Emergencia: Doctor vs Enfermero

C7: Triste melodia P1

mientras  leen esta parte aconsejo escuchar esta canción, crea una ad atmosfera prefecta. Baby Face - I Only Think Of You On Two Occasions

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Una sensación realmente agradable hace que esos segundos me parezcan horas, como si el tiempo se hubiese detenido solo para tenernos juntos.

Su pecho es cálido, y sus brazos rodeándome me hacen perder la noción del tiempo, la verdad no sé si mañana recordará esto, pero se siente como si no fuera el único disfrutándolo, justo ahora ambos podríamos dormir de esta manera sin importar lo demás, estoy seguro de que jamás había sentido esto,  lo quiero guardar para mí  quisiera amanecer de esta manera todos los días, me escondo en sus brazos buscando protección, y siento como él me sujeta más fuerte, por primera vez no es mi imaginación, el está tratando de tenerme más cerca suyo y su respiración cada vez se siente más caliente ahora en  mi oreja derecha . Escucho  suspiros de  ternura cerca de nosotros, como si las demás parejas que se acercaron a ayudarnos a levantar hubieran preferido solo ver la escena. Giro un poco para verle el rostro encontrándome con esos orbes celestes encajados en mi rostro, sus mejillas están rojas y su respiración es rápida, sin embargo ninguno de los dos a desviado la mirada, el pone una de sus manos en el contorno de mi rostro e  involuntariamente mi cuerpo comienza a moverse aproximándose más a él buscando sus labios, Jones hace lo suyo poniendo menos distancia entre nuestras bocas quedando a solo milímetros de tocarnos, siento su cálido aliento pasando por mis rostro y poniendo mis pelos de punta, cada escalofrío que recorre mi cuerpo es causado por el, me estremezco sintiéndolo sin despegar los ojos,  cada microsegundo se vuelve desesperante para ambos, queremos llegar a ese momento especial y cuando nuestros labios se sienten rosar un calor indescriptible llena nuestros cuerpos, luego todo a nuestro alrededor desaparece cuando el pasa sus manos por mi cintura y yo sobre sus hombros,  en estos momentos ya nada importa, ni que sea mi colega de trabajo, tampoco que apenas si sabemos algo del otro y mucho menos que ambos somos hombres, nada es relevante en este momento. Un beso tierno que no fue más allá de posar los labios sobre los otros y las respiraciones que parecían interminables, ambos cerrábamos los ojos perdiéndonos en la sensación del contacto de nuestros cuerpos, pensando solo en nosotros y al mismo tiempo en nada, así de simple y maravilloso.

Sentí un tirón de mi ropa parándome a la fuerza y sacándome de aquel mundo diferente, alguien se había atrevido a interrumpir ese momento, pero diablos, ahora no puedo dejar de pensar en lo que hemos hecho y lo raro que ha sido. -¡stupid frog!- digo al momento que él me suelta y me giro para quedar frente a frente con el francés. -Quien te crees para...- Volteo a ver a Alfred que sigue tirado sobre el hielo con una expresión de supresa, cuando nuestras miradas chocan ambos las desviamos llenos de pensamientos.  -Qué rayos haces aquí-

-Pasaba por el lugar, y te vi tirado sobre Alfred, creí que necesitabas ayuda- dice sonriendo, ¿de verdad no vio lo que interrumpió?  -¿hice mal?-

-¡Eres un bastardo!- digo sacando toda la frustración que tengo en mi ser sobre él.

-¿eh? y yo que te estoy haciendo el favor de salir a buscarte- dice guiñando un ojo mientras extiende la mano a mí.

-Bloody Hell Qué rayos quieres- el me rodea y se dirige a Alfred para ayudarlo a parar.

-Yo no quiero nada, pero Scott me mandó a buscarte- mi piel se hela no por el frio del lugar, sino por el horrible pensamiento que cruzó por mi mente, giro a verlo y con una expresión de incertidumbre le cuestiono.

-Pa..papá está bien?-

-No te preocupes, es solo que tiene una noticia que darte- me dice cambiando el semblante a algo serio, generalmente no me preocuparía  pero el hecho de que mi hermano mayor viniera desde Londres solo para darme una noticia no es algo bueno, salvo que sea para decirme que se va a casar, lo cual dudo ya que no le conozco ninguna novia. Alfred nos ve sin despegar la mirada de la escena, quizá parece que nos llevamos verdaderamente bien.