Mary lleva todo el camino y desde que estamos aquí mirándome raro, por Dios, ella no sabe disimular ni un poquito. Decido mirar hacia afuera, que hermosa vista. Estamos en la terraza de el restaurant con vista hacia un extenso viñedo, es un restaurant campestre, sirven comida ni tan fina ni tan casera pero con un sabor increíble; pero lo que de verdad destaca son los vinos, los fabrican ellos mismos, son muy buenos. Joder, el no trabajo viene a mi mente, Jeff no me dará el trabajo, lo sé; no puedo estar más sin trabajo, mi ahorros no son eternos, tomo mi teléfono de mi bolso reviso si hay mensajes de papa, no, como lo espere, pongo los ojos en blanco. Mary sacude su mano en mi cara para que le preste atención. – ¿Ah? ¿Qué?
– Tierra llamando a Lucia – le doy una sonrisa.
– Lo siento, estoy un poco distraída por la no entrevista.
Tranquila usted pare de sufrir – Dice con voz de infomercial – Te quiero presentar a alguien – señala detrás de mí y yo volteo. Alguien viene caminando hacia nosotras, es un chico, lleva unos jeans claros ajustados, una camisa manga larga azul oscuro y es… no, cuando llega a nuestra mesa lo veo, ¡oh Dios esa cara! No puede ser el. – Te presento a mi amigo Christian. – Mary lo señala – Y ella es mi amiga Lucia. – Y me señala a mí.
Mucho gusto soy Christian Hoover – Estrecha mi mano, oh no, mi mano suda. Me quedo perpleja, no puedo hablar, mi cara en estos momentos deber ser épica. – Y ¿la señorita no habla?– Se ríe por lo bajo y se acaricia la barbilla, si, definitivamente es el ¡El chico lindo como el infierno del ascensor!
– Eh… si, si… Mi, mi nombre es Lu…lucia, Lucia McCartney – Logro decir al fin, me doy cuenta de que nuestras manos aun están estrechadas así que las muevo en señal de saludo y ofrezco una sonrisa ¿Mary lo conoce? ¿Cómo es que nunca me dijo nada?
Mary lo invita a sentarse, una vez sentados todos miro a Mary de forma despectiva indicándole que me explique. – Oh si, Lucia él es amigo de Sebastián y mío, lo conocí en una exhibición de sus fotos, me lo presentó Sebas.
Amm, bueno. – ¡No! Estoy nerviosa, joder debo dejar de ponerme nerviosa por todo. – Mucho gusto Christian – Doy una sonrisa nerviosa.
Narra Christian
Increíble, esta es la chica del ascensor, que pequeño es el mundo – Igual digo. Disculpa ¿eres la chica del ascensor? la que estaba en “Lawson Architecture” ¿no?
–Sí, solo si tú también eres el chico del ascensor… – Una sonrisa se dibuja en su rostro, ok a esta chica le gusta sonreír
-Supongo que sí – Asiento y miro a Mary que nos mira como si fuésemos un bicho raro – Ah sí, es que nos vimos en el ascensor ayer por casualidad. – Le explico.
-Ah ok – Dice Mary como analizando algo y le lanza a Lucia una mirada de complicidad – Bueno ¿ordenamos?
-Sí, ya llego tu invitado – Lucia se ríe
