Arrival

382 24 3
                                        

¿Nueva York? Comenzaba a arrepentirme de hacer lo que estaba planeando, pero no había vuelta atrás. Tal parecía que esta situación me había empujado a hacer lo que tanto quería pero no tenia el valor de llevar a cabo.

-Lo tomare por favor, que no sea viaje redondo- Pedí mientras tomaba la cartera de mi bolso.
Agradecia tanto que durante los últimos meses había liquidado el monto de deuda en mi tarjeta de crédito, pero me veía limitada a solo $10,000 dolares en ella. En cuanto aterrizara tenia que arreglar mi vida.

Al entregarme el boleto de avión le agradecí y me dirigi a la pequeña cafetería que se encontraba dentro del lugar. A simple vista solo había 5 almas de viajeros en todo el panorama. Me limite a consumir un café y agua para tratar de bajar la cruda lo antes posible.

Con manos temblorosas tome mi celular para revisar la hora, aun faltaba una larga hora de espera. Me adentre a mi bandeja de entrada de mensajes, aparecían los nombres de todas las personas importantes en mi vida. Todas cuestionando mi paradero. Me sorprendia que el solo intentara llamarme una vez.
En mi mente retumbo su voz con disgusto cuando hace un mes menciono que "yo no era de fiar", a pesar de que lo había dicho solo por comerme unas papas fritas que le pertenecían, no podía evitar imaginándolo, diciendo lo mismo por dejarlo plantado.

Cerre mis ojos por lo que parecieron horas pero mi alarma del teléfono indicaba que había dormido 20 minutos en la sala de espera. La bocina del aeropuerto se hizo sonar llamando a las personas que tomarían el vuelo 825 hacia Nueva York. Tome mi bolso y subi las escaleras eléctricas que conducían al pasillo de despachos.

Por primera vez no me interesaba mirar por las ventanas de avión, la noche era oscura así que no había mucho que admirar.

Me concentre en buscar por internet algún AirBnb disponible para quedarme. Todos parecían muy costosos, pero no tenia otra elección ya que un cuarto de hotel podría ser hasta el triple del mejor precio por un apartamento en la plataforma.

Decidí hospedarme en Queens que era un área no tan popular, lo cual logro que encontrara un buen precio de alquiler.

Jamás en mi vida había salido de mi ciudad, solo cuando tenia 12 años que mis padres me llevaron a Disneylandia, tenia muy pocos y vagos recuerdos de ese viaje. La experiencia de vivir esta etapa que comenzaba sola me daba escalofríos y me hacia sentir pequeña. Estaba muy acostumbrada en apoyarme en otras personas para realizar transiciones en mi vida o aventurarme. Esta vez estaba por mi cuenta.

¿En donde rayos trabajaría? ¿Qué iba a decir en mi antiguo trabajo?

Comencé a redactar un correo de renuncia desde mi teléfono en la aplicación de Outlook, no entre en detalles, solo explique que no podía seguir laborando ya que tenia que salir de emergencia de la ciudad.

Serian 3 horas y media de vuelo, sin escalas, tenia la oportunidad de tratar de dormir, eso me ayudaría a pensar con mas claridad en cuanto aterrizara.

La voz de la azafata me hizo despertar del sueño profundo en el que me encontraba, los nervios se comenzaron a apoderar de mi en cuanto abrí los ojos. Eche un vistazo por la ventana y aun estaba oscuro. La diferencia de horario se hacia notar.

Al bajar del avión me dirigí a la salida principal de JFK, no había mucho trafico afuera debido a que era Año Nuevo, los taxis se encontraban en linea sobre la acera así que no dude en acercarme a pedir el presupuesto para llegar a Queens.

Como era de esperarse el costo del viaje fue caro, pero no había mucho que pudiera hacer al respecto. Por la ventana del auto veía pasar la ciudad de los sueños frente a mis ojos, era tan bonita y alejada de la realidad donde yo crecí. Las luces eran brillantes, las personas salían de los bares tambaleándose por lo borrachos que se encontraban, justo así era como yo esperaba que mi noche terminara.

Gold Rush || Pedro PascalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora