Al final de todo, le encargaron a Levi que cuidara de Eren hasta que llegase el día del juicio (pautado previamente por Zackly, a quien le habían hecho llegar un mensaje que respondió casi enseguida), Hange soltó un chillido ante eso, alegando que ella era más adecuada para el papel que Levi, quien le dirigió su mirada más llena de ofensa.
—No me malentiendas, Levi —comenzó Hange—. Me agradas, pero... —miró a Eren y luego se acercó al oído de Levi para susurrar:— No eres alguien conocido por tu excelente manejo social, ni por tu amabilidad...
Moblit, a su lado, asintió, y Levi golpeó su cabeza con la mano.
—¿De qué lado estás? —Un fuerte «¡Auch!» fue todo lo que escuchó de parte de él, mientras sobaba la parte golpeada de su cabeza y lo miraba mortificado—. Para que lo sepan, soy muy competente para esta clase de misiones.
—Y eso se nota —Hange señaló a Moblit, que ahora se había ido con Eren a quejarse. Levi lo miró sobar su cabeza por él, mirándolo comprensivamente y asintiendo a sus quejas, como si lo entendiera. Eso hizo que una mueca se instalara en la expresión malhumorada de Levi.
—Eso no prueba nada, se lo merecía —Se quejó, cruzando los brazos sobre su pecho. Le dirigió otra mirada a Eren, que ahora se acercaba con Moblit detrás, usándolo como un escudo humano. Levi rodó los ojos y su boca formó la palabra "cobarde" en dirección a Moblit de forma burlona, silenciosamente. Pero él fingió no verlo—. ¿Terminaste con tu papel de apoyo moral?
Eren sólo le sonrió de forma tranquila, ignorando el comentario mordaz. Miró a Hange y posó una mano tranquila en su hombro—. Moblit me contó sobre qué estaban hablando —"Soplón" murmuró Levi infantilmente hacia el hombre escondido tras Eren, que soltó un risita antes de continuar—. Y, Hange, agradezco tu preocupación, pero estaré bien con Levi.
El pelinegro alzó la barbilla con altanería y sonrió en grande, porque tenía a Eren de su lado y era sobre él que estaban decidiendo. Ese hecho era horrible, pero cierto. A Levi nunca le gustó decidir sobre nadie, por eso, en el improbable caso de que Eren hubiera querido quedarse con Hange, a él le habría importado menos que poco detenerlo.
—Decidido entonces —dijo sonriente por su victoria—. Eren, nos vamos. Despídete de este par de insolentes, te espero afuera.
Y salió de la oficina para encontrarse con Erwin. Lo vió conversando con unos cuantos soldados al final del pasillo, su inconfundible cabello rubio resplandecía con la luz del sol que entraba por la ventana. Sus ojos azules volvían a tener ese brillo de tranquilidad y sonreía amablemente hacia las personas con las que hablaba.
Levi se detuvo abruptamente y se quedó parado a mitad del pasillo, con los ánimos de llegar hasta él viéndose completamente reducidos de golpe. Su estómago se revolvió y amenazó con hacerlo vomitar, un sentimiento que conocía bien. Sí. Corrosivo, explosivo, para nada agradable. Sintió su sonrisa desvanecerse lentamente de sus labios, aún si no entendía muy bien el porqué del repentino bajón en su estado de ánimo. Se dió la vuelta para irse, pero la voz animada de Erwin llamándolo por su nombre le impidió dar siquiera el primer paso más lejos de él. Más lejos de ese sentimiento.
No lo miró, pero lo escuchó despedirse rápidamente y avanzar hacia él. Levi tomó una respiración profunda y devolvió con dificultad la sonrisa a su expresión sombría para encararlo en cuanto sintió la mano de Erwin posarse en su hombro tenso. Los ojos oceánicos miraron directamente a los suyos, y Levi decidió que no le importaba ahogarse en el mar que se extendía tras ellos.
—¿Está todo bien? Te llamé varias veces... —Erwin se inclinó para estar a su altura, dedicándole una mirada llena de preocupación, que luego fue reemplazada por una mueca de duda—. ¿Me estabas ignorando?
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Titán De Ataque [REESCRIBIENDO]
FanfictionUna nube de desgracia cubre el presente de los habitantes dentro de las murallas cuando la primera es derribada, dejando entrar a los titanes, que comienzan a causar caos y desorden. Cuando todo parece perdido, la esperanza llega a ellos en la forma...