10:34

IV

"Y si no soy el amor de tu vida
confúndeme con él. Por favor"
—Andrés Ixtepan

Harry gruñó con un dolor en su garganta tan punzante como las de unas agujas, tardó varios segundos en darse cuenta que su teléfono no paraba de sonar.

Alargó el brazo hasta alcanzarlo y sin mirar quién demonios era descolgó la llamada.

-¿Diga?-

-¡Harry! ¡Me cago en la puta hasta que despiertas maldita marmota!—gritaba Zayn histérico, los ojos de Harry se abieron de golpe sorprendido—¡¿Dónde mierda estás?! ¡Está a punto de marcharse!-

El rizado frunció el ceño y cerró los ojos por un segundos sintiendo como todavía seguía dormido.

Tosió al sentir su garganta seca y restregó sus manos por sus ojos intentando despertarse y saber qué demonios estaba ladrando el loco de Zayn.

-¿Qué mierdas dices?-

Zayn bufó desesperado, sus ojos miel enfocándose en cómo Louis metía las últimas cajas en el camión.

-Louis se va joder—el corazón de Harry se heló—Se muda, ahora mismo. Así que levanta tu puto culo de la cama y ve a por él-

El rizado pestañeó varias veces sin creerse lo que acaba de escuchar, por un segundo se quedó congelado en el colchón sin poder reaccionar.

Zayn se mordió la uña nervioso al no escuchar nada.

-Joder Harry tenéis que arreglarlo—suspiró—No sé que mierda os pasó pero no le dejes ir, ¿vale?, ahora date prisa mierda-

Louis crujió su espalda e hizo una mueca de dolor, no estaba acostumbrado a cargar tanto peso desde la última mudanza.

Liam se apartó el sudor de la frente con el dorso de la mano y le dio una sonrisa cansada, mientras tanto Niall se dedicaba a comer patatas de su bolsa mientras les observaba.

-¿Para eso has venido?-

Preguntó Louis despegando el sudor que se pegaba en su cuerpo, el rubio sonrió angelical.

-Necesitaban ayuda moral—comió otra patata—¡Vosotros podéis chicos!-

Louis rodó los ojos.

Le pareció algo raro que Zayn se encontrase hablando alterado por teléfono a unos metros de ellos, pero no le prestó demasiada atención.

Terminaron de subir las últimas cajas al camión consiguiendo ordenarlas cada una de ellas y el ojiazul echó una mirada al edificio.

Un leve revoltijo en su estómago hizo morder con nerviosismo su labio inferior hasta sentir la sangre en este, el chico que se ocupaba de conducir el camión de mudanzas los miraba aburrido desde el asiento del piloto mientras fumaba un cigarro.

El corazón de Louis no paraba de latir por una extraña razón, sentía que debía de hacer algo más, sentía que debía esperar más.

-¿Habéis terminado?-

Preguntó Ashton en dirección al ojiazul.