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Un año después...

Si hacía un año le hubieran dicho a Minho que se encontraría en la universidad de sus sueños, con nuevos amigos y dos novios, se habría reído en la cara de quien sea que lo haya comentado.

Pero ahora, mientras se despedía de Hyunjin al salir del recinto y se topaba a sus dos amores, pensó en lo afortunado que era.

—¡Honnie, te extrañé!— dijo Jisung brincando a los brazos del alfa y dejando salir encantadoras risitas al sentirlo besar su cuello, justo donde su marca le adornaba.

—Hola bebé— besó su mejilla antes de separarse un poco para repetir la misma acción con Seungmin, quien era un poco menos efusivo al saludarlo.

Tomando una mano de cada una de sus parejas, los tres emprendieron camino hasta su heladería favorita donde Felix y Chris les esperaban. Fue ahí donde Minho, sin poder evitarlo, empezó a recordar los eventos de los últimos doce meses.

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Como supusieron, la relación entre los tres fue muy mal vista por varias personas, entre ellas varios de sus familiares. También hubo otros factores que resultaron en un obstáculo: Seungmin, al ser un beta, no podía ser marcado por ninguna de sus parejas, y aunque impregnarlo de sus aromas funcionaba un rato, no detenía por completo a otros betas y omegas de acercársele y tratar de cortejarlo.

Y aún así, para rematar, su relación no se formalizó hasta pasados casi cuatro meses desde que se conocieron. Porque una cosa era que sus lobos se aceptaran de inmediato, y otra muy distinta a que los humanos se enamorasen. Tanto Jisung como Minho vivieron sus celos solos, y Seungmin que no vivía nada de eso, se sentía impotente por ser incapaz de ayudarles.

Tras ver el desasosiego de sus amigos, Felix empezó a buscar como loco cualquier forma de solucionar su situación, leyendo viejos libros de la biblioteca familiar y hablando con sus abuelos y tíos. Finalmente, tras tres semanas dio con algo interesante.

—¿¡Estás loco!? ¡No expondré a Seungmin a ese riesgo!— habló Minho tras oír la propuesta de su amigo. Los cuatro estaban de nuevo en casa del australiano, cuando este comentó lo que había leído.

—Minho, tranquilo— le calmó Seungmin frotando su brazo. Jisung soltó unas pocas de sus feromonas para apaciguarlo—. Si Felix lo está compartiendo con nosotros es porque puede ser cierto. Además, recuerda lo que pasó la última vez que no le hiciste caso.

—Minnie tiene razón, Minho— aseguró Felix con una sonrisa—. El caso de ustedes es bastante raro, pero no ha sido el único registrado en mi historia familiar. Claro que conozco los riesgos que conlleva lo que te digo, pero créeme que si se los estoy sugiriendo es porque confío en que todo estará bien.

Y no era para menos lo que afirmaba el menor. Marcar a un beta era peligroso, por decir lo menos, y hacerlo conllevaba que este sufriera de infecciones, debilidad, fiebre o inclusive, demencia. Aún así, y según Felix, debido a que Seungmin estaba ligado a un alfa y un omega, su cuerpo sería capaz de soportar la marca de Minho.

Aquello rondó la mente de los tres por varias semanas hasta que, finalmente, decidieron hacerlo.

Sucedió durante un día en que los celos del alfa y del omega se solaparon, por lo que ahí estaban todos, en casa del mayor, cuando sucedió. No sólo se entregaron en cuerpo el uno al otro, sino que finalmente Jisung y Seungmin recibieron la Mordida de Minho, marcándolos y enlazándolos entre sí. Jisung reaccionó del modo común, tornándose más sensible y apegado al mayor, mientras que el castaño la tuvo un tanto complicada al no estar acostumbrado: una ola de calor y libido lo mantuvo anclado a sus parejas un par de días, precedido por un apetito voraz.

—Pareces un omega en celo— bromeó Jisung en esa ocasión, recibiendo un gruñido de parte del menor.

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El mayor volvió de su ensoñación una vez llegaron al lugar, ingresando y pronto siendo saludados por la pareja de australianos. Con efusividad y en medio de una plática amena pidieron sus helados postres, y cuando Chan y Minho se dirigieron a recogerlos, Felix habló.

—¿Y bien? ¿Qué tal han estado sus celos? ¿Nada interesante que resaltar?— La forma en que movió las cejas hizo sonrojar a Jisung y bufar a Seungmin.

—¡Yah, Felix!

—¿Qué?— alzó los hombros en un gesto inocente—. Preguntó porque hoy hueles un poco raro Sunggie, y sé que mi amigo puede ser medio bruto y olvidar la protección...

—¿Uh?— Jisung olisqueó su suéter— Oh, es el aroma de Jeongin, mi compañero alfa. Hoy nos tocó ser pareja en un proyecto, su aroma se debió impregnar por accidente.

—Vaya, ¿y Minho no se dio cuenta?

—Claro que lo hice, omega tonto— la voz de Minho sorprendió al pecoso e hizo reír a los otros dos. Luego de colocar los helados sobre la mesa y acomodarse en sus asientos, Minho continuó—, pero conozco a Jeongin, es la pareja de mi compañero de danza Hyunjin.

—Hablando de eso, sigo sin creer la suerte que tuviste de que el docente evaluador no pudiera llegar y reprogramaran las audiciones de la universidad.

Chan se encogió de hombros—. Parece que todo estaba perfectamente destinado a ser.

—Aw, tan poético mi Chris— Felix besó con intensidad a su pareja, logrando que Minho y Seungmin fingieran hacer muecas de asco.

—Ew, empalagosos.

—Miren quienes hablan— Chan rodó los ojos, y todos estallaron en carcajadas.

Tal vez muchos obstáculos se presentaran en el futuro para los tres, pero si de algo estaban seguros, es que su amor había sido escrito y bendecido por el sol, la luna, y unas cuantas estrellas.

sun, moon & a few stars 「2minsung」 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora