3.

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🎵 Keith 🎵

Correr.

Era lo que su mente le gritaba, y su cuerpo obedecía, así que allí estaba corriendo sin mirar hacia atrás, estaba asustado, y en gran manera, ¡Lo sabía! Sabía que mudarse había sido una mala idea, habían dejado su vida tranquila en las afueras de la ciudad, había dejado su antigua escuela donde tenía compañeros agradables, ¡y todo para venir al centro y tener un día terrible!.

Cuando llega a casa toca la puerta desesperado, no quería estar afuera, no quería volver a esa horrible escuela, cuando la puerta se abre pasa y se aferra con fuerza a las piernas de su madre, la cual se tambalea ligeramente tiendo en brazos a una pequeña de 3 años, el niño con ojos llorosos levanta la mirada cuando siente el toque de la mano de su madre sobre su cabeza.

- ¿Que ocurrió mi amor? ¿No te gustó la escuela? - ante las preguntas el pequeño solo niega con la cabeza mientras lágrimas caían desbordadas por su rostro - Está bien, vamos a sentarnos para que me cuentes ¿Si? - la mujer cierra la puerta para luego quitar algunas lágrimas del rostro de su hijo para ofrecerle su mano, y el pequeño aún llorando la toma, para ir juntos al sofá, cuando los 3 están sentados, la bebé de 3 años al ver a su hermano mayor llorar extiende sus bracitos hacia él - Calma mi amor, respira hondo y dime, y míra tu hermanita también está preocupada por tí, ¿Quieres sostenerla? Quiere darte un abrazo -.

El pequeño entre moqueos intenta calmar se, pasando el dorso de sus manos por sus ojos para quitar las lágrimas, y al estar un poco más calmado toma a su hermanita en brazos y está posa sus manitos sobre las mejilla de este y sonríe risueña - Emanio - dice la bebé mientras sonríe y aprieta las mejillas de su hermano mayor, y cuando esté sonríe por la forma graciosa de hablar de su hermana la infante ríe y da saltitos entre los brazos de su hermano el cual la sostiene con fuerza por temor a que se lastime, para girar su cabeza y ver a su mami que sonreía enternesida ante la escena - Ami, emanio nu iora, nu iora - dice muy alegre para sentarse en las piernas de su hermano y abrazarlo, a lo que el niño también la abraza con mucho cuidado como sus padres le habían enseñado y ya se sentía calmado.

- Ahora si mi amor dime ¿Que pasó? Llegaste corriendo ¿Quien te lastimó? - la mujer acaricia el cabello de su hijo mirándolo con preocupación al haberlo visto llegar tan agitado y aún encima con un golpe en su mejilla, sabe que su hijo es un niño alegre, pero también se asusta con facilidad, y es delicado además comprende que este debe estar muy afectado por la reciente mudanza, así que cuando el niño comienza a hablar le escucha atenta.

- Es horrible mami, hay niños malos allí, me golpearon 3 de ellos - sus ojos comienzan a llenarse de lágrimas - no quiero volver allí mami, quiero regresar a casa - las lágrimas caen, realmente estaba asustado, pero tenía miedo a decir todo lo que pasó, talvez su mamá no le creería, y eso solo hacia aumentar las lágrimas, se sentía en peligro, pero al ser cargado por su madre con todo y su hermana en brazos para colocarlo en su regazo y abrazarlos, hizo que todo pasará, que el miedo poco a poco se fuera alejando, para así alzar la mirada hacia su madre la cual también lo miraba con cariño.

- Mami, por favor, quiero volver a casa - la mujer lo mira con comprensión, para acariciarle el cabello, y luego suspirar suavemente.

- Yo también Tesoro, pero ahora este es nuestro hogar, se que es difícil acostumbrarse, pero estamos juntos y es lo importante ¿No crees? - ante está interrogante el pequeño asiente débilmente - se que hoy fue un mal día, y cuando papá regrese hablaremos con el, pero hagamos un esfuerzo juntos, sabes que Papi y yo decidimos mudarnos porqué fue la mejor opción que teníamos, sabes que si se hubiera podido nos hubiésemos quedado, pero nos mudamos porque el trabajo de papi está más cerca además sabes cuánto se está esforzando papi por nosotros, y tenemos que ayudarlo dándole ánimos y nuestras mejores sonrisas cuando llegue ¿Sí? - el pequeño asiente nuevamente, para luego acomodarse en el pecho de su madre, recibiendo besos en su cabeza, caricias en su mejilla lastimada la cual ya no dolía más aún estaba marcado el golpe, y en sus brazos donde sostenía a su hermanita ya dormida desde hace un rato.

Friday Night FunkinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora