Capitulo 1

332 24 9
                                    

Sabía que Seiya se había enamorado de la conejita, pero no sabía hasta qué punto. Nosotras éramos niñas, de otro planeta, y aunque pudiéramos ser niños aquí... no dejábamos de ser niñas en el fondo. Quería a Fighter y me dolía ver como dejaba a un lado su misión por pasar tiempo con la coneja.

- ¡Maldición! - exclamé mientras golpeé la pared. Había dejado de ser Yaten. Ya no tenía sentido en la privacidad de nuestro apartamento, pero ni siquiera estar en mi verdadera forma alivió mis pensamientos.

El fuerte golpe de la puerta de entrada, me dijo que Seiya estaba de vuelta. Quería pedirle explicaciones de dónde había estado, pero por desgracia sabía la respuesta a esa pregunta.

Un nuevo golpe de una puerta, me dijo que él se había encerrado en su habitación y no me resistí. Caminé sin hacer ruido y entre a su habitación, encontrando a una Fighter completamente desnuda mirándose al espejo. Mi cara ardió al ver a mi compañera de pelea desnuda, realmente era muy sexy.

Mientras la observaba sin ser consciente, mi cuerpo se calentó. Y mi mente viajo a sitios que no debía, me acerqué y fue cuando vi las lágrimas en sus ojos.

- Fighter - dije avergonzada de hacer notar mi presencia después de mis pensamientos anteriores - ¿Por qué lloras?

Ella se giró hacia mí, y casi en un reflejo cogió la camisa que llevaba con Seiya y se la puso, mientras un sonrojo adornaba en su bonita cara.

- No soy lo suficiente buena, nunca lo seré - susurro con los puños apretados a ambos lados de su cuerpo.

- Eso no es cierto - dije acercándome a ella - Eres más que suficiente.

Y antes de que yo misma fuera consciente de lo que hacía, o de que ella pudiera reaccionar. Uní mis labios a los suyos, en un beso que se mezcló con las lágrimas de sus mejillas, mis manos buscaron su cuerpo y en un mal paso ambas acabamos sobre la cama.

Figther estaba correspondiendo a mi beso, y yo estaba en el séptimo cielo. Hasta que ambas nos separamos a por aire y nuestras miradas chocaron.

- Healer... - dijo ella suavemente mientras apartaba el pelo de mi cara - Te quiero, pero esto no está bien. Me enamoré... y no quiero que tú salgas herida.

- Sé que amas a la conejita - susurré - No puedo negar que hasta yo misma le tengo cariño, a pesar de que estoy celosa por que consiguió tu corazón. Pero ambas sabemos que nos iremos, y solo quiero que me tengas en cuenta...

Vi la mirada triste de Fighter, la quería siempre la había querido y quería que todo volviera a ser como antes de venir a la tierra. Ella y yo contra el mundo, pero sabía que eso ya no sería. Lo peor es que yo no podía odiar a Usagi, no ahora a pesar de que lo hice al principio, sobre todo cuando Seiya fue herido por defenderla, pero la conejita se había ganado mi cariño. No mentía sobre eso.

Me alejé de Fighter y me levanté, no sin antes robarle un nuevo beso. Pero después volví a mi habitación, me encantaría ver feliz a Fighter. Pero a pesar de nuestra relación antes de venir a la tierra, ella jamás había lucido tan feliz como cuando estaba con la coneja. Y lo peor, es que yo misma me sentía feliz alrededor de ella, cosa que me enfadaba porque no era mi princesa y no podía sentirme así, a su alrededor.

Seguí con la mirada a Healer mientras abandonaba mi habitación, y podía sentir el latido de mi corazón. Sería tan sencillo, dejarme llevar por sus caricias... En el pasado habían sido suficientes, pero desde que llegamos a la tierra todo cambio y no creía que pudiera recuperar lo que sentía.

- Mei... - susurré mientras tocaba mis labios, y una sonrisa triste se extendió por mi rostro. Nadie usaba nuestros nombres civiles en Kinmonku, de hecho, creo que solo yo conocía el de Healer. Si alguien me hubiera preguntado antes de venir a la tierra que sentía por ella, la respuesta hubiera sido que estaba enamorada de ella.

HeartBeatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora