Capítulo dieciocho: Media hora

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Media hora

Jisung se dirigió a la azotea de la escuela. Nadie podía ir ahí si no tenía una llave y él tenía una en su poder.

La lluvia había parado, pero el lugar tenía charcos, el único lugar que encontró para sentarse sin mojarse el culo por completo era una esquina. Daba igual, mientras pudiese ver el cielo desde ahí no importaba donde estuviera. Su única queja era el puto frío de mierda que había.

Saco sus cigarrillos y encendió uno.

Vaya día de mierda.

Minho y Jeongin se miraban sin decir nada. ¿Cómo iniciar una conversación después de todo lo ocurrido? ¿Qué era lo más correcto? Ambos estaban igual de nerviosos de que el otro reaccionara mal. Finalmente uno se decidió a hablar.

—Te traje esto— dijo Jeongin, sacando del bolsillo de su chaqueta una caja pequeña.

Minho tomó la pequeña caja y la abrió. Dentro había un anillo. Había visto demasiadas películas como para saber que esa cosa esa carísima.

—Tiene un rubí— le dijo Jeongin con voz suave —Deberías probártelo.

Minho no podía hacerlo, esa cosa valía más que él mismo, valía quizás incluso más que todas sus cosas juntas. Jeongin sonrió y tomó el anillo, se acercó más a Min y se lo puso a él.

—Te queda perfecto — se rió y, aprovechando su cercanía, le dio un beso en la frente. Respiró sobre su cabello, olía a cerezas y... ¿cigarrillos?

—Jeongin, tenemos que terminar esto — al escuchar esas palabras In sentía que volvía a perder el control.

—¿Es por lo de la última vez? — Preguntó tratando de no alterarse. — Minmin, de verdad siento haber actuado así, yo...

—No es sólo eso— interrumpió—, ¿de verdad crees que esto es sano?

Jeongin no respondía nada. Minho notó el cambio de actitud a una más agresiva.

—No quieres esto — le dijo Yang.

—Sí, sí lo quiero.

—¡No! ¡No lo entiendes! —La voz del alto sonaba desgarrada— ¡Es ese maldito tipo que está detrás de ti! Te está metiendo ideas erróneas...

—Jeongin, Han no tiene nada que ver en esto.

—¡¿Y por qué coño tienes su chamarra?!

Ahora era Minho el que estaba sin respuesta. Se miraron, Minho pudo ver por primera vez el odio dentro de los ojos de Jeongin. Jisung tenía razón después de todo. Yang estaba mal de la cabeza.

—Lo siento, Innie—dijo —. No es lo que quiero.

Jeongin entró en pánico internamente. Tenía que quedarse a Minho, sentía que no podía respirar de nuevo. Estaba ahogándose, corrió hacia afuera del lugar y Minho lo siguió, intentado llamarlo, pero Jeongin lo ignoró.

Jisung expulsó su humo. El frío lo iba a matar después de todo, pero no se arrepentía de haberle dado su chamarra al cabrón de Minho. De la misma forma en que le hacía gracia ver a Changbin con su ropa, le daba gracia Minho.

Apagó la colilla en uno de los charcos que tenía cerca de él.

Ese día no había invitado al otro con él porque necesitaba desestresarse. El concepto de ver a su padre en dirección, a Bin estresado y con tanta mierda encima lo ponían de nervios. Prendió otro cigarro y se calentó sus manos frotando una con la otra.

DETENCIÕN༄ (##HANKNOW)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora