II

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Al llegar a su oficina comenzó a trabajar en los reportes que tenía pendientes, bebiendo de su típica taza de café, miro la hora en su computadora solo para asegurar que tuviera el tiempo perfecto para acabar con ello.

Justo al enviar su último e-mail logro escuchar el llanto de uno de sus hijos más pequeños. Camino a la habitación de los bebés ya sabía que aquel llanto era de Seungmin, ya que últimamente el niño de había vuelto bastante llorón.

-¿Qué pasa, mi amor? ¿Es hora de despertar?- Pregunto a Seungmin una vez que ya lo tenía en sus brazos, arrullandolo para que parará de llorar. -Minnie, no llores. Si lloras Innie va a despertar y se va a poner muy triste por verte llorar.

Y así fue como Seungmin paro su llanto, él no quería que su hermanito se sintiera triste, no quería ver a su hermanito llorar.

Chan sabía que una de las cosas que Min más odiaba era ver a cualquiera de sus hermanos llorar, siempre que alguno lloraba el terminaba llorando a su lado.

-¿Quieres ir a comer, bebé?- Él bebé asintió, su pancita tenía hambre y realmente quería ir a comer. -¿Qué hacemos antes de bajar?

-¿Quitad nuesta pijama?

-Wow, mi bebé es muy inteligente.- Halago a su hijo, haciendo que este soltará una risita. Intentaba llevar la misma rutina que con sus hijos mayores, porque así cuando entrara al jardín le sería más fácil adaptarse al ritmo de sus hermanos.

-¡Cachodito!- Pidió Min señalando su peluche que estaba en su cuna, haciendo que el mayor se lo diera.

Chan se dedicó a vestir a Seungmin, dándole besitos y escuchando la risa del bebé. Cuando terminó bajo con su hijo en brazos llevándolo directo al comedor para sentarlo en su silla para bebé.

El mayor sirvió un plato de cereal con leche y lo puso delante de su hijo.

-Api, yo quiedo come tolito.- Dijo viendo la intención que tenía su papá de darle de comer en la boquita. -Ya toi gande.

-Muy bien comerás solito, pero no me voy a ir, ¿de acuerdo?- Al ver a Seungmin sonreír le dió la cuchara para que comiera, sin importarle que después tendría que limpiar todo el desastre.

-¿Innie no va a depetal?- Pregunto el bebé quien parecía más estar jugando con su comida que realmente estar comiendo.

-Sí, pero recuerda que Innie duerme mucho.

-Po que Innie et un bebé

-Tú también eres un bebé.- Dijo el mayor acariciando su cabello con ternura.

-No, yo soy gande.- Dijo inflando sus mejillas. -Innie et muy tiquito.

Justo cuando iba a contestar escucho otro llanto venir de la habitación, indicando que Jeongin había despertado.

-¡Apá! Algo le pata a Innie, eta tiste.- Comenzó a llorar Seungmin, intentando salir de la silla para ir a salvar a su hermanito.

-Vamos, bebé, pero no llores. Jeongin está bien.

Subió con el pequeño Seungmin en brazos hacia donde ya estaba el aún más pequeño Jeongin parado en su cuna, tomando los barrotes intentando salir.

Dejo a Seungmin en la alfombra que había en aquella habitación y tomo a su hijo más pequeño en brazos, tratando de calmar su llanto.

-¡Api! ¡Aquí eta chupón!- Dijo Seungmin quien había alcanzado el chupete de color blanco de Jeongin.

-Gracias, principe.- Tomo el chupete y lo puso enfrente de Jeongin quien de inmediato abrió su boquita, dejando de llorar al instante.

-¿Despertamos molestos?- Pregunto hacía el bebé en brazos, era raro que Jeongin despertara así, generalmente el nunca lloraba a la hora de despertar, como era el caso de Seungmin.

Arrullo a su bebé un poco más y cuando estaba más tranquilo comenzó a quitar el mameluco que usaba de pijama para poner otra ropa.

-Eche, eche.- Escucho aquella voz aguda por primera vez en él día, debía darse prisa porque cuando su pequeño tenía hambre, realmente tenía hambre.

-Ya voy a terminar, espera un poco más.

-¡Eche eche!

Lo tomo en brazos al igual que a Seungmin quien se había mantenido jugando con su perrito en la alfombra, para bajar nuevamente.

Los acomodo en sus sillas y tomo la mamila de Jeongin con leche para dársela al menor, al igual que dejaba un plato de cereal seco enfrente suyo, ya que al ver a su hermano mayor comer solo él también querría hacerlo.

Después de que sus niños acabaran de comer los llevo al corral que había en la sala, dónde cerro los barrotes y dejo que sus hijos jugarán mientras él iba a limpiar el desastre que dejaron en el comedor.

Pasaron unos largos 15 minutos para que la cocina y el comedor quedarán limpios, pasando por la sala solo para asegurar que sus pequeños no pelearán.

Subió hacía la habitación de sus hijos, para acomodar la ropa de cama de ambas cunas. Ya que sus demás hijos acomodaban su cama antes de ir a la escuela. Vio la hora en su reloj de muñeca, eran las 12:00, momento de ir por sus demás hijos a la escuela.

-¡Niños! Vamos por sus hermanos.

Ambos niños se emocionaron, ya que eso significaba que su papá iba a comprarles dulces.

Subió a ambos a la camioneta llegando al jardín, donde tuvo que entrar al salón de Jisung y Félix, respectivamente para que se los entregará, subió a los dos quienes no paraban de hablar sobre todo lo que hicieron en la escuela.

Al llegar a la primaria dónde iban sus hijos mayores y bajo a sus cuatro bebés, tomando a Jeongin en sus brazos, dejando que Jisung, Seungmin y Felix se tomarán de la mano.

Una vez que Changbin, Hyunjin y Minho salieran camino junto a sus hijos al kiosco donde siempre gastaba fortunas en comprar dulces para ellos.

Siempre fueron una familia que llamaba la atención, era muy extraño ver a un hombre que parecía tan joven acompañado de siete niños, uno seguido del otro. Y Chan siempre se daba cuenta de esas miradas sobre él, unas curiosas y otras incluso despectivas, pero a él no le importaba. Mientras sus hijos estuvieran felices todo estaba bien.

crónicas de papá soltero; Stray kidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora