Horarios de amor

3

Era martes y Percy no podía más, estar triste por su ruptura, estudiar 24/7 y dormir casi nada no lo animaba mucho. Además de que Ron tenía menos tiempo por sus 2 nuevas clases obligatorias.

Eran las 4 de la tarde y estaba en la biblioteca leyendo un libro de historia de la magia para poder hacer su trabajo, la biblioteca estaba tranquila como siempre, con alumnos, casi todos de sexto o séptimo año para poder graduarse.

Una mano cerró con brusquedad su libro repentinamente, asustando y sacando de onda al pelirrojo. Al levantar la mirada vio a un castaño el cual no tardó en agarrar el libro, Percy reaccionó y lo tomo del brazo deteniéndolo.

-¿¡Que crees qué haces Wood!? ¡Lo estaba leyendo!-exclamó Percy y vio claramente la cara seria pero calmada del castaño. -Pues ya no.-Dijo este con completa calma.

-¿Me quieres hacer el favor de devolverme el libro?-Dijo el pelirrojo molesto mientras intentaba quitarle el libro de las manos a Wood. -Noup, últimamente has estado muy cansado y eso puede estar perjudicando tu salud así que mientras yo siga vivo tendrás horarios para poder leer, estudiar, lo que quieras hacer que tenga que ver con libros.-dijo Oliver muy seguro de si.

Oliver había tenido el impulso de detener a Percy en su intento de autodestrucción, así que optó que el pelirrojo tendría que seguir una serie de horarios y obligaciones si no quería ser aniquilado brusca, lenta y dolorosamente a mano fría.

-¿Horarios? Por favor, ¿Que se supongo que soy? ¿Un niño de 5 años?-Dijo Percy en tono burlón por la estupida idea de tener "horarios"
establecidos.

-Yep, horarios, y primero tendrás que pasar sobre mi cadaver si piensas en desobedecerlos. Ahora, este libro, al igual que todos los qué hay en Hogwarts, quedan confiscados para ti a partir de este preciso momento así que quieras o no nos vamos a otro lado.-Dijo Wood dejando el libro en la mesa y agarrando a Percy del brazo sacándolo de la biblioteca.-¡Oye! ¿¡Que te pasa Wood!? ¡Recuerda que soy perfecto y puedo tomar cartas sobre el asunto!-Ya me escuchaste, andando.-

~•~

-¿Me quieres explicar que estamos haciendo aquí?-

Oliver y Percy estaban en el campo de Quidditch, y Percy no podía estar más confundido.

-Pues ¿Que crees que se hace en un campo de Quidditch? ¿Leer?-Si eres parte del público, efectivamente.-Dijo Percy sacándole una sonrisa a Wood.

-¿Que clase de ser humano prefiere leer antes de presenciar un partido de Quidditch?-Dijo Oliver mientras paseaba por el campo.-Yo, y para tu información, tengo más coeficiente intelectual que medio Hogwarts, incluyéndote a ti.-Dijo el de lentes el cual estaba junto al capitán de Quidditch.

-Bueno, sabelotodo, veamos si un par de libros te pueden hacer un experto en vuelo.-Dijo Oliver en tono desafiante mientras le extendía una escoba.-¿Que? ¿Tienes planeado que vuele? Todo mundo sabe que prefiero morir a que subirme a eso.-Dijo Percy.-Bueno, como veo que no tienes las suficientes agallas como para enfrentarme, significa que gano, ahora, puedes ir a sentarte en las gradas, igual, no se que planeas hacer.-Dijo Oliver para después soltar la escoba que le había extendido al Weasley y elevarse por los aires.

Percy vio como el castaño se elevó y empezó a dar vueltas, empezó a pensar en las palabras que había dicho Wood, imposible, nadie le ganaba a Percy y menos por default. Se agachó y agarró la escoba con sus manos, pensó que lo que iba a hacer era una completa locura pero ya no había vuelta atrás.

Se montó en la escoba y trató de recordar cómo hacer para poder ascender correctamente, odiaba admitirlo pero esta vez Oliver tenía razón, no todo se puede aprender en los libros.