Nota 5

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Querido, A.

Nuevo año, nuevo curso, para ser más exactos 2do año de secundaria. El año no habia comenzado de la mejor forma, bueno, no para mí, hasta podría decir que fue casi el peor año de mi vida por así decirlo.

Estabamos mal económicamente, el carro de mi padre estaba teniendo fallas por lo que teníamos que caminar de casa al colegio ida y vuelta en un largo, pero muy largo trayecto. Claro que podía irme con mi vecino pero era tan boba que no me atrevía a pedircelo, para colmo, mi mejor amiga del colegio se había cambiado de instituto dejándome sola, claro tenía otras amigas allí pero no era lo mismo incluso a veces me sentía invisible.

la única razón de ver el lado positivo es que estabas tú en él y nunca cambiarías de colegio, por supuesto, y otra pequeña razón que me motivaba a sonreír como una tonta. Ese año no ocurrieron muchas cosas entre nosotros, fue un año muy simple y además teníamos que dar unas clases extra de recreación, era bueno pues te distraías pero al mismo tiempo malo pues me consumía toda la tarde, tres veces por semana para ser exactos, cosa que tenía que hacer, la peor de todas... así es: Caminar y más caminar, para ese año estaba adelgazando demasiado de tanto hacerlo y el agotamiento una vez más se apoderaba de mi.

Recuerdo los primeros días de clases, adivina que paso, ya no era una chica, ¡sino dos! ¡dos! Dos chicas locas por ti, bueno, tres si me incluías a mí, su nombre era Kelly, y entraba en nuestro círculo de amigas para mi mala suerte no paraba de hablar de tí; de lo deportista que eres, de tu hermosa sonrisa, de tus brillantes ojos mieles, de tu magnífico atractivo pero ¿ A que no te imaginas? Cada vez mencionabas que tenias un trasero sexy, ¿puedes creerlo?

La chiquilla ni siquiera le daba vergüenza admitirlo, no es que no estuviera de acuerdo con ella, por el contrario, estaba súper de acuerdo con todo lo que contaba de ti pero, yo ni en un millón de años fuera dicho o admitido aquellas palabras en voz alta, sería muy vergonzoso para mí.

Para mi mala suerte tu le seguiste el juego,  salieron, pero nunca tuvieron ese título de 《novios》pero al final de cuentas lo habían hecho, una de mis amigas había salido contigo y ni siquiera quería imaginar lo que había pasado exactamente pero la verdad no quería saberlo.

Pausa dramática... pues claro que lo sabría,  si la chica hablaba hasta por los codos de tí no tardaría en hablar sobre sus citas y así fue, Kelly un día llego tan distraída no paraba de verte, tú le sonreiste y acto seguido le guiñaste un ojo, no podía culparla, eres un chico muy lindo.

Le preguntamos que le pasaba y ¿saben que dijo? Por supuesto que no, pero me duele tanto decirlo...

Se besaron ¡los dos! Y no hablo de un beso cualquiera, no hablo de amistad,  no hablo de un beso en la mejilla, oh claro que no, un beso real... labios con labios.

Para ese entonces mi corazón ya estaba roto en mil pedazos ¿qué digo? En millones o incluso billones de pedazos, rotos incontrolables y rotos por todas partes.

Siguieron así por varios meses, meses torturosos, lo peor de todo es que yo tenía que escuchar cada detalle de sus salidas ya que era una de las amigas de Kelly, me sentía feliz por ella lo había conseguido, en cambio yo seguía siendo una cobarde, sin decir nada, todo era un secreto o es un juego al que no podía siquiera ganar una vez. Ese año me sentí devastada y mis esperanzas en ti cayeron nuevamente, por supuesto que hice todo lo posible para olvidarte incluso hice una patética lista pero nada parecía encajar a la perfección para pasar ese trago amargo.

Por otro lado, una de las cosas por las que olvidarte fue concentrarme nuevamente en otro chico, mi vecino, así es, había vuelto el sentimiento hacia el volviéndolo un estúpido triángulo amoroso o como sea que lo llamen, lo miraba cada vez que podía y el no parecia notarlo o eso creía.

Querido, A. ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora