Nota 4

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Querido, A.

Un nuevo año mas, supongo que desde ahora será así,  narrare cada momento o cada año.

Ya para este entonces habiamos cumplido 12 años.  Era una nueva etapa de nuestras vidas ya que recién habíamos terminado la primaria, habrían cosas nuevas, profesores nuevos, nuevas materias y con eso nuevos alumnos.

Si había reconocido que para últimos meses de 6to grado empecé a sentir una pequeña atracción hacia ti pero ya para primero eso iba disminuyendo cada día, no mal interpreten, A me parecía muy atractivo y simpático pero no habíamos tenido una conversación estable o larga en mucho tiempo.

Los meses pasaban y entre nosotros no había mas que simple saludos es como que la confianza que a duras penas habíamos conseguido en la obra teatral se hubiese corrompido o esfumado de alguna manera, lo único que me quedaba era observarte al llegar y al salir de clases disimuladamente.

Seguía un pequeño sentimiento hacia ti pero no era tan fuerte como pensé que sería al volver a clases y más por la razón de que me había enterado que Marian Villa estaba enamorada de ti, y no lo hacia disimular ya que cada vez que le dirigías la palabra se sonrojaba de manera notoria, era tan obvio que todo el mundo lo sabía, incluso tú pero, gracias al cielo no sentías nada por ella, aunque te aprovechabas de la situación pidiéndole ya sea la tarea o los apuntes prestados.

Gran travieso.

Podías ser un idiota a veces pero la verdad yo también haría lo mismo o no, no lo sé,  la verdad para ese año veía imposible que alguien estuviese interesado en mi, hasta Julián lo había dicho una vez que estábamos entre vecinos, eso me hirió el alma ya que el era uno por los que yo enloquecía y que el me dijera que nadie sentía algo por mi o me《Chanceaba》expresión de coquetear en mi país,  me dolía mucho, pero poco a poco de alguna manera logre superarlo, costó, pero lo hice, no él sino a sus crueles palabras.

Sin embargo,  un día en mi salón de clases se extravío mi cuaderno de matemáticas, estaba aterrada, ahí tenía todos mis apuntes. Lo busque infinidades de veces en mi bolso pero sin éxito no lograba encontrarlo, paso la hora de descanso y aún nada, hasta la salida que apareció magicamente en la mesa de mi puesto, mire alrededor del salón desconcertada, que se haya perdido y haya aparecido de la nada era lo más misterioso que me había pasado pero no me dio tiempo de revisarlo cuando sonó el timbre de salida.

Ya para cuando llegué a mi casa, después de almorzar, recordé que tenía una actividad de matemática que realizar, la hice, y termine después de dos horas, solté un suspiro cansada de escribir números en mi cuaderno cuando algo en la última página llamo mi atención,  había muchos corazones rojos marcados en el y en  el centro había una frase 《Me gustas mucho, S》 no lo podía creer,  quién sea que había hurtado mi cuaderno era la persona a quién yo le gustaba, nunca pensé que tuviera un admirador secreto.

Al siguiente día llegué a mi clase muy confusa, miré a todos los chicos escudriňándolos, quería saber quién era y la verdad me estaba matando por ello. Aunque una pequeña esperanza me decía que eras tú, A.  Además de que esa semana actuaste muy extraño conmigo pero la verdad nunca lo supe, nunca supe quién fue ese misterioso chico que escribió en mi cuaderno ni siquiera ahora escribiendo esto después de años.

  Un día recuerdo haberme sentado detrás de ti. Cantabas una canción a lo bajo cuando te volteaste hacia mi  y dijiste:

- ¿La conoces? Es una de mis canciones favoritas. Canta conmigo- sonrió.

Me sonroje un poco pero el no pareció notarlo.- No, no me la sé.  Lo siento, A.

Hizo un pequeño puchero con su boca y reí- Es una lastima, sería increíble cantarla contigo- me sorprendió aquello, desde ese momento esa canción quedo guardada en memoria. De la nada saco algo de su bolso, era una foto de el cuando tenía por lo menos unos 8 años,  me la mostró.

- Lo sé,  soy increíblemente guapo además de adorable, algo no muy diferente del ahora- sonrió arrogante - ¿Tu que crees, S?- quise decir que sí,  juro que quise decir que tenía razón pero mi orgullo me ganó,  no le iba a dar puntos a él.

-Lo que yo creo es que tienes un increíble ego- le sonreí. Me sorprendió no haber tartamudeado pues casi siempre lo hacia con el enfrente. ¡Era un milagro!

S= 1  A= 0

-Vaya, que observadora- me guiño un ojo, ese día hablamos lo suficiente para volver a tener esperanzas en ti.

Los meses pasaron, era el cumpleaños de mi mejor amiga, y como era mi vecina de alado era mas fácil ir a visitarla, me aliste rápido ese día y salí a felicitarla, invito a sus amigas que no tardaron en tenerme confianza y con mi hermana. Estábamos tan entretenidas;  conversando, riendo, comiendo, cuando se nos acabo el refresco. Dos de las amigas de mi mejor amiga dijeron que irían a comprar mas refresco a unas de las tiendas más cercanas de nuestras casas y así fue. De regreso las vimos pasar muy cerca de la casa de Julián, mi vecino, y luego detenerse.

¿Por qué se detenían? 

Gritaron tú nombre tan fuerte  que mi amiga y yo las escuchamos a pesar de estar a metros de distancia. Julián y tú salieron desconcertados pero luego al verme una sonrisa cruzo por sus bocas. Okay... eso fue vergonzoso.

-Pero, ¿Que diablos les pasa? - les dije exasperada. Mi mejor amiga me apoyaba en ello.

- Oh vamos es AC, el sobrino del alcalde. No pudimos retenernos.

-No saben la vergüenza que me hicieron pasar- dije negando la cabeza.

- A ver, no es para tanto no es como si lo vieras todos los días o te gustara, ¿o si?- dijo una de ellas.

Mi cuerpo palideció- ¿QUÉ?  El no... no me gusta. Y además, sí lo veo todos los días, estudia conmigo, genios. Eso no es lo peor, es un arrogante en todo, ahora me echara todo en cara.

Una de ella alzo ambas de sus cejas- Vaya, lo siento no sabíamos. Entonces, si no te gusta por lo que acabas de decir entonces lo odias.

Mis ojos se abrieron de par en par, eso no era cierto, era todo lo contrario, era lo mas lejano a ser cierto, A me gustaba pero no quería levantar sospechas - Por supuesto que lo detesto, no es más que un egocéntrico que se cree de todo al igual que sus mejores amigos.

Ellas asintieron convencidas. Uff, por suerte no hubo más preguntas.

Me acuerdo que era primero de junio cuando te me acercaste y me preguntaste que si yo le había dado tu número a una de mis amigas, yo me negué rotundamente.

-No, claro que no. Fue otra de mis amigas que se lo dio, yo no.

-Oh, entiendo...

- ¿Por qué? - pregunté.

-Porque una de ellas me escribió y me pregunto algo extraño.

- ¿En serio? ¿Qué te preguntó?

- Que si yo gustaba de ella- dijo como si fuera la cosa mas loca del mundo y era verdad.

Me sorprendí-¿Qué?  ¿ella te dijo eso? ¿y que le dijiste?

- Que no, obviamente- sonrió,  eso me alivió por alguna razón.

-Bueno, igual no le hagas caso, la chica esta loca- dije haciendo un gesto raro con mis manos, el río.

- En eso estoy de acuerdo- me sonrió - de todas maneras no importa, a mi me gusta alguien más- me escaneo por completo y luego se alejo- Nos vemos luego, Shirley.

Wow, paren un momento,  ¿eso qué fue? Estaba emocionada, ¿ Sería yo esa chica? No lo sabía, pero igual ese día estaba brincando de la felicidad,  hasta mis amigas lo notaron, no quería perder la ilusión,  eres tú él que causas esto en mi, A.

Querido, A. ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora