Una misión lo inicio todo. Una misión lo dió a conocer. Una misión logró que todos conocieran a quien no debió existir. Los monstruos temen su esencia, los dioses aborrecen su existencia y los demonios temen a su ira. Amado por pocos, incomprendido...
Era una noche común y corriente en el local de Devil May Cry o lo que se podría definir como normal en un lugar para cazar demonios.
En el interior del local se encontraba Morrison, un hombre afroamericano de edad mediana, de una barba ligeramente gris bien cuidada y el cuál vestía un traje de negocios, junto a el se encontraba Dante, un adulto de cabellera blanquecina platinada, parecía estar en los inicios de sus 30, pero se mantenía en tan buena forma que parecía de menos.
Ambos hombres estaban charlando entre humor y risas, todo mientras a lo lejos estaba otra persona, era un niño de unos aproximados 8 años y unos ojos color plata como el brillo de la luna, aparte de su cabellera del mismo color, solo que era tipo gris platinado a comparación del otro hombre de cabellera blanquecina.
Dicho niño vestía con una camisa blanca, pantalones negros y unos tenis entre ambos colores, lo más curioso de el, eran un par de cuenos que sobresalían de su cabeza junto a una especie de escamas color plomo y un pequeño oso de felpa arriba de su cabeza, un oso con un garrote y ropa griega. Dicho oso de felpa había sido un obsequio de Trish y se le hizo costumbre tenerlo casi todo el tiempo.
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- Aún no entiendo por qué dejas tus cuernos al aire libre. - dijo Dante en ligera curiosidad.
- Me siento más cómodo al hacerlo.
Su mera apariencia le daba un aire ligeramente serio y de ser poco sociables debido a su mirada casi monótona pero si lo veían bien, parecía un niño adorable y más aún si no tuviera ese par de cuernos y escamas.
- Y pensar que esté jovencito sea tu hijo, debo decir que se parecen mucho, aunque... él tiene ese aire de ser más tranquilo con solo verlo - alegó Morrison mientras volvía a saludar al niño, cosa que el mismo respondió junto a una reverencia de respetó.
- Hey eso ofende amigo, aparte que contigo, ya van 10 personas que me lo dicen- Respondió Dante al ver a su hijo que volvía a leer su libro - en un inicio pensé que... usaron a Vergil... pero según datos sacaron una muestra de mi ADN en el Temen Ni Gru - termino de hablar al momento que veía su hijo.
Le era extraño, pero ahora... no sentía esa soledad, aunque sea alguíen animado, sentía que al saber que tenía un hijo, le hacía sentir extraño, pero no era incómodo, algo intrigante en él.
Morrison observó esa expresión y supo de inmediato lo que significaba y no evitó soltar una ligera risa por ese momento y nuevamente decidió tomar la palabra con dirección al niño que leía un libro.
- Dante, según escuche de ti, los mestizos tienen dislexia a excepción de los hijos de Athena, pero... ¿por que el no tiene eso? - se cruzo de brazos en una clara duda.
- Se debe a la sangre de demonio, como lo digo... es como yo, cuando veo otros idiomas, me es casi fácil entenderlos pero me cuesta hablar con fluidez. Sí que me recuerda un poco a Vergil - recordó con una ligera melancolía al ver a su pequeño.
Morrison observó esa expresión de Dante y no evitó comprender lo que pasaba por su cabeza, por lo que ahora observo con una sonrisa tranquila al pequeño con un oso de felpa en la cabeza.
- ¿Y como te va en la escuela?, Orión - pregunto Morrison con una sonrisa
El infante llegó a arquear un poco la ceja debido a que era lo máximo que podía hacer en el tema de mostrar emociones por el momento, pero entendía perfecta lo que quería decir.
- Últimamente me habían estado intimidando... - habló observando el techo y luego verlo.
- Dante, debes tomar cartas en el asunto con eso - Morrison vio a Dante con seriedad.
- No... no hay necesidad, me encargue de ellos - hablo nuevamente el infante
- y eso implicó que yo vaya a la escuela Yancy, te preguntaras porque Morrison, Menelvagor le fracturó la mandíbula a 4 chicos, eso sin contar que le rompió la pierna al más grande y algunas costillas a otros 3 - terminó de decir el cazador de demonios con suma simpleza
- Espera... ¿¡Orión hizo que!?
- Sip, hasta yo me quedé con cara de ¿que pasó, que pasó?, Mary estuvo peor, casi se desmaya, tuvimos que ir hasta allí y curiosamente todo fue catalogado como defensa propia y problema resuelto, aunque los padre querían la expulsión pero se quedaron callados al saber lo que hacían sus hijos - termino de agregar y notar la expresión de impresión de su amigo
- ... aunque lo llevaste lejos... al menos te llegaste a contener, eso es bueno, ¿no? - agrego el adulto.
Debido a que el observó la fuerza del pequeño y como pudo ser capaz de levantar el auto de Dante.
- Sí, fue un milagro... creo... - fue la respuesta el peligris platinado, volteando la mirada.
Ante esa respuesta Morrison vio a Dante y escuchar "es un avance, ¿no?, hubieranterminado peor"
Luego ello, el joven de cabellera grisácea platinada, volvió a leer su libro.
- ¿Algo más que haya pasado? - pregunto curioso Morrison
- Bueno... cada vez que puedo, asesinó a varios monstruos griegos que me ven mal o me siguen, mayormente arpías y las calcinó para comerlas, su carne sabe bien a decir verdad - dirigió su mirada
- ¿es broma no? - interrogó Morrison en impresión.
- Si... Es... broma... - respondió lentamente
- No me hagas dudar de tu respuesta - contestó Morrison dudoso.
Ante ello lentamente trató de desviar la mirada, dejando incrédulo a adulto. Por parte de este, no sabía que decir
- He tenido demasiados problemas con esa mentalidad suya, al parecer se identifica más como demonio, curiosamente le da cosa saber que es medio griego.
Esa palabras hicieron que el pequeño infante tuviera un escalofrío notable. Sacando una pequeña risa a Dante.
- Me da cosa pensarlo, si pudiera definir algo... siento asco que mi abuelo materno sea Zeus, si fuera Jupiter, me la pensaría un poco, peor que me tocó como progenitora donante de Icor la loca con odio injustificado a todos los hombres, ejemplo sería si ella me ve, más no saber quién soy, tal vez me trataría bien por ser un niño, pero si fuera un adulto con las manos limpias, me tendría odio, en fin, peor aún, tengo el nombre de su antiguo amor.
