¿Qué pasaría si Sasuke decide dejar de lado su venganza al último momento?
¿Qué pasaría si el conoce a una persona que lo cambia totalmente?
A veces la vida da segundas oportunidades para hacer bien las cosas, aunque Sasuke desde el principio no hay...
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Narra ______
Mi cabeza aún daba vueltas, mis ojos no podían abrirse, y mi cuerpo dolía, pero lo que llamó mi atención fue aquella conversación que escuchaba a lo lejano.
- ¡No le haré nada malo! - exclamó furiosa una voz varonil que de alguna forma se me hizo muy familiar.
- No dejaré que te la lleves, no podemos confiar en ti, menos en tu estado - escuché una voz feroz y femenina.
- Solo la dejaré en su cama maldita sea, no puede estar inconsciente en medio de todo esto - respondió la voz masculina otra vez.
- Creo que lo mejor es que vaya acompañado, alguien tiene que curar a ______ de todas formas - otra voz varonil, y que reconocería en cualquier lado, Naruto.
- Busquen a Sakura, ella es de confianza - dijo una voz varonil diferente a las anteriores.
- Neji tiene razón, Ino y yo la buscaremos - dijo la voz de Hinata. Intenté abrir mis ojos, intenté hablar, intenté mover al menos un dedo para que sepan que estaba bien, pero nada resultaba. Sentí como mi cuerpo abandonó el frio suelo y me refugiaba en unos cálidos brazos.
- ¡Aquí estoy! - escuché un chillido femenino.
- Vamos rápido, no tardarán en controlarme y será todo una mierda - volví a escuchar la voz masculina. Internamente estaba gritando, quería dar una mínima señal de vida, pero nada resultaba. En menos de un hora mi cuerpo descansba sobre mi cama, el olor a mi en ella me lo confirmó.
- Te dejaré aquí con ella, yo iré a preparar algunos medicamentos para ella, no tardo - dijo Sakura dejándome con aquel sujeto que por el momento desconocía. La habitación quedó en silencio, al menos por cinco minutos, hasta que ese silencio fue roto por aquel chico.
- Mierda... Tenías que cuidarte - suspiró pesadamente - Juro que estuve a tu lado en cada momento desde que me fui, estoy tan feliz por ti, pero mierda, eres muy descuidada y aún así siempre decías que podías cuidarte sola - soltó una risa. Mi mente estaba confundida, estaba gritando, quería responder, quería saber quién era - Lo único que necesito es que despiertes - sentí como esa persona comenzó a sollozar - Por favor... - dijo en un susurro. Mis ojos se abrieron de golpe y vi todo borroso hasta que mi vista se acostumbró. Volteé mi cabeza y vi una cabellera rubia.
- ¿Q-qué? - dije anonadada llamando su atención. Él levantó la mirada encontrándose con mis ojos. Creí haber estado loca, pensé que el golpe me había afectado, pero no, él realmente estaba aquí, a mi lado.
- Despertaste - dijo soltando un suspiro. Sus ojos... Sus ojos eran negros, sin brillo, sin vida...
- ¿C-cómo es que estás aquí? - pregunté temerosa sentándome en la cama.
- Edo Tensei, lamentablemente, sigo muerto - dijo soltando una risa, como si aquello fuera un chiste para mi.
- ¿Quién logró hacer esa técnica? - pregunté asombrada. El rubio solo negó.
