Emergencia: Doctor vs Enfermero

C9 Lejos de ti

Me puedo imaginar que el tiempo se detiene y todo al rededor desaparece,  el viento acaricia mi rostro y la suave brisa moja mis mejillas arrastrando consigo toda la pesadez de mi cuerpo, un suave perfume  entra lentamente en mi  haciéndome cosquillas en la nariz, como si quisiera invadirme por completo y mi cuerpo se relaja completamente.  No puedo seguir fingiendo que todo esto no importa, no sé qué pasó entre él y yo, donde quedó esa pasión con la que nos veíamos, con la que nos tomábamos de las manos y pealamos por cualquier cosa. Extraño el sabor de ese dulce beso invernal, se que el también lo sintió, no fui el único en esa fantasía que incluso  ahora se siente viva.

"Señores pasajeros bienvenidos al aeropuerto  Londres Heathrou por favor permanezcan sentados y con el cinturón..."dice la azafata anunciando la llegada de nuestro vuelo, me despierto lentamente mientras el avión termina de aterrizar y veo por la ventana, estoy otra vez en mi país y aunado al buen humor con el que he llegado causado por un posible sueño relajador me hacen esbozar una enorme sonrisa, y aunque mi viaje aun no termina estoy contento de pisar tierra inglesa otra vez. Un mensaje de Scott horas atrás decía que todos estarían ocupados así que no podrían ir a recogerme al aeropuerto por lo que después de unos minutos tomo mis cosas y bajo del avión dirigiéndome dentro del lugar, luego tomo mi maleta y camino lentamente a  la salida de este tomando un taxi a PaddingtonStation, por ultimo tomo un tren y me dirijo a casa. Todo se ve hermoso por aquí, extrañamente hoy no ha llovido y el lugar se ve verde, aunque tal vez  sea porque estoy saliendo de la gran ciudad para adentrarme a la zona rural de Inglaterra, pero justo es aquí donde hice todos mis recuerdos de la infancia. Después de un rato estoy pasando por la estación en la que mis hermanos y yo bajábamos para ir a la escuela media superior, aviso de que estoy por llegar a mi pueblo, me emociona saber que después de casi dos años lejos de mi hogar he regresado para quedarme, pueden decir que soy un anticuado pero prefiero mil veces mi pueblo que la asquerosa ciudad.

-Arthur- dice una viejita que barre fuera de su casa unas flores rosas caídas del árbol que custodia la entrada a su hogar.

-Buenas, señora Blumer- digo con una sonrisa mientras me paro  junto a ella por una calle cercana a mi casa, luego de bajar en la estación.

-Me alegra verte muchacho, le darás un gran gusto de mañana a tu padre después de todo es muy temprano-

-Lo sé, he venido a quedarme para cuidar de él y mamá-

-Entonces voy a preparar algo delicioso para llevarte más tarde-

- No se moleste señora, pero se lo agradecería- dije soltando una risa y volviendo a caminar, no es que quisiera aprovecharme de su amabilidad, pero ella es muy conocida en el lugar por su exquisito sazón.  -Que tenga bonito día- me despido y con maleta en mano comienzo a correr cuesta arriba por una calle ancha y empedrada, típico de un pueblo tranquilo y acogedor.  Al ver de lejos después de una curva pronunciada y arbolada puedo ver aquel enorme roble dándome la bienvenida, justo por ambos lados se alcanzan a observar ladrillos cubiertos de musgo verde señalando el límite de la casa de mis padres,  un enorme lugar debido a los jardines de mi mamá. Camino sosteniendo mi mochila cual niño regresando de la escuela, y disminuyo la velocidad de mis pasos, esperando poder gravar esa escena en mi mente, supongo que es un claro ejemplo del buen vivir. Y finalmente llego al portón de madera, sostenida a ambos lados por pequeños arboles de flores moradas, más adentro se ve el jardín de rosas de mamá, del que Scott tomó la flor días atrás, más adelante se ve la casa  despidiendo humo por la chimenea y rodeada de platas verdes y petirrojos en los bebederos que Nate instaló hace cuatro años después de echar abajó el que papá recién había terminado, y justo por detrás de la casa esas pequeñas montañas me saludan moviendo las hojas de sus árboles debido al matutino viento. Suspiro y abro la puerta justo cuando mi madre abre la ventana de la cocina, la observo por unos segundos sin ser notado hasta que ella levanta la vista, la verdad es que mi llegada era un secreto entre Scott, Natte, Liam y Patric. Incluso a la distancia que tenia pude ver como sus ojos se iluminaban al verme.