Oʜ Mʏ Bʟᴏᴏᴅ

𝟐; 𝟏𝟕𝟐𝟕: 𝐂𝐡𝐨𝐢 𝐒𝐞𝐮𝐧𝐠𝐂𝐡𝐞𝐨𝐥

Yo era un huérfano, bueno siempre lo he sido.

Desde los 5 años yo ya no tenía a nadie, no tenía mamá, no tenía papá, algún hermano u otro familiar, tampoco tenía una casa propia, vivía en un restaurante.

El dueño me dejaba quedarme en su oficina mientras yo me portara bien y no saliera de ahí.

Había veces que me llevaba a su casa para que yo me diera un baño y me cambiara de ropa, me peinara y pudiera acompañarlo a algún lado.

Eso solo duro 4 años, el propietario falleció de un paro cardiaco y yo tuve que dejar ese lugar, busque un trabajo, a la edad de 9 años solo podía hacer eso, era ayudante en una panadería, ¿Que hacia?, prender el horno, llevar las cajas de huevo y botellas de leche a la bodega y de vez en cuando acomodar el pan en las charolas del los mostradores.

No era difícil pero tampoco tan fácil, mi pago era un cuarto en la casa de los dueños con desayuno, comida y cena, ellos eran lo más cercano que tenia a una familia.

Eso tendría que durar hasta que yo cumpliera mínimo los 18 años, hubiera tenido una mejor vida, habría vivido lo suficiente, en mi época correspondiente.

A los 12 años viví la peor de las tragedias, algo que nunca pensé que me tocaria tener que soportar, algo que en ese momento se convirtió en mi mayor temor.

Tres noches después de cumplir 12, Vicente, el hijo de los señores "De la Noir", entro a mi habitación y abuso de mi.

No fue una, ni dos, ni tres veces, todas las noches tenía miedo de que apareciera de nuevo, abriendo esa puerta con una mordaza y una cuerda para que no me defendiera y no gritara por ayuda.

Jamas pude decirle nada a "mis padres" porque el era su hijo biológico, no yo, jamas me iban a creer, mi cuerpo se congelaba cada vez que ese maldito me miraba, me tocaba o me hablaba frente a la gente.

En ese tiempo yo solo quería huir de ahí, quería gritarle a todos era Vicente De La Noir era un maldito pervertido, un pedófilo, quería morir.

Pero jamas pude hacerlo, no pude hacer nada, me había dejado en claro que si hablaba el me mataría, así que tenía dos opciones, callarme y dejar que siguiera abusando de mi o hablar y morir. Claro que ninguna de ellas era justa o mejor que la otra, pero tenía que tomar una.

Durante tres años soporte que me violara casi a diario, pensé que eso ya era demasiado, sin embargo lo peor vino al cumplir 15, me llevo a un lugar el cual desconocía y era completamente intransitable.

Ahí encontramos a cuatro personas más, era sus amigos que además de vagos eran unos ebrios, no sabia que mierdas hacían ellos ahí pero todo fue claro cuando "mi hermano" me dijo "Quitate toda la ropa y que no se te ocurra gritar porque aun así nadie te va a ayudar".

Ese dia sus amigos también abusaron de mi pero no solo eso, tres de ellos también me golpearon para dejarme inconsciente en el mejor de los casos.

Me dejaron tirado en aquel callejón, bañado en sangre y lagrimas, completamente desnudo y lastimado, algo que nadie desearía vivir, para mi desgracia ese dia también llovió, el frio del suelo, el agua y el viento me matarian y para mi era más que perfecto, dejaría de verlo todos los días y seria libre.

-Hey ¿Estas bien? ¿Que te paso?

-Por favor...ya no...ya no me lastimen...por favor

-Tranquilo, no te haré daño, estarás a salvo conmigo

En ese momento ya no sabia que estaba pasando, si solo era una alucinación o era el hecho de estar delirando, la lluvia paro en ese momento y pude ver una silueta inclinada hacia mi cubriendome con una enorme y calida capa que llevaba puesta aquel hombre.

Quede inconsciente entre sus brazos, no sabia a donde íbamos o que planeaba hacer conmigo pero estar lejos de ese lugar era mejor que nada.

Desperté en una enorme cama, arropado con mantas y sabanas de algodón, cálido con algunas velas iluminando aquel espacio, aun desnudo pero ahora estaba curado, bañado y un poco adolorido.

Me sente recargandome en la cabecera explorando con la mirada, había adornos que parecían ser de oro, otros eran de madera y tenían piedras incrustadas, ¿En donde carajo había ido a dar? Fue lo primero que me pregunte.

-Oh ya despertaste, te traje un camisón para que puedas dormir mejor

Mi miedo gano en aquel momento provocando que me cubriera entero con las sabanas y me hiciera bolita ahí mismo, comencé a temblar notablemente y me quede mudo en ese momento.

-Tranquilo, te dije que no te haría daño y estarás a salvo conmigo, soy el Doctor Aaron Kwak y ahora estas en mi casa, yo te voy a proteger si lo necesitas

Y por alguna razón eso me hizo confiar en el, aparte de eso era bastante atractivo y creo que también eso me hizo darme cuenta de que me gustaban los hombres.

Solo hubo un niño que me hizo dudar de mi orientación sexual pero después tuvo que irse, fue triste pero me dejo en duda hasta que apareció Aaron.

-S-soy...Choi Seungcheol, g-gracias por acogerme en su casa m-monsieur Kwak, trabajaba con el monsieur y madame De La Noir

-Lo se, tenias el ligero aroma del mejor pan de Francia, debería ir a decirles que estas aquí para que no se preocupen por ti

-No! Por favor no!

-¿Porque? ¿Te hicieron algo? ¿Ellos te dejaron en ese callejón?

-N-no, ellos no pero...V-vicente...

-El fue el que te hizo esto ¿Verdad?

-Monsier...

-Maldito cerdo, ¿Como se atreve a aprovecharse de un niño? Tenemos que decirle a los señores De La Noir

-No, ellos no me creerian, Vicente es su hijo...déjeme quedarme con usted monsier, no quiero regresar a ese lugar, prometo no ser una molestia, por favor

Pareciera que no me iba a aceptar en ese momento pero al contrario, mi temor y mis lagrimas lo convencieron, pero sus condiciones fueron que trabajara como su asistente con los pacientes.

Después de recuperarme por completo comencé a trabajar con el y para mi suerte siempre iba a las afueras de la ciudad de francia y no me topaba con alguien que me conociera.

Claro que al principio tuve un choque emocional por dejar a los De La Noir con la duda de el que me había pasado o a donde me fui pero me sentía bien, libre y tranquilo de no estar con Vicente.

Todo estaba bien hasta que Aaron me contó su secreto y un mar de problemas llegaron a mi vida nuevamente.