crónicas de papá soltero; Stray kids

I. 2

Christopher y Woojin se conocieron en la preparatoria, cuando eran tan solo unos adolescentes de 15 y 16 años, respectivamente. Desde el inicio su conexión se hizo presente y nadie se sorprendió cuando algunos meses después ya andaban tomados de la mano, presumiéndose como novios. Al entrar a la universidad su relación se vio un poco quebrada debido a sus agendas apretadas por exámenes y tareas por lo que decidieron irse a vivir juntos. ¿Cómo lograron sobrevivir? Nadie lo sabe con certeza.

Tenían tan solo 24 y 25 años cuando se casaron, después de casi 5 años viviendo juntos. Su boda fue sencilla pero muy linda, muy al estilo de ambos. Ambos habían encontrado un buen trabajo, Christopher como diseñador y Woojin como arquitecto por lo que a los pocos meses decidieron que querían hacer crecer su familia. Estos jóvenes de ahora, queriendo hacer todo en tan poco tiempo.

Visitaron el centro de adopción en varias ocasiones, haciendo pruebas y exámenes que confirmaran que estaban capacitados para ser padres, por supuesto que lo estaban, por lo que solo faltaba que encontraran a su próximo hijo, y ellos realmente ansiaban con un bebé.

A las pocas semanas recibieron una llamada, diciendo que un bebé de 2 meses de edad había llegado al centro, así que la mañana siguiente lo primero que hicieron fue ir al lugar a conocer al bebé que después se volvería en su primer hijo. Lo confirmaron en cuanto lo vieron, aquel bebé era el más hermoso que habían visto en sus vidas, ni siquiera lo pensaron cuando firmaron los papeles para poder hacer a ese pequeño de pestañas gigantes legalmente su hijo.

Ellos ya tenían todo preparado, en el departamento ya estaba todo listo para recibir a un bebé, así que fue fácil acoplarse, habían investigado demasiado y la madre de Chan se quedó con ellos la primer semana, para apoyarlos en todo lo que pudiera, ya que por más preparados que estuvieran eran padre primerizos y todo parecía complicado.

El pequeño Minho creció y cumplió su primer añito de edad, celebrando con una pequeña fiesta que terminó con un pequeño rodeado de regalos y con mucho pastel en su pancita.

Pasaron los días cuando recibieron otra llamada del centro, había llegado bebé y querían saber si estaban interesados en ofrecerle la maravilla de tener una familia, no habían pensado en tener otro hijo por el momento, pero igual decidieron visitar el lugar.

Y pues bueno, la historia no fue muy diferente, aquel bebé era realmente lindo, llamaba la atención por lo pequeñito que era aún para los meses de edad que tenía, pero sin duda lo que terminó de confirmar que ese bebé debía ser parte de su familia fue escuchar a Minho decir: "bebé", mientras reía y apretaba con cuidado la mejilla de Changbin, como habían decidido llamarlo.

Al pequeño Changbin no lo llevaron a casa ese mismo día, ya que querían tener mínimo una cama para él antes de llevarlo a casa, pero al día siguiente ya estaba el pequeño Changbin durmiendo plácidamente en su nuevo hogar.

Minho y Changbin se acoplaron rápido el uno al otro, y Minho mostró ser un niño muy cuidadoso con su hermano pequeño, pues a pesar de que solo sabía dar cinco pasos firmes sin tambalear se mostraba siempre muy pendiente de Changbin, así demostrando que sería un excelente hermano mayor.

Fue hasta que Minho tuvo 3 años y Changbin 2 años que, Christopher y Woojin pudieron rentar una casa más grande, gracias al ascenso que con tanto trabajo había logrado el mayor de ambos y el aumento de sueldo que también había logrado el menor. Fue una mudanza pesada ya que ahora tenían más muebles y dos bebés que cuidar, pero en 10 días ya estaba todo listo en su nueva casa, la cual ahora contaba con una habitación extra, ya que tenían planeado a adoptar a su (como tenían planeado) último hijo y querían tener un lugar apto para todos.

Después de acondicionar aquella habitación visitaron el centro, esta vez sin llamadas de por medio, solo como una visita. Caminaron por todo el lugar y por todas las habitaciones, pero llegando al área de cuneros, dónde estaban los más pequeños. Pero hubo dos de ellos que realmente llamaron su atención, ambos niños estaban uno a lado de otro y sabían por la información que estaba en el mismo cunero que el más grande tenía 1 años y el más pequeño no tenía ni los 6 meses. Ese día volvieron a casa, debatiéndose ya que ambos niños parecían encantadores y al igual que Changbin y Minho habían robado su corazón desde que los vieron.