crónicas de papá soltero; Stray kids

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Minho, Changbin y Hyunjin sacaron sus bicicletas al jardín para hacer carreras, mientras que Felix, Seungmin y Jeongin le pidieron a su papá sus triciclos para jugar al igual que sus hermanos mayores.

Chris se acercó a Jisung quien estaba sentadito frente a su bici en el pasto —¿Que pasa, mi amor? ¿No quieres jugar?

—Ya no me gustan las llantitas... —dijo de manera triste —Ya soy grande como Honie, Binie y Hyunie —dijo con un puchero

—¿Estás listo para que se las quite?

—¡Si! —dijo lleno de emoción, dando saltitos de un lado a otro. Fue por un destornillador y empezó a quitar las llantas entrenadoras.

—Listo, amor

No paso ni un minuto cuando Jisung ya se había subido y en un impulso de andar termino cayendo, ya que no está acostumbrado. —¡Papiiiiiii!

Chris lo ayudo a levantarse y a pesar de que su hijo no estaba llorando le sobo la cabecita con delicadeza —No es lo mismo sin llantitas, ¿Verdad? —el niño solo negó con la cabeza.

—Es normal que te caigas Sungie. —dijo Changbin acercándose a Jisung. —Yo me caí mucho... ¡Y Hyunie se cayó muchas más veces! —dijo en medio de una gran carcajada.

—¡Oye! —se quejo Hyunjin —No tienes que decir eso

Chan no pudo evitar reír ante la pelea que se ocasionó entre sus dos niños y levanto la bicicleta de Jisung —Vamos, amor, yo te agarro

El pequeño subió a la bicicleta con cuidado, siendo sostenido por su padre todo el tiempo. Al principio, se sentía un poco inseguro, pero luego comenzó a encontrar su ritmo y a pedalear con más confianza, sobre todo por los gritos de ánimo que le daban sus hermanos.

—¡Vamos, Sungie! ¡Tú puedes! —lo animó Minho saltando lleno de emoción viendo como su hermanito casi andaba solo.

Estaba andando en bicicleta sin llantas entrenadoras y lo estaba haciendo muy bien.

Su padre lo soltó con cuidado de que el niño no se diera cuenta y casi llora de felicidad cuando Jisung siguió pedaleando sin problemas.

—¡Wow, Jisung! ¡Eres un pro! —le grito Felix, viéndolo con admiración.

El niño se detuvo y se bajó para correr emocionado hasta donde estaban sus hermanos —¿Me vieron? ¡Lo hice solito!

—¡Eres increíble, Sungie! —añadió Hyunjin con una gran sonrisa.

Chris se acercó a su hijo y lo levantó en brazos, girandolo en el aire. —Estoy muy orgulloso de ti, campeón. —le dijo, mientras el pequeño reía de felicidad.

—¡Ya podemos jugar a las carreras todos! —grito Changbin y en menos de un minuto los siete ya estaban con sus bicicletas y triciclos en la imaginaria línea de partida.

—En sus marcas... Listos... ¡Fuera! —Grito el adulto y todos empezaron a pedalear con fuerza.

Minho y Changbin tomaron la delantera, seguidos de cerca por Hyunjin. Jisung iba justo detrás, peleando con su hermanito mayor ese tercer lugar. Felix y Seungmin iban un poco más atrasados, pero se estaban esforzando mucho por alcanzar a los más grandes, mientras que Jeongin (quién iba en último lugar) se impulsaba con sus piecitos ya que aún no sabía pedalear.

La carrera fue reñida, con Minho y Changbin compitiendo por el primer lugar. Justo cuando parecía que Minho iba a ganar, Changbin aceleró y cruzó la línea de meta primero, dejando así a su hermano mayor en segundo lugar. Después les siguieron Hyunjin y Jisung, quienes pasaron la línea exactamente al mismo tiempo. Después llegó Felix seguido de Seungmin y por último llegó Jeongin, quién realmente no comprendía totalmente lo que pasaba ni porque Changbin estaba tan emocionado.

—¡Gané! —gritó, saltando de su bicicleta.

Los niños se reunieron alrededor de su papá, respirando con dificultad. —¿Podemos hacer otra carrera, papi? —preguntó Hyunjin.

—Claro que si, príncipe.

Esta vez, decidieron hacer un recorrido más largo, que incluía dar dos vueltas al jardín.

—En sus marcas... Listos... ¡Fuera! —gritó Chris una vez más, y los niños comenzaron a pedalear de nuevo.

La segunda carrera fue igual de emocionante que la primera y terminó con Hyunjin cruzando la línea de meta primero, seguido por Changbin, después por Minho y Jisung. Felix y Seungmin llegaron juntos, y Jeongin... bueno, él se detuvo en la primera vuelta y simplemente se canso así que fue con su papi a qué lo cargará.

Los niños decidieron que era hora de un descanso así que se sentaron en el pasto a tomar agüita y platicar sobre lo bien que habían salido las carreras.

La tarde pasó, y pronto el sol comenzó a ponerse, así que Chan decidió que era hora de entrar, mandarlos a bañar y preparar la cena.

—Honie, ve con Sungie a bañarse —le pidió a su hijo mayor y rápido recibió un asentimiento antes de ver como ambos corrían hacia el baño de arriba. —Hyunie y Binie ustedes también. —y dicho esto ambos entraron al baño de abajo. —De ustedes me encargo más tarde. —les dijo a los tres bebés de la casa, ellos aún no sabían bañarse solos.

Realmente ninguno sabía hacerlo, ni siquiera Minho, pero los fines de semana dejaba que se bañaran solitos ya que no necesitaba limpiarlos profundamente y así poco a poco aprenderían.

Paso casi una hora cuando ya estaban los ocho sentaditos en la mesa, Chris les había hecho sandwiches para cenar y ahora todos platicaban animadamente.

El tema principal era el nuevo ciclista de la casa.

Cuando terminaron dejó que sus niños más grandes fueran a ver la tele y se llevó a los tres menores al baño para poder bañarlos como era debido, les coloco sus pijamas y los dejo jugar en su corral un rato más.

—¡A la cama! —grito justo cuando el reloj marco las 9:00. Cada uno fue a su habitación y él cargo a los dos bebés, quienes ya se habían dormido en el corral hace casi una hora.

Se dirigió a la habitación de los menores y primero dejo a Seungmin con delicadeza en su cuna, le beso la frente antes de susurrar —Dulces sueños, cachorrito

Camino a la otra cuna y con la misma delicadeza dejo a Jeongin para después besarle la frente —Sueña bonito, zorrito —susurro y salió de la habitación, dejando la luz de noche encendida.

Camino a la habitación de al lado donde Hyunjin, Changbin y Felix ya estaban acostaditos.

—Sueña bonito, pollito —le dijo al rubio y beso su frente con mucho amor.

Camino a la cama de Hyunjin y de igual forma le beso la frente —Dulces sueños, príncipe.

—Dulces sueños, pequeñito —dijo a la par que besaba la frente de Changbin.

—Buenas noches, papi —se despidieron los tres al mismo tiempo. Él encendió la lamparita de noche y salió de la habitación, dejando siempre la puerta abierta para que no tuviera miedo, caminando ahora a la habitación de Minho y Jisung.

—Dulces sueños, princesita —le dijo a Minho y le beso la frente, antes de dirigirse a la cama del menor.

—Sueña bonito, campeón —le dijo a Jisung y beso su frente.

—Buenas noches, papi —recibió la misma despedida por parte de ambos y no pudo evitar sonreír. Igualmente se aseguro de encender la lamparita de noche y salió directo a su propia habitación para dormir como se lo tenía merecido.