Único

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Todavía recordaba como era todo antes. Siempre vive en el pasado para poder arruinar el futuro, era estúpido.

Siempre recordaba el pasado, antes, antes, antes, todo era el antes. Antes de que naciera, antes de decir que quería ser un héroe, antes de recibir su Quirk, antes de matar a su familia, antes de ser encontrado por All For One, antes de convertirse en lo que era ahora.

No importa cuantos antes hubiera y se enfocará, siempre veía el antes de decir que quería ser un héroe. Esa decisión estúpida que tomo cuando tenía solo cuatro años; cuando su papá si lo veía cariñosamente como un hijo, no cómo alguien que no puede seguir una simple regla. Donde no había peleas ni gritos, dónde era alguien que no comprendía el mundo, dónde si hubiera cambiado su manera de pensar sobre los héroes a tiempo no sería quien es ahora.

Pero, ¿Qué podía hacer al respecto?, Nada en absoluto.

Solo cierra sus ojos para sumergirse al mundo donde nadie más que él puede entrar, un mundo perfecto para él, claro. La perfección no existe. Dando el resultado de que su mundo perfecto se ve desmoronado cuando se acuerda de eso.

Pasa de su cumpleaños número tres como todo un niño salta de alegría en su lugar, viendo cada cosa alumbrar. Las luces y sonidos que le hacen danzar, jamás volverá a lo mismo, dónde cuando se levantaba su mamá lo abrazaba solo para decirle “Feliz cumpleaños, mi querido Tenko”, dónde iba al comedor para ser recibido por una niña sonriente que le entregaba un dibujo o un carrito de juguete, cuando podía ver de lejos a su abuela dándole los toques finales a su pastel de cumpleaños, a su abuelo colocando las velas y su papá aun lado listo para prenderlas. Cuando aquel mundo se desmorona siempre inicia de la misma forma, él se coloca al frente del pastel, donde le cantan la típica canción de cumpleaños y termina soplando las velas pidiendo si deseo.

Comienza en aquel error de decir sus deseo en voz alta. ¿Recuerda la regla, “Si dices que deseaste, tu deseo no se cumple”?, Tenko era un niño iluso que no sabía esa regla, oh, como hubiera deseado saberla antes. Cometió el error de decir su deseo.

Deseo ser un héroe

Tuvo que haber sabido que su papá odiaba a los héroes.

Su deseo no se cumplió, para nada, el destino le hizo una mala jugada al enseñarle cómo su papá cambio la actitud frente a él hasta que decidiera ya no ser un héroe. Fue terco e ignoro todo.

Su trauma revive al momento de matar a su perro, después a su hermana, su madre y su padre.

Abre los ojos rápidamente, lo primero que hace es ver sus manos, estaban completamente limpias, aunque su cerebro todavía dibujara la sangre de su familia en ellas.

Empieza a transpirar, se había olvidado de respirar, era un inútil.

Frunce el seño y regula su respiración. Agarra el teléfono a su lado, lo prende y tenía poca batería, como siempre sobrevive con lo poco que tiene y ve que son las dos de la mañana del cuatro de Abril.

—Mi cumpleaños… —murmura sin emoción.

El teléfono se apaga y ahí lo vio. Con la pantalla negra del celular vio como si sale afectado, sus ojos estaban muy abiertos, sus iris parecían temblar, sus ojos se volvían rojos, le daban comezón, sintió como si varios mosquitos le picaran dando como efecto que agua salada se juntara en su parpado inferior para joderle la vista, borroso solo le quedaba sentir como se deslizaba aquella agua por sus mejillas, no importará cuando tiempo pasará. Era un trauma y le dolía recordarlo.

Sus manos temblaron, ahora sí cuello picaba, inconsientemente empezó a rascarse fuertemente.

Sangraba y le dolía, pero jamás le había tomado importancia. Derrepente para, baja sus manos y se queda viendo el suelo, a la nada en si.

𝙰𝚗𝚝𝚎𝚜 (DabiShiga¿?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora