Chaînes et mensonges

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Artista de la imagen: @Hun_xOh en Twitter.

Me gustaría que el tiempo se detuviera, para que se quede conmigo y que no se vaya. Me gustaría que hiciera un gesto, que me estreche en sus brazos y que me susurre que eso no empezará de nuevo. Pero ¿Como hacer para reconstruir? Si empezar de nuevo es todo destruir.
-J'aimerais / Vendredi Sur Mer.

-Fui tan idiota, no sé que me pasa hoy.

El séquito lo miraba con atención mientras llegaba a una conclusión sobre su objetivo en cuestión, habían dado, de manera superflua, con el usuario de la cadena y no podían esperar más tiempo, una vez hecho un cambio de ropa pidió a sus tres compañeras, Nobunaga y Kortopi que le acompañasen pues ya era hora de acabar con todo esto. Acabar y huir, aún si eso significaba separarse para siempre de aquella ciudad que mantenía un solo habitante qué había llamado su atención. Se permitió el deleite de recordar a Aureum dormido plácidamente a su lado antes de salir en medio de la tormenta.

La lluvia caía incesante mientras observaba por la ventana del auto y después a su celular hasta sentir una mano en su hombro.

-Por favor, cálmate ¿Si? Todo va de acuerdo al plan

-Estoy bien – sacudió el hombro, incómodo.

-¿Qué ocurre?

-Leorio, somos amigos y todo pero, ¿Por qué diablos una peluca?

-Para evitar que te reconozcan, idiota, ¿Qué pasará si atrapan a Killua y ven sus recuerdos? No podemos dejar huecos

-Solo admite que es un asqueroso fetiche tuyo

-Solo fue mi sugerencia, no te obligué a comprarlas

-Si pero

-¿Pero? – el de lentes levantó las cejas, era cierto que no lo habían obligado, él solo tomó ambas pelucas y pensó en las mejores maneras de usarlas para pasar desapercibido.

-No importa, sigamos con el plan – Llamó a Killua para pedir un reporte de su trabajo, no había mucho que avisar más que el hecho de que los edificios habían sido reemplazados por señuelos y no podía acercarse, mientras Gon jugaba distraídamente con los largos cabellos que se ocultaban apenas bajo la gorra que servían en el conjunto elegido. Su paciencia estaba llegando al límite pero no podía darse el lujo de adelantarse sin tener más pistas, esperando nuevamente la llamada del albino su temple volvió en si, hasta escuchar al niño hablar “Debe ser el líder” el corazón de Kurapika latió de tal forma que su pecho dolió.

Esperó en aquel auto en medio del tráfico, entonces lo vio salir de la estación del tren, acompañado como era costumbre. El odio y la furia lo invadieron inmediatamente obligándolo a salir tras ellos, con Gon a sus espaldas gritando algo pero él no tenía más en la cabeza, solo el enfermizo deber de asesinarlo. Estaban tan cerca, podía escuchar sus pisadas seguras en el asfalto, tan estúpidamente, tan cerca y sin embargo había permitido que sus amigos fuesen capturados. Pudo atacar y aquella voz lo detuvo.

“-¿Por qué será?, ¿Porque no tiene nada que ver con nosotros? No, pensándolo mejor, no es algo tan simple. ¿Cómo expresar verbalmente nuestros motivos…? No estoy muy seguro de eso, pero por muy extraño que parezca… O quizás no es tan extraño, ¿Es la clave para comprenderme a mi mismo?”

-Menudo imbécil – vociferó cuando les escuchó alejarse – ¡Maldición!

-Debes ser paciente – Senritsu le miró preocupada, estaba tan furioso que no había notado la llegada de su amiga.

-¡Lo entiendo!

-¡No, no lo entiendes! Te has portado como un idiota, ¡Has sido irracional! – de reojo Kurapika miró el semblante de Senritsu, mitad asustada, mitad enojada – ¡Los expusiste a un peligro innecesario! – la cantarina voz de Senritsu se quebró - ¿Sabes por qué de dejaron capturar?, ¿Estaría bien que te atraparan y murieras?