Casi Angeles 5 "El Barco"

Capitulo 1 "Bromas"

A la mañana

En la casa Bedoya Agüero Tallarico Rinaldi

Narra Valentina

Hoy es domingo y estamos de vacaciones de verano. Me había levantado de buen humor hasta que al perno de Santino, mi hermano, se le ocurrió tirarme un balde con agua. Planeó vengarme, pero aún no se me ocurre nada. Y justo en ese instante alguien me llama por teléfono, Ciara, ella es experta en bromas. Siempre le han gustado desde chica. No entiendo como no se me ocurrió antes. Atiendo y observó a Ciara con Alex al lado.

—Holaa —saludan los dos a la vez.

—Hola Ciara, necesito que me ayudes —digo ni bien contesto la llamada.

—¿Acaso yo estoy pintado o qué? —reprocha Alex ofendido.

—Hola —lo saludo rápidamente—. Amiga de mi corazón, necesito que me ayudes —pare en seco—, para, ¿vos para qué me llamabas?

—Es que estamos jugando a este juego con Alex y hay una pregunta que nos dejó con duda —me cuenta ella y la miró un poco sorprendida.

—Me llamaron a mi para una pregunta —digo aún sorprendida, como que yo apenas aprobaba.

—En realidad era a tu papá, pero no contesta —explica Alex, eso tiene mucha más lógica.

—Ah, entiendo, creo que se había quedado sin batería su teléfono —digo recordando que me había dicho a mi que lo ponga a cargar, pero me olvidé.

—Ah, ya fue igual —mi amiga le resta importancia.

—¿Cómo que ya fue? Estaba bueno el juego —dice Alex.

—Después le preguntamos a alguien más. ¿Y vos para qué nos necesitas? —me pregunta haciendome recordar.

—Quiero hacerle una broma a Santi porque el me tiró un balde con agua.

—¿Y por qué no le haces lo mismo a él? —propone Alex.

—Porque el empezó así que tengo que hacerle una más grosa —digo intentando hacerle entender—. Vos no le vayas a contar nada, eh —digo recordando que también es su mejor amigo.

—No, él no le va a contar nada porque sino acá también va a empezar una guerra de bromas. —Ciara lo amenaza, ella es una de mis mejores amigas junto a Alai.

—No —siento como la mirada de mi amiga lo intimida un poco—. Como se te ocurre que yo le voy a contar.

—A mí no me engañas Alex, a mí no —dice ella.

—¿Y qué le puedo hacer? —les preguntó.

—Y si le tiras un balde con agua nomas—dice mi mejor amiga, la miró confundida, después veo que me guiña un ojo disimuladamente por Alex y ahí entiendo.

—Está bien —levantó los brazos fingiendo rendirme—. Me tengo que ir, chau pernos.

—Chauu —se despiden los dos.

Cortó la videollamada, esperó unos segundos acostada, escuchó como mi teléfono empieza a sonar devuelta, sabía que no me iba a fallar, la atiendo.

—Listo, ya me pude deshacer de Alex —dice y la miró confundida—. Lo eché de mi pieza por la puerta, no por la ventana —explica sabiendo que yo soy un poquito malpensada.

—Ah, ¿entonces me ayudas? —hago puchero.

—Obvio que si, Valen, no necesitas hacer tu puchero —se ríe.