07 | Acuerdo

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—Si eso era lo que querías pudiste llamarme de una forma normal y no haciendo todo este escándalo —le reprochó mientras tomaba un poco de té con los ojos cerrados.

—Tal vez, pero no hubiera asegurado que vendrías si lo hacía de otra forma.

—Claro, no es fácil convencerme de algo —respondió Kyoko dejando la taza en la mesa de centro que había entre ellos—. De todas formas, si estabas seguro de que vendría, pudiste avisarles a tus guardias, ¿Sabes?

—Cierto, pero no hubiera sido divertido —comentó Izana con cierta burla sin dejar de lado la elegancia—. ¿Entonces?

—Si tú cumples con tu parte, cumpliré con la mía —respondió con simpleza.

Izana sonrió ante la respuesta de la muchacha, quien parecía no importarle lo que pasaba, aunque en el fondo estaba algo ansiosa por ver a los dos niños que la habían llevado a esa situación.

—Te llevaré con ellos —le dijo Izana a Kyoko mientras se levantaba con elegancia del sillón.

—Te tomas demasiadas molestias, ¿No crees?

—Es posible.

En silencio salieron del interior del castillo caminando en dirección a la arboleda que se situaba dentro de los terrenos del castillo.

—¡Kyoko! —gritó Hanako apenas vio a la mayor mientras corría en su dirección con los brazos extendidos para abrazarla.

—Hola preciosa —la saludo Kyoko una vez que la menor se encontró en sus brazos enrollando sus piernas en su cintura—. ¿Te encuentras bien? ¿Dónde está Zuki?

—Estoy bien, pero no se donde está Zuki, estábamos jugando a las escondidas y todavía no lo encuentro.

—Entiendo, lo buscaremos juntas, ¿Te parece?

La menor asintió con la cabeza energéticamente y después miró al rubio que seguía allí viendo la escena.

—¡Señor Príncipe! ¿Usted también va a jugar a las escondidas? —exclamó Hanako.

Kyoko al escuchar como le dijo la infante a Izana tuvo que aguantar la risa, todo debido a  la mueca de fastidio que puso el mayor.

—Solo vine a acompañar a Kyoko, ya me voy.

—Adiós, señor príncipe —se despidió con burla Kyoko recibiendo una mirada de advertencia y a la vez divertida de parte del rubio—. Bien, vamos a buscar a Zuki.

—¡Si! —Hanako emocionada bajó de los brazos de la pelinegra—. Tú busca por aquí, yo iré por allá.

Sin esperar más se fue corriendo buscando a su hermano, dejando a Kyoko con las palabras en la boca, ella pensaba que era algo contraproducente que se separaran, pues después tendría que buscar a la niñas. Sin más opciones empezó a buscar al niños caminando sola por los terrenos del castillo, o eso parecía.

En busca y captura  /  ASHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora