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Querido diario.

Esto fue lo que pasó hace unos días.

Íbamos por la noche caminando con Minho de la mano. Volvíamos del río Han. Cruzamos el paso de cebra, entonces una luz me encandiló. Vi un coche venir hacia nosotros, el conductor para mi suerte era Woojin. De repente aceleró sin al parecer intención de frenar. Minho me empujó fuertemente hacia adelante. Volé como 2 metros raspándome todo el cuerpo con el tacto rasposo de la carretera. Un horrible sonido resonó haciendo eco en mis tímpanos. Me puse de pie rápidamente entonces lo que vi me dejó helado. El coche donde iba Woojin estaba lleno de humo sin nadie dentro y justo delante se encontraba Minho, estirado en el piso con sus brazos extendidos y su pierna flexionada. Corrí hasta él y me arrodillé a su lado aun sin saber que mierdas pasaba. Lo llamé varias veces entonces mi corazón se detuvo, sangre caía sin parar de su cabeza. Su piel estaba raspada y su camisa blanca estaba tomando un color rojizo. Seguí llamándolo con desesperación, pero él no hablaba ni escuchaba, lo único que hacía era mover su cabeza de un lado a otro despacio. Llamé al 112, y yo de mientras le tomé la mano a Minho con fuerza sintiendo como esta temblaba débilmente. Finalmente la ambulancia llegó, se lo llevaron y yo subí con ellos. Cuando llegamos al hospital lo enviaron directo a urgencias. Ahí estuvo una hora, entonces un médico salió. Y con su fría y grave voz dijo la frase más dolorosa que habré escuchado en la vida "El paciente Lee Know ha fallecido".

Mis rodillas fallaron y caí al suelo sin sentir absolutamente nada. La rabia me invadió mientras el señor seguía explicando que habían hecho lo posible y todos esos cuentos. Empuje al enfermero y entre a la sala donde estaba Minho. Mis ojos ardieron, mi corazón se detuvo y mi sangre se congeló, lo estaban tapando con una sábana blanca. Corrí hasta él y no pude tocarlo, un montón de médicos me agarraron y me sacaron a la fuerza de ahí.

Hace tan solo unas horas hablaba sobre todo lo que podríamos hacer en nuestra boda y decía que mañana podríamos ir al parque a por un helado. Aún sigo sin asimilarlo, y no creo que lo haga jamás. No puede ser que él no esté, no puede ser que haya muerto de repente. No puede ser que se haya ido sin cumplir sus sueños, sin envejecer como él quería, sin formar una familia y sin casarnos como tanto deseábamos. Joder, esto no puede ser real, por favor dime que esta mierda no es real.

Diario del suicida II MinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora