Capitulo 5
Narra Christian:
Una luz cegadora me hizo abrir los ojos ¡Claro! Pensé – Sophia, ay Sophia, Sophia – Dije negando con la cabeza, ella había abierto las persianas de la pared de vidrio que había en el cuarto, salí de la cama viendo el reloj: 07:45 am – Tiempo suficiente – dije dirigiéndome al baño. Vi un papel en la mesa al lado de la cama que decir “Te amo, gracias por la velada ayer que tengas un hermoso día” Sophia.
Ayer me sentí inspirado y la invite a un restaurant nuevo en el centro, muy hermoso por cierto, estaba adornado con miles de luces que daban un ambiente romántico y bohemio, pienso que los detalles en una relación hacen la diferencia y que por eso no nos aburrimos.
Me duche tranquilamente, luego me vestí con unos blue jeans normales, un jersey blanco crema y me puse mis botas Timberland, tome mi cámara, mis llaves y salí de mi departamento, camino al estacionamiento le escribí un mensaje a Sophia
Yo: Hermosa manera de despertar a tu novio.
Sophia: Amor, ese es mi recordatorio de que debes despertar y que te amo.
Yo: Yo también te amo amor, eres la luz de mis ojos, literalmente.
Sophia: Jajajaja, que tengas un lucido día :*
Yo: Gracias amor, igual :*
Lucido, Lucia, ella vino a mi mente al momento de leer esa palabra, no recordaba que hoy comenzaba a trabajar conmigo, una sonrisa apareció en mis labios, esta chica me intrigaba, era demasiado tímida e iba a hacerle mucho bullying, si ya sé que el bullying no es bueno pero un poco no le hará daño.
Conduje hasta Starbucks para desayunar, ya conocían mi orden, pase y salude – Hola Vand ¿Cómo estás? – Vand era el encargado más regular, siempre lo veía allí.
-Hey ¿Lo de siempre? – Me saludo con la mano desde el otro lado del mostrador
- Claro, sabes que soy un monótono de la vida – Se rio por lo bajo y procedió a prepararme la orden, un sándwich de atún, con mucho atún y un café mocha blanco.
Comí tranquilamente, luego me dirigí al estudio, y le pase un mensaje a Sebastián.
Yo: Sebas ¿tienes como conseguirme el número de Lucia?
Sebastián: claro hermano, ya te lo paso.
A los pocos minutos llego su respuesta con el numero de Lucia, procedí a mandarle un mensaje con la dirección pero no obtuve respuesta así que pensé que estaba ocupada, por fin llegue al estudio, me dirigí a la puerta y abrí.
Narra Lucia:
Ya estaba vestida y desayunada, e iba en camino al estudio que por cierto había recibido la dirección hace unos minutos, llevaba unos jeans claros, una camisa de flores de colores vintage y unas botas de invierno color crema que combinaban con mi cinturón del mismo color; mi maquillaje si era algo trabajado esta vez: delineador, un poco de sombra café, unos labios de color marrón y un poco de broncer en mis mejillas.
Luche contra el típico trafico de las mañanas hasta que por fin llegue, me di cuenta de que mi corazón latía a mil por segundo – ¡Oh vamos Lucia! – exclame y me abofetee mentalmente, me arme de valor, tome mis cosas y salí del auto.
El estudio quedaba en un complejo de locales grandes por cierto, subí el ascensor buscando el B4 que es el local, llegue a la puerta y toque ya que estaba cerrado, un par de segundos más tarde apareció Christian en la puerta con una sonrisa – Hola, buenos días – sonreí nerviosa y respondí el saludo.