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N. De la A.- Hola chicas y chicos, solo quería decirles que en este capítulo se verá un poco de violencia sexual, guarden discreción y si están pasando por algo o desgraciadamente ya lo vivieron tomen en cuenta que no están solos, pidan ayuda.
Recuerden siempre qué ustedes y su Bienestar es lo más importante.

Después de llegar a casa y tomar un baño venía la parte difícil, qué ponerme?.
Al final opte por un vestido que parecía de seda pero por supuesto que no lo era, con unos tirantes delgados dejando ver un escote bonito pero no llegaba hacer vulgar.
Era de color rosa claro y elegí ponerme unos tacones de tiras de color blanco.
Mi pelo lo deje suelto y que cayera pesado en mis hombros, a la hora de maquillarme solo me coloque rubor, gloss y mascara de pestañas, peine mi ceja con gel sin darle color pues me gusta mucho al natural y puse en mi clavícula iluminador para que se vieran mas definidos mis huesos.

Beth paso por mi y me contó que ese lugar apenas estaba una semana abierto, me dijo también que eso me ayudaria a olvidar lo de Sam lo cual yo ya no me acordaba, si no me vuelve hablar del tema.

Estando ahí en el lugar, tenía una entrada que la separaba por dos escaleras una llegaba abajo y la otra se derigia al piso de arriba, el guardia de seguridad nos mando para abajo donde ya se podía observar a la gente en sus mesas con sillones o en esas que son altas y te toca estar parado.
El lugar tenía luces tenues y amarillentas con algún que otro lugar oscuro y no había la típica luz de colores, todo era tan elegante, pero la barra se distinguía por mucho, era negra y larga de un extremo a extremo por la parte de atrás podías ver todas las botellas organizadas y un espejo enorme donde parecía ver el lugar más grande de lo que ya era.
Todo estaba muy relajado y las personas no bailaban, se escuchaban risas por aqui y por alla, se veian botellas en un ir y venir y la gente de aquí parecía de esas de películas donde son despiadados y están forrados de dinero aún así con mi corta edad.

-Segura que estamos en el lugar correcto? - Le pregunto a Beth.

-Si, claro. Bueno, quería venir aquí porque me quede de ver con alguien y no quería venir sola. - Responde con una sonrisa de disculpa.

-Beth, no voy estar con tu cita y tampoco me voy a quedar sola esperandote. - Le volteo los ojos.

-Que mala suerte, porque ya lo vi. - Voltea a la barra y saluda a un chico que parece el típico niño que le pide dinero a sus papás, pero si de mucho dinero, un reloj ostentoso y un saco con sus zapatos muy lustrosos. El devuelve el saludo y una sonrisa cálida, esta recargado en la barra y Beth va con el como abeja a la miel pero sin nunca perder el estilo y su caminar caracteristico.

-Beth no me puedes dejar aquí y menos sola en una mesa donde te quedas parada, pensaran que es una invitación para que se me acerque cualquier pervertido -Reniego y volteo a mi alredor con nerviosismo.

-No tardo -me guiña el ojo y ya con eso sé que se trata de negocios.

-Oh no, Beth dijiste que la vez pasada iba a ser la última vez, no voy a dejar que nos vuelvan a amenazar de muerte. - La tomo de la mano impidiéndole que se vaya y recordando a la escalofriante esposa del otro individuo.

-Hoy me llamo Scarlett y ya sabes que te doy tu comisión, tu podrías intentarlo, ya te he dicho ganarías cinco veces más que en esa cafetería. - Me dice quitando mi mano de la suya.

-Okay pero solo si mi comisión tiene jarabe de cajeta y chocolate - le digo, ella me vuelve a guiñar el ojo y se va con su nueva cuenta de banco abierta y yo preocupada.

Siempre le pido a las estrellas que nunca le pase nada malo, prefiero mil veces y una mas que me pase a mi antes que a ella que es mi otra mitad.

Estando aquí parada como por veinti cinco minutos, me empiezo a sentir muy incomoda, creo que ya hay personas volteandome a ver.
No puedo mezclarme con nadie, no bailan y solo celebran sentados y se llenan los vasos con cualquier bebida.
Pero no son los únicos, el alcohol también me hace efecto y comienzo a tener ganas de llorar.

Campo De Flores Y SolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora