Our Song || HP. GW.

La vie en rose.

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𝘋𝘢𝘮𝘦 𝘢 𝘮𝘪 𝘵𝘶 𝘤𝘰𝘳𝘢𝘻ó𝘯 𝘺 𝘵𝘶 𝘢𝘭𝘮𝘢
𝘠 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘴𝘦𝘳á 𝘴𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘦𝘯 𝘳𝘰𝘴𝘢.

-La vie en rose, Louis Armstrong.

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Amigos.

Porque así empiezan las mejores historias de amor, ¿no?

Harry le había sonreído al poner una media luna frente a ella.

-Sé qué son tus favoritas, y era la última que quedaba.

La sangre se concentró en su cuello y cara, pero sonrió radiante.

-Muchas gracias, Harry.

-Y... ¿cómo te va en Pociones?- pregunta Harry, para sacar conversación. La hermanita de Ron siempre le había caído bien- ¿Snape también te hace la vida imposible o es solo a mi?

Brillante.

Harry tiene brillo. En todo lo que hace. No hay malicia en sus acciones. Todo él son buenas intenciones y amabilidad, aunque muchas veces nada sale como lo planea.

Harry es brillante. Más que cualquier otra cosa.

Café.

El café nunca ha sido una de las cosas favoritas de Ginny. Prefiere el té o el zumo. Pero nota que Harry si lo bebe, y en grandes cantidades. Él bromea que eso lo mantiene despierto.

Se queda mirándolo, mientras él se sirve café negro.

-¿Que?- él la mira, con la taza blanca en sus labios. Ginny se encoge de hombros.

-Nada. Solo trato de averiguar qué tipo de persona eres- Harry arquea las cejas y se gira hacia ella, curioso- Con leche y vainilla.

-No. Negro- Harry muestra su taza.

-Mientes.

Si, Harry mentía.

Decisión.

Tomar decisiones nunca ha sido una de sus cualidades.

Pero fue sencillo escogerlo a él.

Electricidad.

Ginny no lograba conseguir una palabra que describiera lo que sentía cuando Harry la tocaba.

Buscó y buscó y buscó.

Un día, cuando Hermione le explicaba el funcionamiento de un telivisor y ella fingía escuchar, una palabra captó su atención: "electricidad".

Esa era. El toque de Harry le hacía sentir electricidad.

Franco.

Porque de vez en cuando, Ginny necesita de la franqueza de Harry.

-No puedes ignorar tus sueños. Por nada ni nadie- dijo, directamente. Sin darle vueltas.