"No sé tu nombre,
solo sé la mirada
con que me lo dices."
—Mario BenedettiEl despertador de Harry no paraba de sonar una y otra vez con aquella jodida melodía que su mejor amigo le había obligado a poner, convirtiéndose así en la que canción que más odiaba.
El rizado gruñó tapándose el rostro con la almohada intentando que el sonido dejase de producirse.
Tras varios segundos abrió los ojos de golpe cuando se percató que era lunes y oh, tenía clase.
Con rapidez miró la pantalla de su teléfono y casi se asfixia con su propio oxígeno al darse cuenta que su clase comenzaba en quince minutos exactos y ni siquiera se había levantado de la cama.
-Mierda mierda mierda-
Maldijo quitándose las sábanas de golpe.
Harry corrió hacia el armario con solamente sus bóxers puestos, tropezándose con sus zapatillas esparcidas por el camino, y se visitó con rapidez con unos vaqueros y una camiseta básica. Mientras corría al baño para cepillarse los dientes echó una rápida mirada a la ventana por si hacia frío como para coger una chaqueta.
Decidió tentar a la suerte y no ponerse nada encima, mientras sentía la espuma de la pasta de dientes caer por sus labios corrió para ponerse sus botas marrones que estaban tiradas en alguna parte de la sala de estar.
Hizo una mueca de asco al encontrarse varios platos apilados en el fregadero de su cocina y unas cuantas cervezas vacías, se prometió a si mismo hacer una fuerte limpieza al volver de la universidad.
Aunque muy en el fondo sabía que aquello no iba a ser cierto.
Sintiendo los angustiosos minutos pasar como segundos consiguió terminar con su cepillo y se perfumó con rapidez para coger sus llaves de casa y salir del apartamento.
Comenzó a correr por el pasillo totalmente vacío cuando se detuvo en seco.
-MIERDA-
Exclamó furioso de nuevo.
Se había olvidado la maldita mochila, ¿¡cómo mierdas se te olvida la puñetera mochila!?. Hoy sin duda no era su día.
Refunfuñando abrió de nuevo la puerta y corrió hacia su dormitorio, juntó todos los libros que creía que necesitaba y los metió con rapidez. De nuevo se encontraba saliendo de su apartamento con la respiración agitada.
Cerró la puerta con un gran portazo y sus pies comenzaron a correr hacia el ascensor, podía sentir su corazón salir de su pecho y un ligero escozor en la planta de sus gemelos, debía de hacer más ejercicio.
Agarraba con fuerza las llaves de su apartamento y con otra mano llevaba colgando la mochila de la universidad, la cual todavía tenía la cremallera abierta y por poco sus apuntes se caían al suelo.
Harry era un completo desastre.
Fue tan su desesperación por salir cuanto antes del edificio que no se parcató de aquella desconocida persona que llevaba varias cajas de cartón sobre sus manos, tapándole el rostro por completo.
Harry le golpeó con fuerza el hombro al pasar a su lado provocando un gran estruendo en medio del pasillo, todas aquellas cajas se habían caído y esparcido por el suelo.
-Oh mierda—soltó el rizado sobándose el hombro con una mueca, dio un rápido vistazo a la persona y posó su vista en el suelo. Si hubiera ido bien de tiempo no dudaría en ayudarlo, pero ahora mismo tenia demasiada prisa—Lo siento lo siento lo siento-
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FanfictionMundo irreal y ficticio en el cual las almas gemelas existen y están predestinadas a encontrarse. Todas aquellas personas poseen un reloj en su muñeca que les indica el tiempo que falta para conocer a su alma gemela, cuando consiguen encontrarla las...