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Todo era "normal" en la isla de Nuevo Berk, cada aldeano hacía sus deberes correspondientes, Hipo estaba arreglando una pelea que se había formado en el Gran Salón, para luego indicarle a unos aldeanos sus nuevos deberes correspondientes. Brutacio estaba con su hija Yen intentando darle de comer, mientras su esposa terminaba de limpiar el desastre anterior que su pequeña hija de tres años había hecho. Brutilda estaba tratando de limpiar el desastre que sus hijos habían hecho en su cuarto.
Patán agarrándole el cabello a su esposa, que en ese momento estaba vomitando, mientras agarraba con un brazo a su hija, intentando lograr que no viera lo que le estaba sucediendo a su madre, obviamente fallando en el intento. Astrid estaba en su casa comiendo el azúcar que su esposo le había prohibido, pero... ¿Porqué le prohibiría a Astrid Hofferson comer azúcar?... Bueno pues, porque tenía una ligera obsesión por esto. Tratando de que sus hijos no la vieran se metió a la boca un puñado de azúcar.
- Mamá... Papá te dijo que no comieras azúcar -Le dijo Zephyr su hija, la cual había aparecido en la puerta junto a su hermano.
-Apenas escuchó la voz de su hija regañándola rápidamente escondió el tarro de azúcar detrás suyo para que sus hijos no lo vieran- Astrid estaba completamente segura de que lo ocultó muy bien, frunció el ceño mientras inclinaba la cabeza ligeramente hacia un costado fingiendo no saber de qué estaban hablando sus hijos y dijo- ¿Quién está comiendo azúcar? Yo no lo estoy haciendo.
-Por favor mamá, siempre te pones así de nerviosa cuando papá te atrapa queriendo comerte el azúcar -Dijo Nuffink con un tono muy sarcástico recordando las veces en lasque pudo presenciar como regañaban a su mamá- Además tienes una silla al lado tuyo-Pudo ver que su mamá no tenía ni la menor idea de lo que estaba hablando, así que le dio una pista- ¿Por qué crees que papá pone el azúcar tan alto? -Astrid puso cara de ofendida, pero obviamente sus hijos no iban a caer en eso.
-Mamá... -La regaño Zephyr
-¡ Rayos !- Susurro Astrid para sí misma, Nuffink y Zephyr se miraron disimuladamente para luego mirar a su madre con el ceño fruncido- Bien... Okey, okey voy a dejar el tarro, sí que se parecen a su padre- Susurro esto último.
-Te escuche-Sentenció Zephyr
-Irónico, yo era la que regañaba a las personas y ahora son mis hijos los que me regañan -Dijo Astrid poniendo el tarro de azúcar en su lugar y bajando de la silla.
- Bien entonces, ¿Por qué no hacemos algo divertido? - Propuso Nuffink con una sonrisa
- Creo que tenemos ideas diferentes de diversión- Dijo Astrid un poco enojada con sus hijos.
