Capítulo trece: Quemaría el mundo entero

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Quemaría el mundo entero

Minho caminaba de la mano de Jeongin a un lugar que visitaba por primera vez. La casa de In.

Se había excusado con Junmyeon y había fingido sentirse muy enfermo para asistir a detención. Ya le había contado todo a Jeongin. Desde la pelea con Yeonjun hasta el beso de Jisung.

Llegaron a la enorme mansión. El pelirrojo lo llevó hasta su cuarto y puso música. Minho estaba muy nervioso. No se sentía cómodo, sino ansioso. Era la primera vez que estaba en ese lugar. Dejó su mochila en cama de su novio.

—Entonces ¿qué quieres hacer? —preguntó Minho.

Jeongin se acercó a su pareja y lo besó agresivamente, tirándole sobre la cama. Lo tenía debajo suya. Minho rió nervioso, no sabía que debía de hacer.

Yang lo siguió atacando con besos y desabrocho los botones de la camisa del uniforme del otro. Minho entró en pánico.

—Jeongin, Jeongin —el otro se detuvo al oírlo—, déjame ir al baño.

Jeongin chistó con los dientes y se apartó. Min, con media camisa abierta entró al baño y respiró hondo. Necesitaba ayuda. Sacó su teléfono y le envió un mensaje a la primera persona que sabía que le daría un buen consejo.

MINHO

Kai

Kai

Kai

Responde por favor Kai

Ayuda

Nada. No respondió. Mierda. Desesperado, abrió un mensaje que acababa de recibir.

JISUNG

¿Estás bien?

Junmyeon dijo que estabas enfermo.

No quiero que te sientas presionado por lo de ayer, ambos estábamos alterados por las estúpidas gomitas de Jungmo.

Lo siento.

Minho, desesperado, contestó.

MINHO

por favor, necesito ayuda

No tardó ni medio minuto en recibir la respuesta.

JISUNG

Dame tu ubicación. Ya.

Voy por ti.

Ahora, solo necesitaba tiempo. Jeongin tocó la puerta.

—Sal ya, joder — dijo Jeongin suavemente.

Minho salió y Jeongin lo tomó de la cintura. Él iba a lo que iba. Minho no sabía qué hacer. Lo acostó de nuevo en la cama. Sintió que le desabrochaba el pantalón.

—Jeongin, espera —dijo Minho.

—¿Ahora qué pasa?

—No sé si estoy listo.

Jeongin se molestó y hubo un largo silencio.

—¿Pero sí estabas listo para hacerlo con el otro tipo?

Minho se sintió muy atacado.

—¿De qué hablas?

—Por dios, Minho, estaban en el gimnasio a oscuras.

DETENCIÕN༄ (##HANKNOW)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora