Estaba desanimado. Su casi-novio le había terminado antes de siquiera haber sido algo oficial, le deseaba lo mejor en su nueva relación, pero eso no quitaba el sentimiento de tristeza y desilusión.
Desvío la mirada disgustado en cuando notó que sus amigos comenzaron a intercambiar saliva, justo frente a él y su ensalada.
-No, no se preocupen, acabo de enterarme de que mi casi-novio comenzó una relación seria con alguien más... No, no, por supuesto que estoy bien y no me incomoda para nada que se den amor justo frente a mi- Pensó -o eso creyó-, concentrando su atención en su plato de comida, cortando de mala gana el trozo de pollo que ahí había. Ni siquiera tenía hambre, pero sus amigos lo obligaron a ir a comer con ellos, con el argumento de que si lo dejaban solo, se encerraría en su habitación a escuchar canciones tristes.
Dirigió la vista hacía sus amigos cuando sintió unos toques en su hombro. Encontrándose con ambos chicos mirándolo, preocupados.
-¿Qué sucede? - Preguntó suavemente, notando la distancia que ahora había entre la pareja, dándose cuenta de que había pensado en voz alta. Viendo en eso una oportunidad para irse de ahí sin tener que mencionar lo mal que se sentía anímicamente- Ah... Lo siento, no quería molestarlos, no se preocupen. Yo me voy, ustedes sigan con lo suyo- con una sonrisa algo forzada, reunió sus cosas y trató de huir lo más rápido posible, pero una mano en su muñeca lo detuvo.
-Detente ahí, no te irás hasta que termines tu comida.- Dijo seriamente su mejor amigo, sin soltar su muñeca, jalándolo levemente para que vuelva a su asiento.
-Te queda bien el rubio, ¿Sabías?- trató de distraerlo halagando su reciente cambio de look, mientras trataba de soltarse disimuladamente de su agarre, pero solo logró que este se intensificara.
Rendido, volvió a su asiento, recibiendo una pequeña sonrisa de parte del rubio.
-Lo sentimos, no queríamos hacerte sentir mal o incomodarte.- se disculpó su otro amigo con una mueca nerviosa, jugando con sus manos y bajando la mirada avergonzado.
-No se preocupen- dijo con una pequeña sonrisa, buscando tranquilizar a sus amigos-Pero hoy no estoy de humor como para ser su violinista, o ver cómo se dan amor. Quería dedicar el resto del día a consentirme, pensar, quizá llorar un poco, lamentarme por haberme encariñado tanto antes de haber comenzado algo oficial, comer helado, escuchar música triste... De verdad agradezco que se preocupen de que no me encierre en mi burbuja de tristeza, pero no tengo ánimos, ni hambre como para comer esto -señaló su plato- ¿Podrían... Dejarme ir? Les prometo que en un par de días estaré como siempre, interrumpiendo sus momentos románticos y todo.- explicó, tranquilamente, finalizando con una casi imperceptible sonrisa.
Sus amigos lo escuchaban atentamente, en cuanto terminó de hablar, intercambiaron una mirada, asintieron levemente y dirigieron nuevamente su vista hacía él.
-Está bien, ve. Pero no te descuides o te obligaré a comer yo mismo.- Advirtió su rubio amigo, dándole unas palmadas en la espalda.
-Ve con cuidado, avisanos cuando llegues a casa.- Habló el otro chico, agitando suavemente su mano como despedida.
Se levantó y se fue caminando tranquilamente, hacia la tienda de libros.
La mayoría de las personas en una situación así se acurrucarían a ver una película triste mientras lloraban un poco -o al menos eso es lo que observó, en algunos personajes de algunas de las pocas películas que había visto-, pero él disfrutaba más leyendo.
Quería comprar un libro con un final triste, estaba en modo sentimental y quería aprovecharlo, aunque no tenía un título específico en mente, y no conocía muchos de el tipo que quería leer. Decidió que le pediría a la señora de la tienda alguna recomendación, no tenía ganas de vagar en los pasillos buscando algo interesante.
Al entrar a la librería, notó enseguida que la dueña no estaba en el mesón de la caja, seguro estaba en la bodega, así que decidió esperar a que volviera mientras echaba un vistazo a la sección de novedades. Un libro llamo su atención, así que lo tomó para leer sin mucho interés, su contraportada.
-Uh, ¿Tambien te gustan las historias de fantasía paranormal?- dijo una voz junto a su hombro.
Giró levemente la cabeza, encontrándose directamente con los ojos de la chica que hace un tiempo, era su amor platónico. -Si, pero mucho, realmente- Respondió con un tono neutro.
-Oh, ¿Enserio? Siempre he pensado que te gustaban este tipo de cosas, en la escuela solo te he visto leyendo libros de fantasía- dijo, con una expresión curiosa en su rostro.
-Ah... Pues los leo más por la historia romántica entre los protagonistas que por la fantasía- dijo desinteresado, viendo que la señora aún no aparecía en el mesón -¿Vienes a menudo? -preguntó.
-Si, ¿Por qué?-
-¿Sabes donde está la dueña? La señora que siempre está en el mesón, quería hablar con ella- dijo posando su vista en la chica nuevamente.
-Ah, mi tía, ella no estára hoy, no se ha sentido muy bien últimamente, así que le estaré ayudando durante esta semana.- respondió, y solo en ese momento notó, que traía una camiseta con el logo de la librería- Si quieres, yo podría ayudarte.-
antes de responder, pensó un momento qué podría decir, "oh, está bien, ¿conoces algún libro que pueda dejarme llorando por tres días seguidos?" No, eso no sonaba bien, pero tampoco podía solo decir que no, e irse.
Comenzando a sentirse nervioso por no saber que decir, bajo la interrogante y atenta mirada de la chica, decidió escapar.
-Olvidé que quería preguntarle a tu tía, -miró alrededor, fingiendo pensar mientras buscaba qué podía usar como distracción- dame un momento... ¡Oh! creo que por allá necesitan tu ayuda- dijo nervioso, a la vez que señalaba un lugar un tanto alejado, donde un niño trataba de alcanzar un libro del estante, no era muy alto pero no lo alcanzaba al ser pequeño.
En cuanto ella se alejó un poco, dió media vuelta y camino rápidamente hacia la salida, mirando hacia atrás para asegurarse de que no noté que se había ido.
No consiguió un libro, pero al menos ya no quería llorar como magdalena. Aunque igualmente se tomaría un tiempo a solas para pensar y relajarse.
.•°'°•.•°'°•.•°'°•.•°'°•.
¿Porqué siempre huye?
no sé, no es bueno
siguiendo conversaciones
así que cuando ya no sé
que podría responder, lo
saco de ahí para evitarle
las situaciones incómodas,
aunque no sea muy bueno
buscando excusas lmao
27/09/2021~𝚔𝚒𝚡𝚒𝚎
![](https://img.wattpad.com/cover/230330975-288-k98672.jpg)
ESTÁS LEYENDO
𝕊𝕖𝕣𝕖𝕟𝕕𝕚𝕡𝕚𝕒; ℝ𝕖𝕝𝕒𝕥𝕠𝕤 𝕐 ℙ𝕖𝕟𝕤𝕒𝕞𝕚𝕖𝕞𝕥𝕠𝕤
RandomEn este pequeño rincón, hay pensamientos, sueños y algunas cosas más, pero no es necesario que sepan que son. Todos tienen la esperanza de ser tomados, redactados y luego publicados, algunos logran convertirse en hermosos (quizás no) relatos, otros...