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"Lo que se ha perdido una vez..."

Sus ojos se abrieron con pesadez, las luces centellantes solo hicieron que su cabeza doliera. Todo se veía tan borroso, como si tratara de ver atraves de un velo de tinieblas, habían voces y mucho ruido pero no lograba identificar nada.

Estaba asustada.

El mundo bajo ella parecía moverse, o tal vez si se estaba moviendo, pero no por cuenta propia.

Fue sacudida con algo de brusquedad seguido del sonido de una puerta, ahora todo era más brillante y blanco, alguien estaba a su lado.

Trato de moverse cuando fue consiente de donde estaba, las tinieblas se diciparon lentamente dejándole ver el interior de una ambulancia.

Un paramédico trataba de tranquilizarla para que no se lastimara, ella no lo sabia pero su estado físico estaba lejos de ser el mejor.

--¿Cariño, me escuchas? --hablo un enfermero a su lado, su voz era dulce, le recordaba a alguien-- Oye, oye, ¿sabes cual es tu nombre?

¿Su nombre? Claro que sabia su nombre ¿que estaba pasando? ¿por qué estaba allí?

Sacudió un poco la cabeza tratando de entender. Lo ultimo que supo fue que estaba en el asiento trasero del auto, sus padres cantaban mal y a todo pulmón una canción y... ¡SUS PADRES! ¡¿Donde estaban?!

--¿Mamá?-- se forzó a formular a duras penas, su garganta dolía a horrores.

Forcejeo tratando de levantarse, debía ir con ellos ¡debia encontrarlos!, pero le fue impedido por el paramedico.

--¡Ey tranquila! Tranquila-- pidio-- todo va a estar bien ¿si? Ten calma. Tu nombre ¿lo sabes?

Resignada, y con un molesto zumbido en su cabeza, asintió.

-- Sunhee... Im Sunhee

--Bien Sunhee, quedate con nosotros ¿bueno? Te llevamos al hospital. No hay nada que temer, avisaremos a parientes y...

El miro aterrada, negado.

--Mis padres...

El enfermero aparto la mirada, no podía verla y no sufrir por ella, esa pequeña niña acababa de pasar por cosas horribles y no sabia lo peor, no podia ser tan despiadado y hacerle saber la verdad... sin embargo, su compañero era otra historia.

--Ellos murieron, lo siento mucho...

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--¿Por qué no?-- se quejo el joven castaño, sabia que estaba haciendo un berrinche de los que su padre odiaba, pero no era justo-- ¡Yo quiero ir!

--Ya te lo dije Seokjin, no vas a venir y punto. Te quedas con tu tío, no se discute.

El joven fruncio el ceño ante la mención del hombre, lo odiaba, y odiaba más la idea de que sus padres lo abandonaran con él.

--Pero él...

--Nada, ya estas muy grandesito para estar lloriqueando por tonterías.

Solo tenia doce años, no podia culparlo por no querer quedarse con un hombre que le haría daño.

Observo a su madre en la puerta, tan hermosa y perfecta como siempre, necesitaba que le ayudará, pero la mujer no iba interceder por él, nunca lo habia hecho antes.

" Si supieran lo que ocurría luego de cerrar la puerta..."

Resentido, dejo ir la pierna de su padre, a la cual se habia estado aferrando, como si eso fuera a hacer cambiar de opinión al hombre más insensible del mundo.

Tratando de no soltarse a llorar los vio alejarse sin despedirse de él, su taxi se alejo hasta que no quedo más que un pequeño punto a la distancia.

Tomo una profunda respiración mentalizandose de que solo seria un fin de semana, que estaría bien, que nada les pasaría...

¡Maldición!

Sintió el aire huir de sus pulmones, siendo demaciado pesado para sostenerlo. Sus manos temblaban y estaba más que seguro que su color de piel no le envidiaba nada a las blancas paredes de la casa.

El auto gris plomizo, que estaciono fuera de su casa, se llevo toda la tranquilidad que habia alcanzado a reunir.

El cerdo.

Con la respiracion alterada corrio torpemente hasta su habitación, cerro la puerta con pasador, y luego se escondió en su armario, estaba oscuro, frio, y esperaba con todas sus fuerzas no ser encontrado.

Un escalofrío le recorrió al oírlo en el piso inferior.

--¡Jinnie~ tu tio favorito esta aqui!

No...

--Nos vamos a divertir mucho.

No...

--La ultima vez tuve que castigarte, espero que esta vez no tengamos problemas.

No...

--Traje varios juguetes nuevos que te gustaran.

¡Por favor no!

No queria sufrir otra vez, no queria golpes, no queria más moretones, no queria más dolor, no queria ser lastimado de nuevo.

--¡Jin~! ¿Donde estas~?

Contuvo un sollozo al oir la puerta de su habitacion ceder a la llave, estaba solo, estaba asustado, y nadie iba a ayudarlo, porque a nadie le importaba.

--Te encontre~

"...Nunca regresara"

{🔱}

Bueno mi gente.
Me volví loca y empezare a publicar esta historia porque me pica verla en borradores jsjsjsj
Denle mucho amor plis
Espero que les guste.

Att:Kris

No soy una princesa [KSJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora