Pecado.

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Aclaración: Kai fue criado bajo una estricta doctrina religiosa, aunque con el tiempo dejó de creer en ello, aún así lo marcó de por vida, ahora se cree un pecador por sus deseos de poseer a Hari.

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Dejame ahogarme en el pecado que son tus besos.

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Kai veía atentamente como el albino se movía de un lugar a otro con cosas en las manos, no estaba seguro de lo que eran, se había perdido en sus pensamientos mientras observaba la figura del contrario, se imaginaba besar sus labios, acariciar sus blancas mejillas, acariciar sus blancos cabellos, era algo que deseaba hacer, pero, que consideraba desagradable al mismo tiempo, no creía a Hari como algo sucio y manchado, pero no estaba seguro de él.

Él estaba enfermo, era un pecador con anhelos de poseer a un ángel, se veía a sí mismo de esa forma, aunque desde hace tiempo dejó de creer en la religión para volverse un exitoso científico, desde luego no olvidaba lo que se le enseñó desde niño, estaba obsesionado con la idea de ser un pecador desobedeciendo la voluntad de Dios, el mismo se contradecía muchas veces por esta idea, por eso no se atrevía a hacer algún tipo de intento por acercarse a Hari de la forma que anhelaba.

Una voz le sacó de sus pensamientos, al dirigir su mirada a donde le llamaron notó la peligrosa cercanía que tenía con el albino, debido a la mascarilla que utilizaba el contrario no notó su leve sonrojo, frunció el ceño al instante, Hari soltó una pequeña carcajada al ver la reacción del castaño.

-Te veías tan concentrado, ¿En qué pensabas, Kai?- Dijo el albino alejándose del de ojos ámbar.

-Pensaba en cómo la religión que se me inculcó forzosamente de niño me arruinó la vida- Soltó sin más el castaño.

-Oh... No debí preguntar, discúlpame- Dijo el albino bajando la mirada.

-No tiene importancia- Dijo ahora molesto el de mirada ámbar.

-Pará mí sí... - Murmuró el albino, aunque Kai lo escucho perfectamente y acabo con su auto control.

El castaño se levantó derrepente, acción que asustó al albino por lo repentina que fue, comenzó a quitar lentamente sus guantes blancos y bajó su mascarilla dejando expuesto su rostro, acción que no pasó desapercibida por Hari, suspiró, y dirigió su mirada ambarina al contrario, haciéndole estremecer por su acción, la intensa mirada me hacia sentir extraño, hace mucho que no le veía así.

-Hari- Dijo comenzando a caminar lentamente en su dirección -Soy un pecador- Miró con detenimiento el rostro del albino cuando ya estuvo cerca -No quiero arruinar- Tomó el mentón del contrario con suavidad y acercó su rostro y rozó suavemente sus labios con los ajenos -A un bello ángel- susurro contra los labios del albino.

-Kai- Dijo tímido sintiendo como los ojos ámbar le arrancaban lentamente el alma-Si tú eres el pecador, yo seré el pecado- y sin mas beso al castaño.

Cortos ChronoHaul.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora