Contrarian Shit

116 13 2
                                    




En cuanto entro en la habitación donde la velada ocurría todo mundo hizo un grito de emoción, como si el fuera el centro del universo, podía notar en los ojos de todos cierto brillo en cuanto se acercaba a saludarlos, para mi todo sucedía en cámara lenta con música de fondo mientras lo analizaba.

En un momento que pasó muy cerca de donde yo me encontraba sentada pude oler su esencia, debía de ser una colonia muy cara ya que era exquisita. Su vestimenta era perfecta: un pantalón de vestir negro que le quedaba increible combinado con una camisa tipo polo de colores otoñales y un abrigo color caramelo. Su cabello se encontraba peinado como de costumbre, o mas bien, despeinado como siempre. Era un hombre muy atractivo.

Tomó asiento a un lado de Anne para comenzar a charlar, ambos reían animadamente mientras los demás invitados observaban como los dos conversaban. No entendía por que en los ojos de todas las mujeres de la habitación se reflejaba cierto enamoramiento hacia el chileno, era como si todas desearan saber que se siente estar a su lado o amarlo. Había admitido que era un hombre guapo, pero no era para tanto, en mi no causaba ese efecto, hasta llegaba a ser un poco molesto las carcajadas falsas que soltaban los presentes cuando contaba una anécdota durante la cena. Todos querían agradarle.

Yo solo me dedicaba a observarlo, no me había percatado que ya se encontraban en el plato fuerte cuando comenzaron a hablar sobre las mejores películas sobre mafiosos de la historia, todos concordaban que "Goodfellas" era un clásico imperdible...hasta que el hablo.

-Es sobre valorada, para mi "The Godfather" siempre será un clásico y la mejor de la mafia italiana – expresó su opinión mientras yo rodaba los ojos, estaba en total desacuerdo con Pedro.

-Como se nota que no le has prestado atención – murmuré mientras pasaba el dedo sobre la pantalla de mi instagram en el teléfono.

El silencio en el comedor me hizo levantar la mirada.

Mierda, me habían escuchado.

Podía sentir su mirada perforante sobre mi, mis mejillas se sentían como un horno, apunto de estallar por lo rosadas que estaban.

-Y de acuerdo a ti... ¿a qué debo de prestarle atención? – me cuestionó con una sonrisa burlona mientras apoyaba su codo sobre la mesa y apoyaba su mentón sobre su antemano.

-Es la historia de un niño que termina en la mafia italiana, como si en su corta vida su único destino fuera ser un mafioso, aprende de los mejores sin embargo logra traicionarlos, sus amigos lo traicionan y el no sabe serle fiel a su amada esposa – expresé dejando la agenda y mi iPhone a un lado.

Los demás invitados seguían comiendo sin decir palabra alguna mientras nosotros dos solo nos veíamos fijamente sin ceder alguno, hasta que el decidió apartar la mirada y darle un sorbo a la copa de champaña que tenia frente a el.

-Esta bien, le daré una segunda oportunidad – me guiñó el ojo para proceder a terminar su cena y seguir charlando con Anne.

Me sentía como una idiota, ¿Quién diablos me creía para cuestionar a los amigos de mi tía? Sobre todo, a Pedro Pascal, por lo poco que había visto era su consentido.

Me levante del asiento tratando de no llamar la atención, dirigiéndome a toda prisa hacia la cocina en donde los chefs y las meseras se encontraban descansando un rato antes de servir el postre. Una puerta que daba hacia el balcón se encontraba al final del pasillo afuera de la cocina, me sonaba mejor la idea de tomar aire fresco para recobrar la compostura.

Mirando la calle las personas pasaban caminando y riendo inmersos en sus mundos, las calles estaban abarrotadas con taxis en el trafico. Algo que no me gustaba de Nueva York es que nunca había silencio, en momentos como este donde necesitabas paz no lo encontrarías en la ciudad.

- Hey – escuche una voz masculina que conocía muy bien detrás de mí, era Pedro.

Se acercaba lentamente mientras desabotonaba su abrigo. Debido al bochorno por el que acaba de pasar no me había percatado de lo frio que era el clima a esas horas de la noche.

Al llegar hacia mi me quede muda ya que se quito su abrigo y lo coloco sobre mis hombros, cosa que agradecí infinitamente.

-Gracias, no me había dado cuenta de lo helado que estaba aquí afuera – le dije mientras se colocaba a un lado mío para recargar ambos antebrazos sobre el balcón.

Ninguno de los dos decía alguna palabra, pero de alguna manera el ruido de la ciudad se desvaneció. Trataba arduamente de no observarlo tanto, pero ahí estaba... lucía como el hombre perfecto.

- ¿Sabes? Siento mucho haberte contradicho en frente de todos. No era mi intención – comencé la conversación ya que sabía que tenía que disculparme.

-No fue nada, me gusta cuando la gente externa sus opiniones, me hace sentir humano de nuevo – rió enseñando sus perfectos y blancos dientes, parecían perlas preciosas. Sus ojos se arrugaban un poco cuando sonreía, pero le daba algo único a su rostro.

- ¿Humano de nuevo? – cuestioné sonriendo un poco, tenia la intención de conocer a este hombre a fondo, aunque fuera durante unos minutos antes de que cada uno partiera por su rumbo y nunca lo volviera a ver, mas que en la pantalla grande.

-Si ya sabes, al ser famoso ya no me tratan como una persona normal. Es como si todos buscaran agradarme. Y no me molesta en lo absoluto, debo de admitir que a veces se tienen ventajas. Pero me gusta cuando llega alguien como tu y simplemente me hace olvidar quien soy o el resto de las demás personas – sonaba como algo increíble que Pedro estuviera diciéndome eso. Hace una semana me encontraba en mi ciudad natal rechazando una propuesta de matrimonio y ahora estaba aquí con el hombre del año.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 16, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Gold Rush || Pedro PascalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora