Capítulo 5: Un lugar hermoso

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Constance salió de la habitación y se fue corriendo hacia hacia el primer piso dónde se encontraba Phillip, con una gran angustia le dijo.

-Phillip, no vuelvas a entrar a esa habitación.

–¿Por qué?. -Preguntó Phillip muy intrigado.–

–Solo no lo haga. –Dijo Constance muy seria.–

Constance se fue de la habitación y Phillip observo a la monja que lo había lanzado a aquella habitación, caminado detrás de Constance, era como si fuese su sombra,
Constance se fue y la monja la siguió.
Phillip no quiso saber quien o que era aquella monja y solo se fue a su habitación, ya ahí Phillip vio a Alice. Alice se acercó a Phillip y lo abrazó y se fue sin decir nada, Phillip estaba muy extrañado del porqué Alice lo abrazó y solo se fue, pero, el solo se acostó en la cama y tomó una siesta.
Alice salió de la habitación y ella solo quería tener un poco de paz, así que ella salio de la casa y vio a Moira la cual se acercó a ella y le dijo.

–Te noto extraña, Alice, ¿Que pasa?.

–Solo quiero que Watts sane y largarme de aquí, no quiero saber nada más. –Dijo Alice muy desanimada.–

–Acompáñame, te llevaré a un lugar al que voy cuando me siento así. –Dijo Moira con una sonrisa en su rostro.–

Alice empezó a seguir a Moira, ellas caminaron casi por toda la propiedad y llegaron a aquel lugar, un manantial, era simplemente espléndido. Moira y Alice se sentaron en unas rocas que estaban por ahí y solo admiraban lo hermoso de ahí, el ambiente era diferente al de la casa, Moira se acercó a Alice y puso su mano en sus piernas, Alice estaba nerviosa pero de un pronto a otro Moira tomó la cara de Alice con mucha delicadeza y la besó apasionadamente.
Alice quedó fascinada y tomó la mano de Moira y poso su cabeza en su hombro, todo era tranquilo y tan hermoso, hasta que llegaron Emma y Miles, Ambas se separaron rápidamente y, Alice vio como Emma llevaba entre brazos una hermosa muñeca, Emma se acercó hacia Alice y le dijo.

–¡Mira!, es mi muñeca, su nombre es Becky.

–Es hermosa, ¿Donde la has conseguido?. –Dijo Alice muy feliz.–

–Apareció en mi habitación, ella me dijo su nombre. –Dijo Emma mientras peinaba el cabello de la muñeca–

Alice miró a Moira, y Moira estaba sorprendida y un poco asustada, pero Alice no le tomó importancia.
Emma tomó a Alice de su mano y Alice se levantó y Emma tiró de su brazo para que ella la empezara a seguir, Alice y Moira se levantaron y comenzaron a seguir a Emma y a Miles, caminaron por un gran rato, hasta que en un momento llegaron a un pozo el cual desprendía un olor a putrefacción, Alice y Moira estaban un poco asustadas pero entonces, Emma dejó caer a la muñeca y la muñeca se levantó, Alice retrocedió unos pasos muy asustada y Emma levantó la muñeca del piso y en cuanto la levantó, a Emma sus ojos se pusieron totalmente blancos y con una voz demoníaca dijo.

–Yo morí aquí.

–¡¿Qué?!. -Dijo Alice muy asustada.-

–Mi nombre era Becky, Watts me asesino justo aquí, y también lo hará contigo. -Dijo Emma mientras sostenía la muñeca-

Moira le arrebató la muñeca a Emma y ella se desmayó, Alice corrió hacia donde Emma y se percató de que apenas podía respirar. Alice estaba aterrorizada y con una respiración muy acelerada le pidió ayuda a Moira.
Moira alzó a Emma y corrió con ella en brazos, Alice tomó a la muñeca y corrió detrás de Moira. Apenas Moira llegó a la casa, fue hasta la sala de estar y la acostó en un sofá, Alice llegó y dijo.

–Ve a por Phillip, ella casi no respira.

Moira corrió hasta el cuarto donde estaba Phillip y le aviso de lo que estaba pensando, Phillip tomó su maletín de utensilios y corrió hasta la sala de estar. Ya ahí empezaron a examinar a Emma, hasta que llegó Constance y muy preocupado corrió hacia donde estaba Emma y tocó la frente de Emma y ella despertó.
Alice sintió un alivio muy grande, pero Alice levantó su mirada y justo detrás de Phillip estaba aquella monja, Alice no sabía que hacer, hasta que Moira se percató de la presencia de la monja y muy asustada le grito a Phillip.

–¡Corre!.

Phillip se dio la vuelta y la monja lo tomó del cuello y ambos empezaron a levitar mientras la monja asfixiaba a Phillip, todos en la sala se espantaron y Phillip con muy pocas fuerzas sacó el crucifijo que Constance le había dado y lo puso en la frente de la monja. El crucifijo ardió en la frente de la monja, ella soltó un alarido demoníaco, pero no soltó a Phillip.

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