five; sukhoon

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Hyunsuk descubre al día siguiente que las flores Narcissus jonquilla son más difíciles de encontrar de lo que esperaba por lo que termina teniendo que ir a una tienda un poco fuera de Seúl para conseguirlas. Sabía que el viaje en tren duraría por lo menos unos treinta minutos a lo que decide llevar sus audífonos consigo, alborota un poco su cabello y emprende su viaje hasta la estación, que no se encontraba lejos del edificio.
Al iniciar el GPS de su celular este se apagó ya que tenía batería baja, insultó para sí mismo y estuvo perdido hasta que encontró la tienda, la cuál tenía un aspecto deteriorado, pero no él estilo vintage sino que el negocio parecía que tenía años sin mantenimiento alguno, aunque eso no era lo importante ahora. Al entrar de encontró con miles de tipos de flores quedando así anonadado tanto que el empleado tuvo que chasquear sus dedos como de hipnosis se tratase para captar su atención.

—Disculpe, ¿Qué es lo que necesita?—. Habló un chico de piel acaramelada y de ojos pequeños, mientras mostraba una sonrisa bastante reconfortante que, por un momento le recordó a Jihoon.

—Yo vine por las Narcissus Jonquilla, hablé con Chan, creo que así se llama— Habló rascando su nuca.

—Tranquilo que así se llama, ¿Cómo es tu nombre? Para tacharlo del libro de pedidos. Habló acercándose al mostrador para buscar un anotador con ositos en la portada, cosa que hizo reír a Hyunsuk porque al principio el hombre se veía bastante intimidante y resulta que es un amor, lo que lo hizo pensar "¿Así me verán mis fans?".

Hyunsuk no regresa a casa después de unas horas porque como siempre se quedó socializando con la gente de la floristería, hasta consiguió un cupón de descuento "y decían que hablar mucho no servía de nada" pensó.

Gracias a la horrible suerte de Hyunsuk, el que iba a recibir las flores esta vez estaba despierto cuando llegó a casa y estaba completamente preocupado por él.

—¿Dónde estabas?— Jihoon llamó desde el salón en el momento en que escuchó cerrarse la puerta. —¡No dejaste una nota ni respondiste ninguno de mis mensajes!— Su voz sonaba más fuerte con cada palabra.

En ese momento exacto, Hyunsuk se dio cuenta de que su teléfono se había quedado sin batería en medio del camino hacia la floristería.

—No quiero saber dónde fuiste, pero al menos déjame en conocimiento que te encuentras bien — habló Jihoon caminando antes de detenerse directamente frente al mayor —Podrías haber estado muerto, o secuestrado, o- ¿Qué son esos?— Se detuvo, notando las flores en las manos de Hyunsuk.

Hyunsuk interviene directamente.—¡Son Narcissus jonquilla!—Exclamó, casi demasiado rápido y revelando el hecho de que está un poco nervioso. Arrastró los pies, tomando un respiro antes de decir la siguiente línea. —Se refieren al amor devuelto—

—¿Se refieren al amor devuelto?— Jihoon repitió lentamente, como si tratara de confirmar que había oído bien.

—Sé que ayer recibiste flores y todo, pero pensé que era hora de devolver el favor. Ya sabes, como, retribuir. Lo siento si no te gustan, pero estaba tratando de encontrar uno que tuviera el significado perfecto, y eso era casi imposible ...—

—Sukkie—dijo Jihoon, interrumpiendo su perorata. —¿Buscaste el significado de las flores que te compré?.

—Sí, lo hice—Sonaba un poco sin aliento. Cuando Jihoon sonrió, Hyunsuk dijo: —Los compré por el significado— señalando a las flores. —Pensé que iba a funcionar bien, incluso fui a una florería en las afueras de la ciudad porque al parecer crecen en España, pero si no te gustan...—

—Las amo—, interrumpió Jihoon de nuevo, y él también sonaba un poco sin aliento. Al escuchar esto el rostro de Hynusuk se iluminó, seguido de un abrazo al menor, mientras lágrimas de alegría caían de ambos, a lo que Jihoon se excusó en decir que "le transpiraban los ojos".

—Voy a colocarlas en un florero— afirmó Jihoon para luego dirigirse hacia la cocina en busca de uno. Cuándo ya las había colocado le pregunta a Hyunsuk como se ven desde el ángulo dónde estaba parado el menor, a lo que Hyunsuk se acerca para ponerse de puntas de pies enfrente de Jihoon con fin de besarlo.

—Sukkie siento que estás incómodo— habló entre el beso para levantarlo a horcajas, seguido de eso Hyunsuk envuelve sus piernas en el torso y sus manos en las mejillas del menor de los dos, así estaban a la misma altura y en una posición mucho más agradable para ambos.

E incluso después de besarse, incluso después de estar juntos durante cinco años y finalmente tener un perro y estar comprometidos, Jihoon todavía compra acacias amarillas para Hyunsuk cada pocos meses.

—Solo por los recuerdos— dirá, colocándolos en la mesa del comedor, o en la mesa de café, o en el estudio de Hyunsuk. Casi están ahí para burlarse del mayor por postergar la búsqueda de la definición durante casi un año, pero tiene la esperanza de que Jihoon no los haya comprado por esa razón.