Levi lo miró con sorpresa, tratando de comprender a lo que se refería al titán, aunque, por más que parpadeara, ladeara la cabeza casi tanto como un búho o repitiera sus palabras una y otra vez, no logró hacerlo.
—¿Qué dijiste? —preguntó, aún confuso sobre lo que insinuaba el titán. ¿Eren y humano en el mismo intento de oración? A Levi le asustó todo el sentido que tenía aquello, pero era imposible que un titán fuera un humano. ¿Cierto?
Levi prefirió no saber la respuesta.
—¡Yo era un humano! —repitió, fuerte y claro. Entonces algo hizo «¡Clic!» en la cabeza pelinegra de Levi y todo tuvo sentido, una extraña sensación de amargura se apoderó de él; no estaba feliz con su nuevo descubrimiento. Parpadeó varias veces tratando de formular alguna palabra sin éxito y se puso de pie tambaleándose—. Eren...stá... Atrapado. Por culpa de su padre... En un titán.
Ladeó más la cabeza (si es que eso era posible), sin salir aún de su estado de confusión, con el ceño frunciéndose más con cada segundo que pasaba—, ¿A qué te refieres, Eren? Explícate. Estás balbuceando y no entiendo nada.
Levi lo miró con una máscara de indiferencia, aunque, por dentro, el titán se le hacía triste. Tal vez por la expresión de desgracia en su rostro lleno de cicatrices. Se preguntó si los titanes tenían emociones, sólo para sacudir la cabeza ante su propia estupidez; el gigante acababa de decirle que era un humano. O que lo fue. En algún momento de su (por lo visto, miserable) vida. Se le ocurrió preguntar por las cicatrices, ya que, según el libro Información Verificada Sobre el Estudio de Titanes y quién sabe cuánta cosa más, aquellos monstruos tenían una habilidad regenerativa casi mágica. Nunca había visto a un titán con cicatrices. Pero ese era justamente el problema con Eren; no se parecía a nada que hubiera visto antes.
Era un fenómeno para los humanos, un fenómeno para los titanes y posiblemente también un fenómeno para los demás fenómenos.
Antes de que pudiera abrir la boca para saciar su curiosidad, Eren lo hizo primero—. No era de esta forma. Padre sí. —Hablaba de forma interrumpida, con largas pausas y las oraciones a la mitad—. Grisha y Eren están atrapados dentro de él.
—Maldición, es demasiado confuso. —Levi despeinó su cabello, estresado. Aunque enseguida lo volvió a peinar—. ¿Qué fue lo que ocurrió exactamente? —El titán sacudió la cabeza y parpadeó compulsivamente, como si de esa forma pudiera recuperar parcialmente lo que le quedaba de humanidad y comunicarse tan fluidamente como quería (y correspondía) con el cada vez más confundido hombre frente a él. Pero ni así logro recordar ni una sola palabra, terminó gruñendo desesperado y negando en dirección al capitán, a quien vió fruncir más el ceño de ser posible.
— ¿"No" qué, Eren? —espetó con un deje de impaciencia.Eren volvió a gruñir, recibiendo una mirada aún más dura de parte de Levi, el gris de sus ojos volviéndose más intenso ante la molestia que comenzaba a crecer poco a poco dentro de él—. Hablar...
— ¿No puedes hablar? —adivinó, y supo que había atinado en cuanto vió al titán asentir como pudo. No estaba seguro de que lo fuera, pero de igual forma culpó a Hange y sus experimentos. Resopló con fuerza y masajeó el puente de su nariz con su índice y pulgar, dándose cuenta de la dificultad que no esperaba de la situación, pero bueno, eso era lo que obtenía la gente que metía las narices demasiado en los asuntos de los demás—. Vendré a verte mañana, Eren. —resolvió—. Descansa hasta entonces.
—Puedes quedarte. —El titán recibió una mirada de incredulidad de parte de Levi, que enseguida negó. Prefería no despertar siendo estofado de soldado en el estómago de un titán, mitad humano, pero titán a fin de cuentas. De tantas especies que podían juntarse, decidieron juntarse las dos peores razas para formar a Eren, sea como fuera que haya sido concebido, Levi realmente no quería pensar demasiado en eso—. No quiero. Estar solo.
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Titán De Ataque [REESCRIBIENDO]
FanficUna nube de desgracia cubre el presente de los habitantes dentro de las murallas cuando la primera es derribada, dejando entrar a los titanes, que comienzan a causar caos y desorden. Cuando todo parece perdido, la esperanza llega a ellos en la forma...