Oʜ Mʏ Bʟᴏᴏᴅ

𝟒; 𝟏,𝟖𝟎𝟔: 𝐇𝐨𝐧𝐠 𝐉𝐢𝐒𝐨𝐨 𝐉𝐨𝐬𝐡𝐮𝐚

¿Ustedes que dirían si se enteraran que soy alguien lujurioso y no me gusta repetir tan seguido con la misma persona?.

Claro que si en la actualidad es algo mal visto por algunas personas en mi época era de lo peor y por eso me lo guardaba, prefería no decir nada para no ser señalado siempre.

Durante esos días se corrió un rumor entre varios jóvenes, varones, todos repetían lo mismo, "un hombre entro a mi habitación y me dio el mejor sexo de mi vida", aunque claro, nunca me considere un experto en el tema.

Eran puntos de vista distintos pero aun así llegaban a la conclusión de "La mejor noche de mi vida" lo que claro, me motivaba más.

Francia es grande y en aquel entonces era una ciudad menos concurrida, así que con seguridad solo los jóvenes varones lo sabían y para mi ya había sido suficiente, ya me había acostado con media ciudad de la luz.

Hasta con algunos jóvenes campesinos que estaban de paso. Un poco de la mejor etapa de mi vida.

Afortunadamente nunca contraje alguna enfermedad sexual y eso me demostró que Dios si tenía a sus favoritos. O así lo tome yo.

De todos modos yo en ese entonces iba por algo más grande, el hijo del rey, un muchacho bastante atractivo físicamente y de muy buenos modales.

Realmente era la envidia de muchos y la codicia de otros, como yo por ejemplo, la codicia más grande que he tenido.

"El caballero nocturno" era mi apodo o nombre artístico de aquel entonces y solo lo usaba por las noches, por el día solo era un simple granjero y agricultor que obtenía buenas ganancias por sus productos.

El día que conocí al príncipe Luis Felipe de Garza III mi vida dio un giro bastante inesperado.

-¿Ya te vas?

-Tengo que, alteza, si su majestad me encuentra con usted me va a cortar la cabeza

-Eso puedo impedirlo yo

-No se ofenda alteza pero no creo que pueda

-Soy el hijo menor del rey, el más inocente y el favorito de el, lo puedo convencer facilmente

-El más inocente hasta ahora, príncipe Luis

-De eso tienes razón pero no te vallas, quédate un rato conmigo, es la primera vez que estoy con alguien, anda

-Esta bien pero será solo una hora

-Que sean dos, por favor

-Bien...es demasiado tierno, supongo que es esa su manera de convencer a su padre

-Algo así pero tengo una condición

-¿Cual?

-Quítate el antifaz

-¿No le basta con tenerme desnudo y a su lado?

-No, además no creo que alguien mas te haya visto el rostro ¿o si?

-No

-Entonces déjame verte, guardaré el secreto, lo prometo

Y finalmente me convenció, aunque si era bastante fastidioso que insistiera con eso durante media hora.

Pero era sexy y tierno en exceso, odie sentirme débil en ese momento pero ya tenía la cara descubierta y lo estaba besando felizmente.

Me sentía completo a su lado, como si hubiera encontrado algo que me hacia falta, me gustaba esa sensación, mi corazón me pedía quedarme con el y lo hice hasta antes que saliera el sol.