BORRADORES E IDEAS.

El hijo que perdí 1

El lugar estaba infestado de matones altamente armados, el imperio de los Cabezas Rojas se erguía por toda Gotham, el mismo Black Mask había huido de Gotham cuando el jefe de los Cabezas Rojas había torturado y lanzado piezas del cuerpo mutilado del Joker por toda Gotham, después de eso fue fácil comprar a los elementos corruptos de Gotham policías, jueces y hasta el mismo alcalde estaba en la nómina del Redentor todo gracias al dinero y dirección de uno de los suyos. Se lo entregó en bandeja de plata, hizo caso omiso de las sugerencias de Alfred "Bruce Wayne necesita salvarlo, él te necesita, necesita que estés ahí para salvarlo no Batman" pero sus oídos se cerraron y elige la capucha en vez del padre y eso sucedió una y otra vez, errores bidireccionales siempre acabaron con sus alianzas unidireccionales hasta que lo rompió por completo.

- Vas a entregarmelo Redentor o debería llamarte por tu nombre ¿Donde lo tienes? - una risa cruel fue la respuesta al gruñido del murciélago.

- Yo no lo haría, al no ser que desees que haga la misma cortesía. No tan solo se tu nombre, si no el de todos tus compinches. - Los ojos del Redentor lo miraron con un brillo cruel junto con esa horrible mueca retorcida que esboza la sonrisa de nuevo y único señor del crimen en Gotham. Una vez solo fue nadie, un criminal de baja monta, ni en sus sueños más salvajes pudo imaginar tal grandeza para el mismo, de no ser por su propia sangre y carne quien lo había guiado para lograr tal poder, nadie era capaz de enfrentarse al hombre, tenia un ejercito privado, entre sus dedos tenía al alcalde de Gotham para jugar con él a su antojo. -, sabes hombre, a la fecha él nunca lo ha dicho, pero no fue tan dificil saberlo una vez que sumas uno más uno.

La advertencia hizo erizar a más de uno de los murciélagos ubicados en el centro del gran almacén. - No es tuyo, no tienes derecho sobre él solo por -

-Él es mío, mi hijo, sangre de mi sangre, carne de mi carne - ladro el Redentor acallando las palabras de Nightwing quien sintió como el estómago se le revolvía, ¿que tan mal habían estado las cosas que Jason le permitió a esa escoria volver a entrar a su vida?

- Tú no eres su padre, un padre no abusa de su hijo como lo tú lo hiciste.- arremetió Red Robin con los puños apretados en el bastón que sacudió cuando golpeó la jaula que los contenía.

- preguntale a tu mentor, reúnan todo lo que le hicieron mientras estaba en cubierto, como le escupieron a la cara, lo que hicieron en conjunto para dejarlo tan roto, tan lastimado una y otra vez que una vez, las mismas que tuve que recoger sus piezas. - luego el Redentor resopló y sacudió una mano dándoles la espalda - después de eso no fue difícil de obtener la redención como su padre. - luego giró con una expresión engreída burlándose de cada uno con entera satisfacción. -para mi suerte sigue culpandose de todo, desesperado por aprobación, con un poco de calma y migajas de amor me dio una segunda oportunidad, una sincera. No llena de condiciones unilaterales.- Los murciélagos sentían que la rabia les hervía, ingenuo, necesitado, herido, incomprendido y ellos no ayudaron a su caso.

Redentor giro sobre sus talones en su monólogo satisfecho consigo mismo - Seguimos sus reglas, no niños, no mujeres. Controlamos el tráfico de armas y drogas, ayudamos a la comunidad de forma que ningún estúpido filántropo estirado lo ha hecho.

-Con dinero sucio, sus armas siguen lastimando gente, su droga sigue atrayendo adictos. - reclamo Oracle.

-¡Oh querida niña! tan ciega e inocente. - la voz de Redentor se torno burlona -, en su reinado de terror había más muertos, drogas más peligrosas y el número de adictos era mayor.

-Tt, su memoria es muy corta, no olvide a su esposa - un disparo voló acertando en un barrote ancho de la jaula, Batman se movió con extrema rapidez para colocar a Robin detrás de él.