Capítulo quince: Las bolitas de papel

476 66 22
                                    

Las bolitas de papel

Al terminar las clases, Felix acompañó a sus amigos hasta el lugar donde entrenaban, la cancha de baseball. Hyunjin también iba con ellos. Caminaba detrás de Lee, viendo cada detalle de su uniforme, lo vestía tan perfectamente, se veía perfecto en él. Vio su mano abalanzarse hacia delante y hacia atrás conforme caminaba y en una de esas, tomó su mano con suavidad.

Felix se dio cuenta y lo volteó a ver sonriéndole cálidamente, hizo al agarre completo y metió su mano, junto a la de Hyunjin, dentro de su chaqueta.

Seungmin los vio por casualidad y entró en pánico.

—¡Junnie, necesito que me acompañes a los casilleros! — Gritó sin dejarlo dudar en acompañarlo o no. Seungmin tomó la chaqueta de Yeonjun y corrieron dentro. No podía dejar que viera a Felix y a Hwang, no quería ver a su amigo con el corazón roto de nuevo.

Abrió su casillero y dejó todos sus libros.

—Pudiste hacer esto terminando el entrenamiento — se quejó Yeonjun —, vamos a terminar llegando tarde.

—¿Como siempre no? —Se rió Seungmin. — Muy puntuales no somos.

Yeonjun no dijo nada y salieron del edificio. Así fue como Yeonjun vio a Felix, el amor de su vida y a Hyunjin, el chico que estaba protegiendo, besarse con cariño.

Del otro lado, Hyunjin moría en vida. Era la primera vez que besaba a Felix y era como siempre se lo había imaginado, exactamente como lo había soñado.

Apenas habían pasado un par de días juntos y ya se besaban, era obvio para él que tenían una conexión mágica y que esto era el hilo rojo. Lo sabía. Estaba enamorado.

Felix, en cambio, no sintió absolutamente nada al besar al chico que tenía pegado a él. Lo estaba usando y esa era la parte más triste de todo, pero nadie se puede enamorar en dos o tres días ¿no? Solo quería que Choi los viese y podía irse por donde vino.

Abrió los ojos, vio a Hyunjin sonrojado y sonrió, era tonto.

Yeonjun no pudo, salió huyendo dentro del edificio, el entrenamiento no le importaba. Se estaba hiperventilando, Seungmin lo seguía, llamando su nombre. Hizo todo lo posible por alejarse y cuando encontró el clóset del conserje se encerró ahí. Escucho a Seungmin pasar de largo y salió.

Odiaba a Felix. Lo odiaba. Le había dado todo de sí y a él no le importaba. Caminó entre los pasillos, estaba llorando. Odiaba que no importaba lo que hiciera, Felix ya no lo amaba. Odiaba saber que jamás regresaría. No importaba lo que él hubiese cambiado, hecho o intentado. No volvería.

—¿Yeonjun? —Escuchó la voz de Minho. Mierda.

No. Hoy no. No tenía ganas de pelear con él. Minho no sabía si reír o ayudarlo. Jisung los encontró, venía con Changbin.

—¿Qué pasa?— Preguntó Changbin preocupado.

—Ve al aula, anda — le pidió Han —, dile a Junmyeon que ya vamos.

Changbin asintió y se alejó. Joder, qué humillación era para Yeonjun. Tenía que soportar que lo vieran así. Se calmó lo más que pudo y se secó la cara.

Jisung suspiró y Minho lo miró sin saber qué hacer.

—Ven con nosotros — le dijo Jisung a Yeonjun.

—¿A dónde?

—¿A dónde más? A detención.

—¿Sung? — Lo llamó Minho, confundido.

DETENCIÕN༄ (##HANKNOW)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora