Capítulo 188: Preludio

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Los Pain, exceptuando al Camino Animal que fue capturado por Jiraiya antes de que este perecieran, yacían de pie en una zona rodeada de tuberías en Amegakure, encima de un río. Habían pasado pocos segundos desde que Jiraiya se hundió en el mar, y a esas alturas, seguramente la vida del Sannin ya habría terminado.

-Parece que hay un Sannin menos en el mundo, de todos modos, fue un duro oponente, si no fuera por nuestro secreto quizá no hubiéramos ganado. Es digno de ser llamado nuestro maestro- dijo Pain Deva, para luego mirar a una pared.

-Sal- dijo Deva. De la pared, emergió Zetsu, que había visto todos y cada uno de los detalles de dicha pelea.

-Te tomó algo de tiempo lograrlo- dijo Zetsu Blanco.

-Era Jiraiya de quién estamos hablando- dijo el Zetsu Negro.

-Esto solo fue una pequeña molestia, ahora, debo centrarme en las órdenes de Madara; debo capturar a la portadora del chakra del Kyūbi- dijo Pain.

-Bien, pagaría por ver cómo haces eso, vamos ahora- dijo Zetsu Blanco.

-Ahora iremos a ver otra pelea- dijo Zetsu Negro.

-¿Eh?- dijo un confundido Zetsu Blanco, sin saber a que se refería su contraparte.

-Cállate- dijo Zetsu Negro.

-¿De qué batalla hablas?- cuestionó el Zetsu Blanco.

-La batalla entre esos dos...- dijo Zetsu Negro, sin darle una respuesta realmente certera a su contraparte.

Ajeno a todo aquello, en el País de la Hierba, Naruto se encontraba de pie, en una zona boscosa y con hierbas por doquier. Naruto tenía en su mano el mapa del mundo ninja que Kabuto le dio, con un punto rojo marcado. Naruto mirando hacia el cielo y la posición del sol confirmó su sospecha; estaba encima del punto marcado por Kabuto en el mapa.

-(Parece que es aquí...)- dijo Naruto.

-(Un lugar aislado de un país muy poco habitado...el lugar perfecto para ser una guarida de alguien tan oscuro cómo era Orochimaru)- dijo Kurama. Naruto miró al suelo, buscando dónde estaba la entrada a la guarida, hasta que finalmente la encontró. Escondida entre unos arbustos, había una escotilla, escotilla que al ser quitada y bajar por el túnel debajo de ella, llevaría a la guarida de Orochimaru. Naruto se acercó a dicha guarida y la quitó del medio, dejando vía libre para pasar. Naruto descendió por aquel túnel gracias a unas escaleras que este tenía. Al llegar al final del túnel, Naruto bajó de la escalera y miró a su alrededor. Aquella guarida era tan laberíntica cómo todas las de Orochimaru, llenas de pasillos y puertas que daban habitaciones, habitaciones que muchas veces estaban vacías y solo estaban puestas allí para despistar a cualquier curioso que pudiera llegar allí. El lugar tenía un muy mal olor, se notaba que llevaba semanas abandonado, además, sumado al olor a serpiente muy desagradable que siempre tenían las guaridas de Orochimaru, lo convertía en un lugar en el que nadie querría estar porque sí.

-(Este lugar es tan desagradable...)- dijo Kurama, diciendo lo que tanto él cómo Naruto pensaban.

-(Espero que lo que haya aquí sea bueno, sino lo es, voy a matar al idiota de Kabuto)- dijo Naruto. Naruto guardó el mapa del mundo ninja que Kabuto le dio y tomó el otro mapa que Kabuto le había dado, el mapa de dicha guarida. Naruto empezó a caminar por aquella laberíntica guarida, aunque gracias al mapa que tenía de dicha guarida, no le fue demasiado complicado llegar al lugar que buscaba. Naruto se plantó delante de una puerta cerrada, que daba paso a una de las tantas habitaciones.

-(Es ahí...)- pensó Naruto.

-(Entremos)- dijo Kurama. Naruto intentó abrir la puerta, pero esta estaba cerrada con llave. El Uzumaki cargó chakra en su pie y de una patada, tiró abajo la puerta. Naruto vio aquella habitación, una más de tantas. La habitación no parecía tener nada especial, tenía una cama, un escritorio, un pequeño baño y nada más, salvo por una hoja que había encima del escritorio.

Naruto: las dos perspectivas, parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora