five; sukhoon

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—La escuché y déjame decirte que tu rap le da el toque—. Habló Jihoon mientras llevaba unos platos hacía la mesa.

—Tampoco es para tanto. Además la voz de Lee Hi es preciosa—. Dijo Hynusuk encogiéndose de hombros.

—Para que yo lo diga, es mucho—. habló provocando una risa en ambos por el gusto elegido del menor de los dos. —Ahora come, que vas a desaparecer uno de estos días—. Afirmó haciendo un gesto para que realizara dicha acción. 

La cuarta vez ocurrió un mes después.
Fue unos días después del lanzamiento el álbum 24° C de Lee Hi, el cuál contaba con una canción dónde Hyunsuk sería participe.

*

Hyunsuk se encontraba cansado, no porque fue un proceso tedioso sino todo lo contrario y eso lo tenía despierto toda la noche, a lo que el día de lanzamiento sería el descanso en lugar de una fiesta, o quizá se sentaría a escuchar música nueva como inspiración. 
Jihoon sin embargo, decidió salir “por un segundo”, lo cual fue extraño, porque nunca salieron realmente sin el otro. Hyunsuk simplemente se tomó un descanso por un tiempo y decidió buscar en Twitter para ver si a los fans les habría gustado, sólo encontró halagos seguido de eso sonrió.

A pesar que pasaron mucho tiempo juntos viviendo bajo el mismo techo, siempre la ausencia de Park Jihoon era notable y, a pesar que no hacía mucho que se había ido realmente comenzó a extrañarlo. Honestamente, estuvo ausente por solo unos veinte minutos, pero Hyunsuk no estaba acostumbrado a estar sin él por más de cinco. (Por supuesto, el mayor sintió que probablemente estaba siendo algo meloso y obviamente nunca expresaría esos pensamientos en voz alta).

Cuando Jihoon finalmente llegó a casa, trajo consigo un montón de ruidos fuertes, incluido el golpe de la puerta y el sonido de las llaves golpeando el suelo, junto con un fuerte suspiro. Era casi imposible no darse cuenta que estaba definitivamente en casa (o quizás era un ladrón muy malo para estar callado acababa de entrar en su casa, pero Hyunsuk decidió no asustarse por lo que pensó en lo primero).

Riendo, el mayor comenzó a caminar hacia la puerta.  —¿Estás bien ahí fuera?—.

—¡Un segundo!—.  Exclamó Jihoon arrastrando los pies antes de dar la vuelta a la esquina, deteniéndose rápidamente cuando vio a Hyunsuk —¡Oh! Está bien, no esperaba que estuvieras aquí—. dijo, sus ojos se abrieron por un segundo por sorpresa. Le entregó al mayor flores que ni siquiera notó que sostenía. —Tengo estos para ti—.

Por supuesto, eran las acacias. Eso no sorprendió a Hyunsuk en absoluto. La única vez que recibió flores fueron las últimas tres veces y esta, y todas eran del mismo tipo. Lo que sí lo sorprendió, sin embargo, fue que Jihoon no fue discreto esta vez al hacer saber que eran para él.

Todas las otras veces, Jihoon dió a entender que eran para ambos. Entonces, ¿Qué fue diferente en esta vez?

Hyunsuk sonrió pero por dentro se sintió un poco confundido. —¡Gracias! Pero, ¿por qué me las compraste?—.

Jihoon frunció los labios y se detuvo un momento antes de devolverle la sonrisa, ese gesto que era capaz de curar cualquier mal. Sus dedos se movieron como si estuviera nervioso. —Bueno, son una especie de agradecimiento. Por aguantarme estas semanas también por ayudarme tanto  a tener la paciencia de prácticamente criar a estos salvajes— rieron ambos.

—Vivimos juntos, Jihonnie. Estoy atrapado contigo todos los días—. se rió esta vez con una sonrisa real que hizo que sus ojos desaparecieran por un momento. Agarró las flores con cuidado de las manos de Jihoon y caminó hacia la cocina en busca del jarrón que le había comprado Junkyu y hace un ruido agudo en señal de felicidad cuando lo encuentra.

Cuando termina de colocar las acacias en la mesa, Hyunusk da un paso atrás y las admira. —¡Yo diría que se ven bastante bien allí!—.

Jihoon le sonríe al mayor, sin siquiera mirar las flores. —Yo creo que sí—.