Capítulo 2

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tres meses después de la marcha de las Starlights

Usagi se paseaba por la habitación insegura, hoy era su cumpleaños número 17 y aunque debía de estar feliz, estaba muy nerviosa. Pues durante las últimas semanas, había estado encontrándose mal y aunque fue difícil ocultárselo a su madre, lo más difícil fue ocultárselo a Luna.

Era domingo, y no tenía clases, pero había recibido una notificación para reunirse en el templo de Rei. Luna no estaba alrededor, y estaba aterrorizada de que su fiel gatita, hubiera notado algo y lo hubiera dicho a las demás.

Se probó distinta ropa, pero, aunque no quería admitirlo sabía que sus molestias tenían mucho que ver con lo que Seiya y ella habían hecho.

Dios, no pensé que fuera posible. ¡Seiya es una mujer!

Quizás, debería de haberle preguntado antes de actuar, pero... sabía en el fondo de su corazón que no hubiera actuado distinto. Después de probarse distintas ropas, escogió un conjunto con una sudadera suelta que ocultaría su incipiente barriguita. No era muy grande, pero era lo suficiente para marcarse con ropa ajustada, por suerte para ella su uniforme escolar era suelto y le había permitido hasta el momento pasar desapercibida.

Pero sabía que debía tomar una decisión, y aunque se volvió a sentar en la cama, pues tenía tiempo de sobra para llegar al templo... sabía cuál era su decisión, pero tenía miedo de lo que pensarían.

¡Me da igual! ¡Tendré a este bebe! ¡Aunque no sea ChibiUsa!

El bebe no tenía la culpa de que ella fuera una imprudente. Cuando tomó la decisión, se sintió mejor y sus nervios aflojaron.

Pero al mismo tiempo, que ella tomaba la decisión. Se producía una vibración en las puertas del tiempo que alertaron a la Sailor del Tiempo, que, aunque estaba a punto de salir para la fiesta sorpresa que le había preparado a su princesa, decidió ir a comprobarlo. Grande sería su sorpresa, al ver que no podía abrir las puertas y que sentía un flujo inquieto de energía, no era maligno, pero estaba claro que las cosas estaban cambiando, una parte de ella sintió tristeza por la utopía, pero solo se preocupó por buscar los restos de energía de la pequeña Dama y aunque le costó un poco, cuando pudo encontrarlo sonrió, ella seguía ahí.

Al mismo tiempo, que Setsuna descubría eso. Michiru vio brillar su espejo y solo vio a su princesa, con lágrimas en los ojos, pero nada más, pues luego se quedó en blanco. La sailor de los mares, se preocupó y tomó la decisión de observar a su princesa durante el día de hoy.

Usagi, salió de su casa con la decisión tomada. Aprovecharía la reunión en el templo para hacer saber a sus compañeras su decisión, aunque primero debía hablar con Mamoru. Así que le llamó y le pidió hablar con él en privado antes.

Él acepto curioso, y decidieron reunirse cerca del parque que había dónde el templo de Rei. Usagi estaba super nerviosa, pero camino despacio hasta que encontró a Mamoru.

- Mamoru-san - dijo con una sonrisa nerviosa, causando sorpresa en su pareja al ver el trato que le daba.

- Usako - pregunto él, acercándose para darle un beso, gesto que fue esquivado por la rubia. Aumentando la curiosidad del muchacho. - ¿Qué sucede?

- Y-yo... - dudo, pero luego decidió que debía asumir sus faltas - Hace tiempo, estaba tan dolida contigo... y aunque desde que volviste, nuestra relación no es la mejor, de verdad que estaba poniendo de mi parte. Pero ahora, debo asumir mis actos.

- ¿Actos? ¿De qué hablas Usako? - pregunto Mamoru completamente confuso.

- Te fui infiel - susurré bajando la mirada, y debido a eso no vio la pequeña lágrima en el rostro de Mamoru - No puedo decir que me arrepienta, lo siento. Sé que fue una decisión imprudente y que cambiará todo, pero no podía callarlo más.

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