Planeta del Tesoro. El diario de Jim Hawkins: Academia Interestelar

Parte 6

Al día siguiente pensé en sacar el tema de las conspiraciones con Emma en nuestra sesión de estudio , lo haría sutilmente, a ver que tanto estaba enterada de esto. Me reía de solo pensarlo. Cuando llegó Emma a la biblioteca traía un volante en la mano.

—Mira esto — me dijo, mientras me daba ese papel — Es sobre la apertura de una tienda de equipo para surf solar. Se abrirá el fin de semana después del examen de navegación y para ese entonces ya tendremos permiso para salir a la ciudad los fines de semana. Dicen que habrá una carrera para aficionados no se sabe para bien cuando. Qué dices ¿vamos?.

—Esto es fantástico, ¿Cómo te enteraste de esto?.

—Tengo amigos de segundo año y ellos pudieron salir desde el otro fin de semana. Entonces es una cita.

No les voy a mentir, me ruboricé un poco. Sabía que esto no era una cita de verdad pero me sentí emocionado y me alegró saber que nuestro contacto no acabaría con las tutorías.

—Invita a tu amiga la bajita de ojos grandes, ¿cómo se llama?, Tal vez me quiera acompañar a ver unos vestidos. Hace mucho que no hago cosas de chica — agregó

—Se llama Sofía,  y creo que no te va a querer acompañar, a ella no le gustan ese tipo de cosas pero definitivamente si va a querer ver esta tienda de surf solar.

—Bueno, no importa, entre mas mejor. Empecemos a estudiar.

—Por cierto. ¿Haz visto la luna últimamente?. Al entrar la vi y creo que esta llena —mencioné maliciosamente

—No me he fijado.

—Yo si, estaba muy bonita. Incluso me dio ganas de cantarle o admirar su belleza.

—Oh, por dios. ¿estuviste hablando con ese loco?  — dijo molesta, mientras me echaba a reír — ya sabes, el de piel azulada, delgado, pómulos prominentes de orejas largas y puntiagudas. Dime que te dijo — yo no podía parar de reír — desde que llegué a la academia ha estado acosándome y diciéndole a todo el mundo que mi familia mata bebés. Se que es raro que en 12 generaciones todos los primogénitos han sido hombres pero eso es cuestión de suerte. Si fuera cierto, creo que, podrían ser un poco mas selectivos, deberías conocer a mi tío Alfred, a esa nariz no se le puede perdonar la vida. Jim dime que te dijo.

—Demasiadas cosas, no dijo nada de bebes muertos, pero que te estas entrenando para ser un clon de la reina o algo así.

—¿Clon de la reina?. Eso es nuevo, no había escuchado eso sobre mi. ¿Por qué pensara eso?.

—Ni idea — le contesté — creo que es parte del gran plan que tu familia tiene para apoderarse del imperio, o algo por el estilo, no recuerdo bien, hablaba mucho y muy rápido. Creo que tiene que ver con que según él eres la primera mujer de tu familia en asistir a la academia, ¿es cierto?.

—Ah eso, no lo es. Mi prima Tammy asistió a la Academia de artes superiores.

—¿Entonces si eres la única en entrar aquí?

—Estoy cansada de ese tipo y sus fantasías — me contestó mientras se levantaba de su asiento y recogía sus cosas — me duele la cabeza y no puedo concentrarme. Nos vemos mañana Jim.

Salió de la biblioteca rápidamente. Al parecer toqué un tema delicado.

A la mañana siguiente, durante el desayuno, le pregunte a Sofía si ella había oído algún rumor de los que Rex había esparcido por la escuela.

—Si, algunos son muy ingeniosos y creativos — me contestó— pero creo que es algo normal para las personas de su clase que alrededor de ellos surgen leyendas y cosas del estilo. Como en nuestro planeta, recuerdas el rumor sobre el dueño de las minas que decía que secuestraba a los trabajadores para volverlos ciborgs y venderlos como esclavos. Al final las desapariciones eran porque nadie contaba con equipo de seguridad adecuado.

—Lo se, pero, ella se molestó conmigo cuando le mencioné que era la primera mujer Duncan en la academia.

—Claro, porque eso, si es muy sospechoso. Jim tu nunca te enteras de nada.

—¿No me vas a contar que dicen? — dije después de un rato de silencio entre ambos.

—Vaya Jim, no pensé que tu eras de ese tipo, bueno saciaré tu curiosidad — dijo entre risas — no es la gran cosa, es de todos bien conocidos que ella es la primera en su familia en acudir a esta Academia. Así que al principio se pensaba que era un tipo de genio o algo por el estilo, pero no, como ya lo habrás notado los estudios no son su fuerte. Entonces se empezó a correr el rumor de qué tal vez esto es una especie de castigo por algo que ella hizo.

—¿castigo?— pregunté mas para mi que para ella. Entonces recordé cuando oí hablar de ella la primera vez. Tal vez su llegada era una sorpresa no por su linaje, como yo pensaba, sino, porque ella interrumpía cierta tradición. Si lo pienso bien la escuela esta llena de hijos de grandes familias y nadie se fija nunca en eso.

—Hay varios rumores de que pudo haber hecho — continuó — pero pudo haber sido algo grave. La familia Duncan es conocida por sus escándalos de nota rosa, así que, yo creo que no es nada del tipo. Mi teoría favorita es que mató a alguien sin querer, al menos, eso la convertiría en una persona interesante y no solo en una muñequita de sociedad.

No conteste nada, seguimos comiendo en silencio, mientras, veía a Emma en el otro extremo del salón. Sentada en la mesa de Peter Cox y sus amigos, comiendo mientras que todos los demás hablaban. No le mencioné a Sofía el plan para ir a la ciudad.

Después del desayuno nos fuimos a nuestras clases y el día parecía mas tranquilo de lo habitual y fue cuando me di cuenta que no había visto a Rex en todo el día. Le pregunté a su compañero de litera y me dijo que cuando el despertó Rex ya se había levantado. No sabia a quien mas preguntarle, Rex era mas solitario que yo. Entre clases le comenté a Sofía sobre la extraña desaparición de Rex. Nunca le comente que a Rex ya lo había amenazado Cox pero estoy seguro que ella ya intuía algo. Sofía a pesar de su aspecto rudo y su actitud  contestataria es noble y siempre se preocupa por los demás. Fue antes de la hora de mis asesorías con Emma cuando tuve noticias de Rex por parte de Sofía.

—Jim, espera — dijo mientras corría hacia mi y se encontraba conmigo — Sé donde esta Rex, esta en la enfermería, al parecer tuvo un accidente. Nadie sabe de que tipo.

Un accidente— pensé. Dentro de mi sabía que lo que fuera que le haya pasado a Rex no era un accidente y tanto Emma como Cox estaban involucrados, y al mirar a Sofía me di cuenta que ella sospechaba lo mismo. Nos dirigimos a la enfermería a visitar a nuestro excéntrico compañero