘰 𝘤𝘳𝘶𝘻𝘢𝘳í𝘢 𝘭𝘢 𝘭í𝘯𝘦𝘢
𝘗𝘦𝘳𝘥𝘦𝘳í𝘢 𝘮𝘪 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰
𝘗𝘦𝘳𝘥𝘦𝘳í𝘢 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘣𝘦𝘻𝘢
𝘋𝘪𝘳á𝘯: 𝘏𝘢 𝘪𝘥𝘰 𝘥𝘦𝘮𝘢𝘴𝘪𝘢𝘥𝘰 𝘭𝘦𝘫𝘰𝘴 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘷𝘦𝘻
𝘕𝘰 𝘮𝘦 𝘤𝘶𝘭𝘱𝘦𝘴, 𝘦𝘭 𝘢𝘮𝘰𝘳 𝘮𝘦 𝘦𝘯𝘭𝘰𝘲𝘶𝘦𝘤𝘪ó

Don't blame me- Taylor Swift.

Harry tiene el corazón roto. Ginny es consciente y no entiende como tiene una sonrisa tan hermosa con el corazón destrozado y la mente nublada. Y él no tiene idea de cómo ésta salva a Ginny cada maldita vez.

Ginny no aparta sus ojos de él mientras lo ve inspeccionar la casa con expresión de asombro cuando tenía once y él doce. Esa expresión no se borra en días, ni cuando su madre le acaricia el cabello o cuando su padre le sonríe. Es como si ni siquiera estuviera acostumbrado a que las personas fueran civilizadas a su alrededor y eso la destroza.

Se dice a sí misma, que un día (no hoy, está demasiado avergonzada porque metió el codo en la mantequilla) ella misma le haría saber a Harry que merecía cada demostración de amor porque él era brillante y perfecto. Ve como absorbe cada detalle de la casa y le dice a Ron lo afortunado que es y quiere golpear a su hermano cuando dice que le gustaría más ser famoso como él.

Ella quiere llenar a Harry de malvaviscos, flores y fotos Polaroid.

A Ginny le gustaba la risa de Harry. Era su sonido preferido en le mundo. Y cuando ella tiene confianza en sí misma, se esfuerza en hacerlo reír. Porque es tan fácil y tan gratificante verlo cerrar los ojos cuando lo hace. Sus bromas no siempre son graciosas, pero él siempre se ríe.

-Bueno, el Ministerio de Magia puede meterse...- despotrica una vez, y su madre la interrumpe:

-¡Ginny! Esa boca, ¿qué pensarán los invitados?

Ginny alza la vista hacia Tonks, que ni siquiera presta atención y Harry, que sonríe divertido. Pone los ojos en blanco y le pide que la acompañe a jugar en la nieve y él la sigue.

Está tirado en medio de su ángel de nieve y Ginny solo puede compararlo con el sol. Harry brilla y Ginny lo adora. Harry ríe y Ginny puede ver todo su futuro en las arruguitas de sus ojos.

Harry admite que le gustaría vivir en su casa para siempre, porque Privet Drive es una mierda y no es necesario que diga el daño que le causa Hogwarts a pesar de que él le da una oportunidad tras otra.

-¿Hay una diferencia?- su pregunta la descoloca por un momento. Para ella era muy simple. Casa era donde se vivía, hogar era donde se pertenecía. Hogar era mirar alrededor y no ver nada más que felicidad.

A ella le gustaría decirle que La Madriguera es su hogar, pero estaría mintiendo. Ella era feliz, pero aún necesitaba más. Y ella podía mentirle en la cara a cualquiera, pero hay algo en los ojos de Harry que la hacen temblar y querer ser tan transparente como sea posible.

Our Song || HP. GW.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora