PREFACIO

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Febrero 2918:34

-¡Apresúrate! -exclamó un emocionado Bastian que corría hacia el río cercano a sus casas. Marco, con dificultad, lo seguía tratando de recuperar el aliento.

El octavo cumpleaños de Marco era al día siguiente. El de Bastian había sido el mes pasado. Por lo que Bastian invitó a Marco al río con la intención de darle allí un regalo.

Al llegar, Bastian al instante se metió en el agua hasta las rodillas, Marco desde afuera del agua solo lo observó.

-¿Cuál es mi regalo? -preguntó Marco sonriendo entretenido al ver a Bastian con su cabello rubio castaño despeinado y su ropa desaliñada, como recién levantado de la cama.

El niño salió del agua y se acercó a su amigo, se colocó al lado y pasó su brazo por detrás del cuello del otro y miró el atardecer con admiración.

-¿Te gusta cómo se ve el cielo? -preguntó.

-Es muy hermoso -respondió Marco-. ¿Así que ese es mi regalo? -preguntó sarcástico.

-¿No te gustaría ir hasta allá y tocar las nubes? -Se puso frente a su amigo y lo miró fijamente, el otro le devolvió -confundido- la mirada por la pregunta.

-Sí, pero no puedo. Y aunque pudiera, iría contigo, Tian.

-Por eso, mi regalo será poder hacer que veas de cerca el atardecer, luego podré ir yo en algún momento contigo. -Bastian le sonrió seguro, por lo cual Marco asintió.

-¿Entonces cómo? -preguntó emocionado.

Bastian volvió a meterse al agua y le indicó a Marco que hiciera lo mismo. Su amigo aceptó y lo siguió. Una vez dentro, Bastian indicó que se agachará. Marco obedeció todavía más confundido.

Entonces Bastian lo hundió en el agua. Marco pataleó intentando zafarse y el pánico creció dentro de su cuerpo. Intentó no inhalar, pero sin saber qué hacer su cuerpo cedió e inhaló agua hasta que sus pulmones se llenaron y colapsaron. El niño dejó de moverse.

-Ya te fuiste a ver el atardecer, Marco. Espero que mi regalo te guste.

Las dos madres de los chicos, quienes los siguieron tiempo después, horrorizadas se aproximaron velozmente hacia la escena. Por desgracia, fueron espectadoras de la última fase de asfixia de Marco. Sonia, la madre de este, abofeteó a Bastian con enojo, y lo miró con furia.

-¡¿Cómo te atreves a golpearlo?! -Gritó la madre de Bastian.

-¿Cómo siquiera preguntas eso, Anna? Ha asesinado a mi hijo. -Se le quebró la voz y empezó a llorar aún sin poder salir del asombro de lo que estaba sucediendo hasta que se quedó muda un rato y cayó en cuenta que en sus brazos cargaba el cadáver de su hijo.

-Solo quería que viera el atardecer... -comentó el niño entre lágrimas.

La madre de Marco estaba aún más espantada con la declaración del chico y rápidamente, con su hijo en brazos, corrió de vuelta a casa.


19:53

Las sirenas de los carros de la policía se hicieron escuchar por todas partes. Los vecinos salieron a ver qué sucedía y su asombro fue grande cuando vieron que tres de esos carros se detuvieron frente a la casa de los Reece, y lo fue aún más cuando vieron que se llevaban al joven Bastian. Annastasia gritaba y entre lágrimas pedía que no se lo llevaran. Su esposo, Robert, la contuvo mientras ella le exigía que la soltara. El hombre mantuvo una cara circunspecta.

-Señor y señora Reece, tienen que venir con nosotros -dijo uno de los oficiales.

Los dirigieron a otro carro en el que no estaba Bastian, lo cual hizo que Annastasia volviera a gritar pidiendo que la dejaran ir con su hijo.


Ya iban en camino a la estación de policía y en todo ese trayecto los oficiales encontraron inusual el hecho de que la madre en ningún momento declaró que su hijo fuese inocente, sino que solo exigía estar cerca de su hijo y que no se lo llevaran, pero nunca mencionó o aseguró la inocencia de su primogénito.

BeastianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora